“Sueño con poder ir”

Cuando se quiere enserio no existen distancias grandes. No hay kilómetros que valgan si se trata del corazón. Es por ello que a pesar de que se encuentra lejos de su Gualeguaychú natal, Gisela Vega siente a los suyos cerca, y aún más por estas fechas, donde falta tan poco para que regrese a nuestro país.

Y si bien la casa tira, lo mismo que la familia y los amigos, la celeste y blanca no le es esquiva a nuestra compatriota que esta temporada se desempeñó en el Tarbes de Francia.

“Me encantaría poder volver a jugar para la selección y más para revivir momentos como los del último mundial, ya que fue algo increíble. Sería una oportunidad de demostrar que lo que hicimos en Brasil no fue casualidad, que trabajando se logran muchas cosas buenas. Fue un gran grupo humano y eso nos sirvió como un plus dentro de la cancha”.

Mientras continúan las tratativas para poder contar con Gisela en el repechaje olímpico que se desarrollará del 9 al 15 de junio, es la misma Vega la que no pierde las esperanzas de formar parte del plantel:

“Aunque aún no esté confirmada, sueño con poder ir, y dejar el alma en Madrid para lograr uno de los cinco pasajes clasificatorios a los juegos olímpicos”.

La charla siguió enredada en recuerdos, emociones y vivencias, y entre tantas imágenes que se construyeron en el aire apareció el gran torneo que hicieron nuestras chicas el año pasado en Valdivia; y que gracias a su actuación hoy el básquetbol femenino continúa con la chance histórica de ir a Beijing.

“Fue una sensación muy rara verlo de afuera. Una mezcla de sentimientos: un poco de melancolía por no haber podido estar y a la vez mucha alegría por mis compañeras, que dejaron la vida en cada pelota y lograron la clasificación al repechaje”.

“Hoy en día mi trabajo esta en Europa y toda mi vida gira en torno a eso. Pero aunque la selección hoy este en un segundo plano, por estas circunstancias de la vida, para mi vestir la celeste y blanca siempre fue, es y será un verdadero orgullo y un sueño”.

Continuando con el análisis de la actuación de las Gigantes en Chile, Gisela señaló:

“No me sorprendió en absoluto lo que lograron. Se la manera en que trabaja la selección; las chicas son ambiciosas y dejan todo. Conozco hace muchos años a mis compañeras y ellas son capaces de muchas cosas”.

“Me pongo en su lugar y no es fácil para cada una de ellas. En Argentina el básquet femenino se vive de manera diferente. Muchas de ellas trabajan, estudian, tienen que hacer sacrificios y hay veces que ir a la selección implica dejarlo todo de lado, y si bien son más las cosas que uno pierde, ellas han demostrado que son capaces, que siempre están para brindarse por completo y que cuando se quiere se puede”.

Dejando volar la imaginación, Gisela Vega se prestó al juego de soñar. Y fue allí, que ante la posibilidad de pedir dos deseos, uno junto con la selección y otro a nivel personal la entrerriana no dudo.

“Con la selección jugar los Juegos Olímpicos y a nivel personal seguir progresando, y seguir escalando. Sobre todo ser feliz y reencontrarme con los míos pronto”.

La liga francesa le dio a nuestra Gigante la posibilidad de disputar dos encuentros por semana, decir presente en la copa Europa y medirse con jugadoras de primer nivel, las cuales exigen y hacen crecer. Es por esto que a la hora de resaltar los puntos positivos que vivió en esta temporada en el Tarbes, Gisela sostuvo:

“Destaco mi valentía. Día a día veía que me hacía más fuerte. Me pude adaptar a muchísimos cambios, ya que es una vida completamente diferente. Jugar en este nivel te hace crecer y aprendí a progresar y no bajar los brazos. Todos los días tenía que levantar la cabeza para no aflojar, porque al no ser francesa o americana me lo hacen sentir”.

“Pero de a poco y con mucho esfuerzo me hice un hueco, algo que en parte les debo también a mis compañeras, ya que ellas me ayudaban mucho. Querían que me integrara, ayudaban a que comprendiera mejor las cosas. Entre el inglés y el francés, hay veces que perdes la concentración de lo que el entrenador en un minuto te quiere decir”.

“Por allí en momentos importantísimos de un partido, ver como poco a poco me fueron dando más confianza me hizo más fuerte y eso es lo que más resalto. Me queda mucho aun por progresar. Jugué este año Eurocopa y para seguir progresando me gustaría jugar Euroliga. Esperemos que con el tiempo pueda lograrlo. Podría decirse que forma parte también de uno de mis deseos”.

En el final de la nota, la interna de 26 años no se quiso olvidar de los suyos.

“Quisiera agradecer a mucha gente que me escribió dándome fuerzas, apoyándome, haciéndome ver quienes son las personas que valen la pena. A mi familia que siempre está, a mis amigos, a mi marido por su apoyo incondicional de todos los días. A personas como vos que buscan interiorizarse y charlar conmigo antes de hablar por hablar, algo que ha hecho gente que me conoce desde mis comienzos, y se ha dado el privilegio de hablar de mí sin saber”.

Emanuel Niel
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