Quiere meter presión

El juego, pese a los cuatro puntos de Antonio García de arranque, comenzó mejor para el visitante. De la mano de una buena defensa perimetral, que le permitió correr, el elenco que orienta Sebastián Svetliza marcó un parcial de 16-2, para ponerse 6 a 16 arriba, promediando el periodo inicial.

A partir de esa diferencia, el paranaense supo controlar las acciones, al menos por esos primeros diez minutos, de la mano de una sólida conducción de Cantero, y un buen juego desarrollado cerca del cilindro ajeno.

Los rompimientos hacia el canasto de enfrente, más el control de los hombres grandes rivales en el suyo, le dieron argumentos suficientes a Sionista como para llegar a sacar la máxima diferencia a su favor (13 - 28), aunque un doble del albo (15 - 28) le dio cifras definitivas al periodo inicial.

En el segundo chico Estudiantes salió a flote a través de su defensa. El elenco de Marcelo Richotti se abroqueló en su zona pintada, pese a defender hombre. Le cerró los caminos hacia el canasto a su rival y de a poco comenzó a generarle problemas al CJS.

El huésped debió esperar tres minutos para acertar su primer lanzamiento de campo, aunque esto no le abrió el camino del gol. Los bahienses aprovecharon y corrieron, y a través de esa vía redujeron la brecha a un solo dígito.

La rotación de equipo no favoreció a Sionista, que se fue desdibujando y con más coraje que buen juego logró irse al descanso largo arriba por la mínima diferencia (38-39). A pesar de esto, previamente, el albo se había vuelto a reencontrar con el liderazgo del cotejo, cuando se puso 38 a 37 con menos de medio minuto por jugarse.

La vuelta de vestuarios encontró mejor al dueño de casa, aunque por algunos minutos la paridad se hizo presente. Bajando considerablemente la efectividad en ambos costados de la cancha, el juego entró en una meseta, que perduró hasta la mitad del segmento.

Con Cantero impreciso y solo encontrando resultados en Byró, el repertorio de Sionista se fue achicando progresivamente, casi al mismo tiempo en que la defensa local volvió a jugar un papel fundamental.

Lo mejor de Estudiantes se vio en los últimos dos minutos. Trabajando bien sin el balón en las manos y distribuyendo el goleo, cada ofensiva del albo fue un puñal, al punto tal de sacar siete puntos de luz, 59 a 52, a un minuto del cierre del tercer acto.

La defensa cara a cara de Paletta sobre Cantero fue efectiva, y el orden en el ataque visitante comenzó a escasear. Con poco Robinson quiso sacar pecho por sus compañeros, pero solo le alcanzó para que su equipo entrara a los últimos diez abajo por cinco, 62 a 57.

El parate por descanso no afectó la sintonía del anfitrión, que continuó desarrollando su mejor básquet, al punto tal de llegar a estirar la diferencia a diez, 70 a 60, cuando restaban 5:41 por jugarse. Ese fue el punto máximo del albo, que a partir de allí y por algunos minutos equivocó el camino, y le dio vida a Sionista.

Fue allí donde el tridente Cantero – Byro – Robinson se potenció, y a través de la sólida conducción del base, el cuadro celeste llegó a ponerse a solo tres unidades, 77 a 74, casi entrando al último minuto.

Para ese entonces Estudiantes se desdibujó mucho, y no se pareció al equipo que cerró el tercer periodo y abrió el cuarto. Solo la puntería de Gil y el buen trabajo en defensa de García le dieron aire a un elenco que por momentos pareció auto asfixiarse.

De todas formas, en el golpe por golpe de los sesenta segundos finales fue el dueño de casa quien pegó más duro. Algo complicado a la hora de seleccionar los lanzamientos, Sionista no logró convertir, (mérito también de la defensa), y le abrió la puerta al albo, para que cierre el juego a su favor.

El elenco de calle Santa Fe tuvo la suficiente cabeza como para no equivocar el camino en ese último par de ofensivas, y con esto, quedarse con el triunfo por 83 a 77, y extender su racha de victorias a dos.



Síntesis

Estudiantes (83): Pedro Franco 6, Pablo Gil 23, Mariano Franco 12, Jamaal Levy 10 y Antonio García 11 (inicial); Juan Manuel Torres 6, José Muruaga 6, Gerardo Barrera 5, Nicolás Paletta 2 y Leandro Cecchi 2. DT: Marcelo Richotti.

Sionista (77): Juan Pablo Cantero 19, Mariano Byró 10 (X), Antwon Hall 11, Michael Robinson 16 y Alejandro Zilli 14 (inicial); Agustín Carnovale 1, Daniel Hure 6, Pablo Jaworski 0, Baltasar Claude 0 y Ramiro Iglesias 0. DT: Sebastián Svetliza.

Parciales: 15 – 28 / 38 – 39 / 62 – 57.
Árbitros: Setembrini – Mendoza.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Crónica y foto: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)



Peñarol desnudó a Quimsa

Los dirigidos por Sergio Hernández desplegaron su poderío en Santiago del Estero y vapulearon a Quimsa 109 a 79. Tuvieron en Juan Manuel Locatelli a su jugador intratable desde el perímetro (25 tantos, 6-8 en triples). También Román González marcó diferencias en la pintura con 21 puntos y 5 rebotes. Un duro golpe para el “equipo de la ciudad” que se fue abucheado por la concurrencia que reclamó más actitud.

En dialogo con Basket de Santiago, el técnico de Quimsa, Fabio Demti, había comentado que para frenar a Peñarol había que presionar al balón de Tato Rodríguez y evitar que el juego llegara limpio al poste bajo.

La puesta era arriesgada ya que había que entregar el perímetro a suerte y verdad. Así fue que Juan Manuel Locatelli (25 puntos, 9-11 cancha, 6-8 triples), Jason Osborne y Quincy Wadley, destruyeron de cuajo la estrategia del coach fusionado que falló en los recaudos. Los tiros externos de la visita tuvieron casi siempre destino de red (40 de 64 en lanzamientos de cancha: en el juego), y Román González hizo desastres en una zona demasiado abierta y sin ajustes.

A esto hay que agregar la escasa intensidad que mostró Quimsa para disimular sus carencias ya conocidas desde la ausencia de Alejandro Reinick. Así se fue que el primer cuarto terminó con una ventaja de 13 para los de Sergio Hernández.

En el segundo parcial, Peñarol continuó muy fino, ya con el ingreso de Lucas Picarelli en la base. A una ráfaga de Cleotis Brown le respondió el implacable Locatelli, de 6.25. A falta de 5“, los milrayitas estaban arriba 46 a 39. Nada resintió el avance demoledor de Peñarol que continuó sacando ventajas para irse al descanso 56 a 37.

Tras el descanso, fue Julio Mázzaro el que intentó ponerse el equipo al hombro. Lanzamientos cortos y un par de penetraciones mantuvieron la llama encendida hasta que Román se decidió a ”jugar“ de nuevo con Andrés Rodríguez que no podía detenerlo. Con 6”.30 por jugar, la brecha llegaba a 20 puntos (67-47). Dos bombazos de Locatelli y Rodríguez estiraron la ventaja a 30 puntos (57-87).

El último cuarto no merece mayores consideraciones. El público reprochó la falta de actitud de los jugadores de Quimsa y le pidió a Demti que terminara con el suplicio poniendo a los juveniles. Un par de jugadas vistosas de Phillip Lockett sobre el final, la esperanza de mejoras con Gabriel Mikulas y el “Colo” Reinick, fueron el aliciente para renovarle la confianza a un plantel que fue claramente dominado por un rival de jerarquía internacional.


Síntesis:
Quimsa (79): Jonatan Treise 9, Julio Mázzaro 18, Cleotis Brown 14, William McFarlan 6, Andrés Rodríguez 13 (fi); Victor Cajal 7, Sebastián Castiñeira 6 y Phillip Lockett 6. DT: Fabio Demti.

Peñarol (109): Sebastián Rodríguez 13, Quincy Wadley 5, Juan Manuel Locatelli 25, Jason Osborne 13, Román González 21 (fi); Lucas Picarelli 11, Alejandro Diez 8, Marcos Mata 6, Jervaughn Scales 5, Nicolás Lauría 0 y Alejandro Konsztadt 2. DT: Hernández.

Parciales: 21-34, 37-56 y 57-87.
Árbitros: Pablo Estévez y Oscar Brítez.
Estadio: Ciudad.
Fuente: Guillermo Japaze (www.basketdesantiago.com.ar)