(Opinión) San Antonio está dulce aunque sus actuaciones no han sido de las mejores últimamente. A solo 8 días del final de la fase regular, con 5 juegos por delante, el equipo de Ginóbili y Oberto se mantiene segundo en el Oeste muy cerca de los Hornets. Pero jugando a este nivel la postemporada será más dura de lo que pueden legar a imaginarse.
Autor:Sebastián Ciano (Especial para Pick and Roll)
Luego de la derrota del sábado de los Denver Nuggets ante Sacramento Kings por 118 a 115los San Antonio Spurs se aseguraron un lugar en los play-off en medio de una conferencia Oeste disputada como pocas veces, con los primeros 6 equipos separados por tan solo 3.5 juegos de diferencia y sin saber aún cuales serán las posiciones finales que determinarán los cruces.
Si bien matemáticamente su pasaje a la postemporada recién se aseguró el fin de semana pasado, ningún jugador del plantel campeón de la NBA pensaba que quedarían afuera. Sin embargo era una posibilidad latente que los medios reflejaban. Ahora, con la postemporada a la vuelta de la esquina la pregunta no es sólo en qué colocación llegarán los Spurs, sino también en qué nivel.
San Antonio es dueño de una marca de 53 ganados y 24 perdidos con el que se ubica segundo, junto a los Lakers (53-24), a solo un juego y medio de los New Orleans Hornets, únicos punteros con 54 victorias y 22 reveces. Ha ganado 9 de sus últimos 10 partidos, lo que le ha permitido saltar del quinto puesto al segundo, aunque si se descuidan saben que volverán hacia abajo.
Lo discutible no son los números en la tabla, de hecho solo han perdido 7 partidos de 21, sin embargo muchos de los triunfos (sobre todos los más recientes) no han sido tan convincentes en cuanto al nivel mostrado dentro del rectángulo de juego. En varias ocasiones la defensa dejó de ser su carta de presentación ante los rivales para convertirse en la salvación ante una mala noche en ofensiva.
Sin ir más lejos, en la última victoria ante los Trail Blazers quedó demostrado: Los Spurs convirtieron la segunda menor cantidad de puntos en la temporada (72), pero dejó a Portland en 65, con un 34.2 % de cancha.
El 28 de Marzo ante los Minesota Timberwolves, San Antonio ganó por 99 a 84 sin brillar ante el tercer peor récord de la NBA. En declaraciones post partido, Emanuel Ginóbili avisaba que estaba algo preocupado por el nivel que su equipo estaba mostrando en la recta final de la fase regular. “Tenemos que incrementar el nivel en estos últimos 9 juegos, si no, no llegaremos tan lejos”, señalaba Manu.
En la seguidilla de victorias solo 3 equipos han podido anotarle 90 puntos, de los cuales solo uno salió vencedor (Utah le ganó el viernes 90 a 64). Sin embargo, los Spurs poseen el quinto peor ataque de la NBA con 95.5 puntos de promedio por partido, con un 45.6 por ciento de campo (14to). En contraposición, la defensiva es la tercera mejor, detrás de la de los Celtics y Pistons, con solo 90.6 tantos en contra de media, al tiempo que permiten el 44.3 % en tiros de campo de sus rivales.
El mayor déficit del campeón puede llegar a encontrarse en el apoyo que recibe su “tridente dorado”, conformado por Manu, Duncan y Parker. Aquellos jugadores que más injerencia tienen en el esquema, exceptuando los tres mencionados, no están al nivel que se les conocía. Tal es el caso de Michael Finley, quien tiene apenas un 40.6 % de cancha. Damon Stoudamire llegó cuando Parker estuvo lesionado para aportar ofensiva, aunque no ha sido de mucho valor, mientras que Robert Horry jugó muy poco e Ime Udoka (42.4%) ha sido útil desde el banco, pero con matices.
A ocho días de la finalización de la fase regular, los San Antonio Spurs están donde siempre se los puede ver a esta altura de la temporada, hasta tienen muchas chances de quedarse con el número uno del Oeste. Aunque está claro que este año, más que ningún otro, necesitarán mostrar porqué son los campeones ante un futuro cuadro de play-off que, enfrenten a quien enfrenten, será el más difícil en años.