Arcegol

Fue una batalla de 40 minutos en un campo de juego de 30 x 15 con una pelota en el medio. Un partido de Play off donde los jugadores nunca le escaparon a la condición de lucha que tienen estas instancias. Los dos planteles poseen jugadores con mucha personalidad, por eso una vez que se planteó el partido parejo ninguno le escapó a la lucha.

Esto condicionó a los dos. Una vez que se sentaron las bases de un partido muy conversado, discutido, peleado, y que ambos jugaron a ver quien era más guapo, era claro que ganaría quien se dedicara a jugar al basquetbol un ratito entre tanta pelea. Lo Hizo Quilmes en el suplementario. Atenas en cambio no regreso nunca del terreno de la lucha, se quedó envuelto en la batalla. Se olvidó de jugar para ganar.

Ambos defendieron con mucha capacidad táctica y poniendo el plus de la ocasión pero Quilmes sacó ventajas en el inicio merced a una mayor inteligencia para atacar la zona 2-3 que planteó Atenas. A Quilmes le fue mejor contra la zona que contra el hombre a hombre y la destruyó con pases y Arceneaux posteado y no con triples.

Un parcial 10 – 0 le permitió al local cerrar el primer cuarto arriba por 6 (20-14) con una buena gestión defensiva de Salles sobre Lábaque y de Villares sobre Figueroa. La diferencia fueron los dos triples de Villares.

En el segundo segmento aunque no se sacaron ventajas, hubo una diferencia decisiva a la hora de atacar. Mientras Quilmes erró un par de contraataques con superioridad numérica, Atenas se sostuvo con un unipersonal de Acosta (que salió de suplente) y que convirtió puntos en el segmento lanzando incómodo y guiando a los suyos.

El griego bajó el nivel de pérdidas que había tenido en el segmento inicial (5) y fue mucho más incisivo atacando cerca del canasto. Quilmes se repitió en el triple con bajos porcentajes (4/14) y sólo su juego interior le dio de comer.

Al final del primer tiempo había una ventaja más amplia en la cancha que en el tanteador para el local, que no le supo sacar los réditos a su contraataque y del otro lado Acosta castigó sin miramientos y con tiros inverosímiles.

El tercer parcial siguió siendo un lugar donde las protestas eran habituales, tanto como los fallos polémicos de los árbitros. Daba la sensación que detrás de un error llegaría siempre el recurso de la compensación. Pero como en esta serie se vienen hablando desde Córdoba, la verdad tanta protesta no hace otra cosa que cansar.

Otra vez Acosta, esta vez acompañado por Palladino, lideró a los suyos, pero Quilmes respondió con dos triples de Maciel, más la tarea efectiva de la dupla Dentis – Arceneaux. Salles, Villares, Edwards: todo el perímetro de Quilmes estaba desaparecido en la marca de Atenas.

Para el cuarto final Quilmes volvió a su peor versión de la segunda fase de la serie regular empujado por la defensa visitante. Atenas cortó el circuito ofensivo de Salles o Aguirre con el resto, negó el juego interior y obligó al cervecero a jugar lo que más le incomoda: las situaciones de uno contra uno. Acaso Edwards (que tiene problemas de dribling) y Villares sean los únicos en condiciones de generar peligro mediante esa vía. Quilmes gana cuando juega al básquet de conjunto y Atenas lo sabe.

Se partió al medio la ofensiva quilmeña que nunca pudo poner en el cinco contra cinco un hombre libre de frente al canasto y contadas veces a Arceneaux de espaldas para jugar el 1 vs 1. Atenas también chocaba contra la buena defensa local pero tenía mayores recursos para convertir. En un final apasionante, y luego de un parcial 10-16 en el segmento final el partido terminó igualado en 66.

Aunque parezca inverosímil Quilmes, perdiendo el cuarto final llegó mejor armado que su rival al suplementario. Es que la secuencia de los últimos dos minutos fue de una mejor imagen, no permitiendo que Atenas convierta en los ultimas cuatro ofensivas del tiempo regular.

El suplementario comenzó con un triple errado de Villares y uno convertido de Acosta. Parecía que era todo de la visita, pero allí fue donde Quilmes jugó mejor. Sacó el juego de equipo, no abandonó la condición de lucha pero fue mucho más inteligente que su rival que se repetía en el único recurso de buscarlo al “negro” Acosta. Un doble de Edwards, otro de Villares, otra estocada de Arceneaux y luego una de Romero metieron un parcial de 8-0 para dar vuelta la historia por completo y pasar de perder 66-69 a ganar 74-69 a falta de 1:20.

Atenas desdibujado, sin poder soltarlo a Bruno Lábaque en todo el partido y con Acosta sufriendo sobre el final la muy buena marca de Edwards (que le tomó la vuelta) apenas marcó seis puntos. Con una gran combinación de Salles para Romero, que terminó con doble y falta de Osella, Quilmes liquidó el juego (77-72) a falta de 20 segundos.

Con el partido detenido en la jugada siguiente, cuando Atenas falló su último intento y Romero tenía que lanzar dos libres, pasó de todo en el banco de suplentes visitante. Primero voló una botella que todos acusaban que había salido del mismo banco de Atenas, mientras que los jugadores sostenían que la habían tirado desde la platea.

Por último apareció en el piso el entrenador de Atenas, Carlos Bualó, acusando un golpe en la cabeza por un elemento contundente. El partido estuvo demorado un par de minutos y los árbitros decidieron continuar no haciendo caso a los reclamos de la visita. Los testigos de cada parte juraban que Bualó se tiró como para ganar el “Oscar” mientras que los cordobeses insistían en la agresión. Lo único que hizo fue enrarecer el final de un partidazo que Quilmes ganó con justicia y que dejó la serie muy caliente, match point a favor del cervecero.

Síntesis
Quilmes (66) (79): Hernando Salles 3, Eduardo Villares 12, Carl Edwards 12, Harold Arceneaux 23 y Ezequiel Dentis 12 (FI). Diego Romero 6, Nicolás Aguirre 5, Maximiliano Maciel 6. DT: Oscar Sánchez.

Atenas (66) (72): Bruno Lábaque 7, Juan Pablo Figueroa 2, Leandro Palladino 10, Diego Osella 14 y James Moore 8 (FI). Sebastián Acosta 21, Mauro Bulchi 0, Cristian Romero 2 y Brandon Mason 5. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 20-14, 39-35 y 56-50
Árbitros: Pablo Estevez y Leo Mendoza
Estadio: Once Unidos (2200 personas)

Foto: majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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