Alta Magia

Un día largo, muy largo en Mar del Plata para muchos de las partes involucradas. Algunos casi no durmieron desde hace 24 horas como Diego Maggi, manager deportivo de Quilmes. Muchos de los directivos (muchas veces criticados como Alfaya, Rígano, Cotignola, Bonano) han dejado sus trabajos para darle 24 horas full time para poder llevar el partido nuevamente a Once Unidos en lo que consideraban una arbitrariedad y una injusticia. Todos movilizados, febriles, ¿Culpables o inocentes?

Después de conocerse la postura del Coprosede de no prestar servicios para Once Unidos llegó la declaración de principios de Quilmes en boca del dirigente Daniel Cotignola “no pensamos ir al Polideportivo, nuestra casa es Once Unidos” aparecieron entonces en acción los abogados Raúl Mona y Eduardo Gelpi que trabajaron junto a la dirigencia para elaborar el pedido de recurso de amparo. Finalmente presentado en el Juzgado Correccional Número 3 cargo del Juez Juan Manuel Fernández Daguerre.

El directivo Eduardo Alfaya logró comunicarse por la mañana finalmente con el comisario Rubén Pérez y charló casi una hora con él. A las 14.00 salió el benefició del amparo y Quilmes quedó habilitado para jugar en Once Unidos el mismo día y horario que correspondía en el programa previo. Alfaya se comunicó entonces con el Capitán Francisco Cichello para comunicarle la noticia y ponerlo en aviso. Además mediante su gestión consiguió una guardia especial de 15 efectivos de la policía montada.

Cichello informó a los 21 agentes que debían presentarse a las 20:00 en Once Unidos. Ellos más la policía montada cubrirían el operativo. A las 16:00 Todo estaba listo. De todos modos, no es el club el que debe avisar sobre la resolución del juez sino que la orden debía llegar desde La Plata a través del Coprosede. Desde allí cerca de las 17:15 se informó que no había tiempo suficiente para montar un operativo que según cuentan las partes en Mar del Plata ya estaba organizado.

EL Comisario Rubén Pérez entonces sostuvo “no sólo deben ser 21 efectivos, la operatividad es mayor, hay otros requerimientos también, a los que debe someterse Quilmes como organizador, de acuerdo a lo sucedido para garantizar la seguridad es necesario más personal y además se debían tener en cuenta nuevas exigencias para cumplir con el rol de prevención, como poner personal detrás del banco visitante, evitar que sobre vendan entradas por arriba de la capacidad del estadio y el hacinamiento de la gente, algo que no se puede armar en poco tiempo”.

La historia oficial

Entre el caudal de palabras y llamados cruzados, declaraciones y posturas de las partes se pierde de vista el origen de la resolución del Coprosede.

Cuando la entidad encargada de la seguridad en la provincia de Buenos Aires tomó la decisión de sacarle el “banquito” a Quilmes y mandarlo al Poli, todavía no habría llegado a las oficinas de Pérez el fax de la ampliación de Cichello sobre los sucesos del miércoles por la noche. El Coprosede hizo foco en los problemas que sufrieron los protagonistas (Técnico y Jugadores de Atenas) cuando el partido estaba finalizando.

Según le confirmaron altas fuentes calificadas a Pick and Roll, cuando Pérez tomó conocimiento real y no de terceras personas (incluso la prensa) de cómo fue la situación se dio cuenta que había cometido un error por apresuramiento.

Una situación que no se reveló en este problema es la extrema precaución que debe tener el Copresede por cualquier incidente que se desarrolle en su ámbito. La suspensión del estadio de Racing, los últimos episodios de violencia en el fútbol (aunque fueron en jurisdicción de Capital) todo lo pone en jaque. Cuando surgió un problema en Mar del Plata, no dudó. Su gestión y la coyuntura lo encerraron en un callejón y actuó por reflejos.

Considerando la situación y luego de hablar con el dirigente de Quilmes por la mañana el discurso de Pérez cambió y de los “sucesos que vio todo el país” pasó a: “ Quilmes asume la responsabilidad de no ubicar público detrás del banco de Atenas; reducir la cantidad de público sensiblemente en esa área, la presencia de un perímetro policial para evitar el ingreso del público, y un cuidado especial en relación a los papeles por ser elemento de combustión (foco ígneo).

Bajo estas medidas, el Comisario Pérez autorizará a que se brinde la cobertura policial correspondiente y se dicten las normas de prevención que a su juicio fallaron en el partido del miércoles.

Ahora, estos elementos que enumera el titular del Coprosede ¿eran suficientes para sacarlo a Quilmes de Once Unidos? Según cuenta el dirigente Alfaya: “Yo le dije a Pérez que el ciudadano de Mar del Plata no entiende de jurisdicciones y el hincha vio que se jugó una final en la bombonerita, entonces ¿se va a comer la galletita que en Once Unidos no se puede jugar Play off sin público visitante?. En nuestro estadio el año pasado se jugó play off de cuartos de final con 200 personas de Corrientes y perdimos el partido y no pasó nada.”

Sin dudas que la resolución Pérez no la tomó como medida preventiva del partido del viernes sino como consecuencia de lo que pasó en el banco de Atenas el miércoles a la noche. Tampoco la tomó por la sobreventa de entradas y la gran cantidad de papeles, sino porque el técnico de Atenas acusó recibo de un “piedrazo” desde la tribuna. Luego si, calmó las aguas y estableció con muchísima cordura situaciones corregibles, verificables y necesarias. Que podrían haberse tomado sin querer trasladar a Quilmes de Once Unidos al Polideportivo.

Hasta acá pasando en limpio, Pérez se jacta que actuó bien en materia de prevención, los dirigentes de Quilmes se sienten perjudicados por una injusticia. Nadie actuó mal.


La palabra de Bualó

Luego de conocida la decisión de trasladar el partido al sábado, el técnico de Atenas, Carlos Bualó, charló con pick and Roll en el lobby del hotel 13 de Julio, donde se encuentra alojado y con muestras visibles de cansancio (seguramente él tampoco pudo descansar) se prestó al diálogo sin reparos.

- “Acá se da un caso que a uno lo pone mal que es que se desconfie de lo que pasó. Yo tengo 13 años dirigiendo, 30 más jugando al básquetbol es decir que soy bastante viejo y yo autorizo a que cualquiera revise mi historia y mi trayectoria con respecto si alguna vez tuve problemas en una cancha, me metí con alguna hinchada, la gente que va a la cancha sabe que nos gritan y nos dicen de todo y jamás miré para la tribuna ni para nada”.

En este caso yo iba caminando y cae de la tribuna del costado algo que no te puedo decir si es una piedra, un caramelo, algo, que me pega al lado del ojo, me agarro el ojo, me agacho, voy me siento en el banco y le digo al kinesiólogo nuestro ¿Tengo algo?, porque me pegaron y por suerte no me pegaron en el ojo, a Fabián Pérez de la televisión y al árbitro que me vino a preguntar les dije: “estoy bien” me pegaron acá pero estoy bien. Me preguntó si podemos seguir y le dije que si, que sigamos. Es decir uno en lo personal no buscó hacer ni un escándalo ni una ventaja. Ni tampoco se justificaba en ese momento, yo no quería sacar ventaja de nada, ya el partido estaba definido. Si yo hubiese querido sacar ventajas, que por ahí otro técnico lo hubiera hecho o por ahí lo hace, capaz que me hubiera tirado, me desmayo, que me lleve la ambulancia, yo fui sincero: me pegaron, me tapé el ojo, les dije me duele algo ahí por el golpe al lado del ojo. Les dije a la televisión y a los que vinieron, no tengo nada esta bien que siga el partido, se terminó el partido y ahí terminó todo lo que ahora se toma como un gran escándalo y que por ahí nos quieren culpar o me quieren culpar de esta suspensión, que nosotros no tenemos nada que ver, porque yo vine para el hotel, no hice mas nada, no hice ni denuncia ni hablamos más, solamente pensamos en ir a jugar nuevamente y después sale la decisión del Coprosede por la inseguridad y nos meten en el medio a mi y a Atenas cuando no es real. Lo que si quiero que se tenga en cuenta es la trayectoria a ver si alguna vez tuve un problema así o si durante el partido busque algún problema antes o después de eso. Y si yo buscaba sacar ventajas ¿que es lo que lograría tapándome el ojo, sentándome y diciendo que sigamos?.”

- Hasta ahora públicamente se vio poco. Esta el partido que fue en directo para todo el país menos para Mar del plata, un video publicado en youtube que no muestra mucho en el cuadro por cuadro pero queda el video oficial que se le entrega la AdC y hay más filmaciones de programas locales. Vos sostenes que se puede comprobar más allá de tus palabras que te golpeó una piedra…

- (interrumpe) no sé si una piedra, algo duro, si me decís un caramelo es lo mismo. Algo duro que viene del lado de la hinchada. Yo no estaba ni protestando porque ya estaba el partido definido y después lo que digan los videos, la verdad es que la cosa me pegó, me agarre el ojo y yo no se si cuando hay un asesinato en el video sale la bala, yo no se como es eso.

- Me parece que la situación es mucho más seria de lo que parece. Un técnico de tu jerarquía se cae porque recibe un impacto, algo pasó, eso es evidente. Es necesario que se investigue por eso también te pregunto si se puede refrendar tus palabras con un video.

- No la jerarquía por como dirijo sino por la conducta, ¿Cuándo me metí con alguien?. Y lo que te digo, no caí ni al piso, yo me agaché. Es instantáneo, me agarré el ojo y me agaché. Fui para atrás y me senté. Eso lo pueden ver claramente. Después me decían los que vieron los videos que de ese rincón se han visto manos tirando cosas, pero ese no es mi problema, yo quiero que no pase más, y fundamentalmente que confíen una vez en mi y lo más fácil es decir, no pasó nada y no solucionamos el problema. Yo jamás miré a la tribuna y te lo puede decir la gente que estuvo ahí. Yo camino por el banco, silbo, por ahí protesto con los árbitros como hace cualquiera pero jamás busque ventajas y no me largo a hablar ni de los colegas ni de nadie, yo simplemente trato de dirigir y que me equipo juegue bien. Y creo que en 40 años si uno no hizo nunca nada, y alguna vez le tiran algo y pasa lo que me pasó, si no me creen al menos no salgan a decir que es un invento mío o soy un artística porque no es así.

Según se ve, Bualó insiste en que algo le pegó (el informe policial sostiene que fue víctima de un elemento que patea su propio asistente, al patear una bolsa de papeles) y sostiene que nada de lo que hizo fue para sacar ventajas. Otro que tampoco es culpable.

Finalmente queda lo de Bruno Lábaque con la famosa botella de gatorade. Esto lo debe resolver la justicia pero podría hacer aquí un stop en primera persona y confesar lo siguiente:

No es mi estilo defender a ningún protagonista porque deben defenderse con sus propias palabras, pero no me caben dudas que lo que hizo Bruno Lábaque fue víctima de la adrenalina del juego y consecuencia de la shockeante noticia que recibió en el mismo día del partido (su esposa perdió el embarazo que tenía). Las pulsaciones y la impotencia del resultado lo llevan a los jugadores a hacer mucho más que lo que hizo Lábaque, pero quienes conocen a Bruno saben que encuentra una persona de bien más grande aún que el jugador que es. Un acto natural de un jugador y los momentos de cancha. Siempre he sostenido (y lo sigo haciendo) que los profesionales deben jerarquizar el juego con su conducta. Pero los jugadores en circunstancias como las de Lábaque tienen sobrados motivos para hacer al menos lo que hicieron. Para mi inimputable.

Finalmente caemos entonces en la cuenta que la culpa la debe tener la gente. Por festejar, por tirar papelitos, por insultar como se hace en todos los estadios pero esta vez quizás afectando las sensibilidades de algunos, por tirar cosas al banco de suplente de Atenas, por invadir la cancha para abrazarse a los suyos, sin siquiera poner en riesgo a los jugadores visitantes, pero la invasión por festejo al parecer es un delito.

No son culpables los protagonistas por hacer teatro de todo, todo el tiempo, buscando sacar ventajas sobre los árbitros de cada decisión del juego.

No son culpables los dirigentes, por falta de previsión sobre como liberar la zona de atrás de los bancos de suplente visitante, porque cuanta mayor presión, mejor es.

No son culpables los policías por la inacción cuando las cosas suceden sobre la marcha y no logran tomar una pronta resolución que este por fuera del libreto que les escribieron.

No es culpable el coprosede por tomar decisiones absurdas como el cambio de cancha a 24 horas del partido cuando una serie (MININA) de pautas solucionaba todo.

No es culpable la AdC por haber dejado que pasen los años y contrario a la AFA, todavía no haber conseguido una Ley federal sobre asuntos de seguridad.

La culpa debe ser entonces de la gente. Que paga la entrada por ver un espectáculo. Qué llenó de papelitos un estadio y que al parecer debe comportarse como en una iglesia.

Porque los escenarios se suspenden, los bochornos se suceden y nadie tiene la culpa. Pronto entonces será mejor, más divertido y tendrá mayor grado de emoción ir a misa que ir a la cancha.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar