Yo me quiero salvar ¿Y usted?

Los primeros diez minutos de juego, donde pasó gran parte del triunfo del albo, se podrían resumir en dos ítems: eficacia y rebotes. El dueño de casa aceleró su juego y buscó resolver en pocos segundos, y al no fallar, esta técnica se volvió letal para su rival. Cuando erró allí estuvieron sus hombres grandes para cargar al rebote y generar segundas alternativas.

Estos dos hechos se potenciaron al no tener enfrente una fuerza de similares características. El cuadro marplatense se vio desde el primer minuto abatido. Sin grandes ideas en ataque, pese a que Oscar Sánchez rotó el banco, el tricolor fue una sombra, y sin esforzarse demasiado vio como en menos de tres minutos su rival ya le había sacado diez unidades de ventaja (14-4).

Ya en ese momento David se medía con Goliat. El visitante contaba con un solo tiro, el cual, por porcentajes en esos primeros instantes, estaba más cerca de errarlo que de concretarlo, y para llegar a efectuarlo debía pasar por un ataque sin brillo y con demasiado esfuerzo. Del otro lado, todo era rápido, sencillo, efectivo y por ende, letal.

Al cabo de los primeros diez minutos el daño estuvo hecho: 35 – 13 y a manejar la diferencia. No pasó mucho para que la hinchada del huésped (más de 60 hinchas) dejara de lado sus cantos equipistas y buscara resguardo en aquellos hits que apuestan al corazón y la garra. Al no llegar con el mensaje, y antes de finalizar el segundo periodo, directamente los fanáticos optaron por los insultos hacia los suyos, entonando temas como “jugadores, la con… de su madre (…)”, “la camiseta de Quilmes (…)” o más concreto aún “y pongan hue… (…)”.

Mientras el romance hinchada-plantel se caía a pedazos en la visita, el local seguía marcando diferencias. Primero 43-16, más adelante 63-34. Cada cambio que realizó Richotti le dio resultado, y los números que arrojó la primera mitad así lo demostraron:

Quilmes bajó 9 rebotes totales, mientras que Estudiantes, solo en ataque, se hizo de 7 (20 en total). El dueño de casa promedió 100%tl (9/9) - 71%t2 (15/21) – 62%t3 (8/13); en tanto que su rival apuntó 88%tl (7/8) – 45%t2 (9/20) – 38%t3 (3/8). La frutilla del postre fueron las asistencias: 9 a 1 a favor del bahiense.

Si bien la vuelta de vestuarios mostró lo mejor del tricolor (dentro de su malaria), con mayor presencia en los cristales, defensa más dura y juego un tanto más aceitado en ataque; un minuto pedido por el DT local alcanzó para que su equipo focalizara nuevamente y vuelva a ponerse a 34 cómodos puntos de distancia (84-50 1:30 por jugarse).

El último acto estuvo de más. Sirvió para que Diego Rosatti sume sus dos primeros puntos con la camiseta del albo dentro de la Liga Nacional y para que el local se florease ante su gente, la cual mantiene las esperanzas intactas de seguir viendo a su equipo en lo más alto de nuestro básquet.

Síntesis

Estudiantes (106): Nicolás Paletta 18, Pablo Gil 25, José Muruaga 14, Jamaal Levy 2 y Antonio García 15 (inicial); Mariano Franco 13, Juan Manuel Torres 10, Gerardo Barrera 0, Leandro Cecchi 2, Javier Scheines 5 y Diego Rosatti 2. DT: Marcelo Richotti.

Quilmes (77): Hernando Salles 12, Eduardo Villares 11, Carl Edwards 15, Ezequiel Dentis 8 y Diego Romero 12 (inicial); Harold Arceneaux 9, Nicolás Aguirre 6, Selem Safar 2 y Sebastián Porta 2. DT: Oscar Sánchez.

Parciales: 35 - 13 / 63 – 34 / 84 – 54.
Árbitros: Chiti – Aluz.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.

Crónica y foto: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

Hace méritos para quedarse

Independiente le subió varios grados a su Caldera, jugó un gran partido y le ganó a Boca por 105 a 94 para sumar dos puntos muy importantes en su lucha por mantenerse en la Liga Nacional. El Rojo sigue último, pero con un partido menos y más cerca de sus rivales.

El envión del viernes le sirvió al Rojo. Y Mucho porque anoche tenía una parada muy complicada, ante uno de los candidatos a quedarse con el título y que llegaba Neuquén por primera vez con su dupla olímpica (Gabriel Fernández y Leo Gutiérrez). Y le ganó. Con la enorme presión de sumar de a dos y el aliento de su gente, que como pocas veces en la temporada se puso la piel del hincha y ayudó al equipo de Mauricio Santángelo, Independiente venció al Xeneize 105 a 94, por la 26ª fecha de la segunda fase de una Liga Nacional que no quiere abandonar.

Independiente comenzó anotando con dos volcadas de Byron Johnson. El Rojo mostró en este primer parcial un goleo repartido y Boca, en los primeros seis minutos, basó su juego en la efectividad de Leo Gutiérrez, que convirtió siete de los 14 puntos de su equipo.

La visita sacó una leve diferencia pero a falta de tres minutos, el Rojo puso el partido 16 iguales. Los últimos instantes de éste parcial fueron gol a gol. Cuando Boca no podía con Gutiérrez, remontaba el tanteador con Cequeira que penetraba sin problemas. Oroná para los Xeneizes y López para los dirigidos por Santángelo, cerraron con un triple cada uno el primer descanso corto que terminó 23 iguales.

El segundo parcial arrancó con un triple de casi nueve metros de Fernández para la visita. Independiente tuvo en los primeros instantes pérdidas de balón y estuvo impreciso en los últimos pases. Boca rotó la base y el banco y a cuatro minutos del final La Caldera explotó con la asistencia volada de Labella a Byron. Tras ese punto, el Rojo elaboró tres buenos ataques para meter un parcial de 12-0 y estirar a siete la máxima ventaja del cuarto. Una de las virtudes en este segmento fue tener una buena efectividad de la línea de simples, en tanto que a Boca sólo Cequeira lo mantenía en partido. Lo único preocupante para el local fue la caída de Johnson, que se fue con dolor al descanso.

El alivio llegó al verlo en el arranque del tercer parcial y el moreno demostró que estaba muy bien porque tuvo una excelente segunda parte. Además se complementó muy bien con Taylor. Los dos equipos mostraban defensas duras y efectividad en ataque. Taylor comenzó a destacarse en ambos tableros y Boca comenzó a encontrar variantes. Dos buenos ataques de Independiente hicieron que el Rojo metiera una parcial de 8-0 para estirar la ventaja a 10 (75-65).

La Bella manejaba bien los hilos y así se fue al descanso con una ventaja de 12, con efectividad en ataque y presencia en defensa. En el último cuarto no se desesperó, manejó la bola con tranquilidad y llegó a sacar 15 de ventaja. Dos triples de Gutiérrez y un de Oroná hicieron que Boca se llevara el pasaje por 10-0 pero el Rojo pudo recuperarse rápidamente. Boca no encontraba gol y el Rojo estuvo acertado desde la línea para festejar.

Síntesis

Independiente (105): Leandro Lauro 2, Esteban López 16, Nicolás Romano 14 (x), Byron Johnson 29, Terrell Taylor 23 (FI); Leonardo La Bella 11, Juan Pablo Sánchez 0, Claudio Chiappero 2, Martín Melo 8 y Pablo Heit 0. DT: Mauricio Santángelo.

Boca Juniors (94): Luis Cequeira 23, Gustavo Oroná 13 (x), Devon Ford 6, Leonardo Gutiérrez 23, Gabriel Fernández 21 (FI); Alejandro Alloatti 3, Fernando Funes 2, Raymundo Legaria 3 y Antonio Reynolds 0. DT: Gabriel Piccato.

Parciales: 23-23, 54-51, 83-71
Árbitros: Pablo Estévez y Gabriel Tarifeño.
Estadio: La Caldera - Neuquén

Crónica: Diario La Mañana de Neuquén