Madre patria aquí me tienes

Nunca imaginé lo reconfortante que sería ver tierra, pero luego de tantas horas sobre el mar, a pesar de los metros de altura, cambiar el azul interminable por el verde de la vegetación fue un alivio, incluso aún no entendiendo porqué ese extraño sentimiento, ya que en ningún momento tuve miedo. Las horas de vuelo y la ansiedad supongo que confunden a cualquiera.

La cuestión es que aquí estoy. Pasadas las 19:30 (hora española) ingresé al hostal que había reservado previamente desde Argentina; ingreso que se dio simultáneamente con el último entrenamiento de nuestras chicas de cara a su primer compromiso en el repechaje olímpico ante la República Checa.

Hasta el momento Madrid no me permitió cerrar la boca. Desde que salí del aeropuerto internacional de Barajas hasta la llegada a mi “casa por unos días” todo resultó ser increíble por donde se lo mire. Desde la limpieza y respeto por las señales de tránsito y los peatones, hasta la seguridad y libertad con la cual los visitantes del mundo se mueven por estos lares. Ni mencionar monumentos, museos y demás preciosuras arquitectónicas.

Entre tanto asombro me pude dar un gusto, que representaba uno de mis anhelos de chico. De tanta televisión que consumía de pequeño, una de las publicidades que más me impactó fue la de la casa de comidas rápidas Kentucky Fried Chicken. No me pregunten el motivo, pero Don Kentucky se quedó clavado en mis retinas.

Le informo al niño que aún tengo dentro que para cena, el combo “ala-muslo-pata” es extremadamente aceitoso, y que si hoy por la noche nuestro hígado comienza a acusar recibo de la ingesta, será él el que deberá levantarse, conseguirle medicamentos y cuidarlo, ya que nos quedan varios días de estadía. Todo sea por cumplir sueños de niñez, a pesar que tenga poco que ver con las comidas típicas de la madre tierra.

Por ahora los diarios españoles le han dado poco espacio al Repchaje Olímpico. Entre Nadal y Roland Garros, el fútbol, la Eurocopa, y la asunción de Aito como nuevo entrenador de la selección mayor española de básquetbol masculino, el certamen a tenido poca difusión, aunque seguramente mañana, en su día de inicio se robe muchas más líneas.

Las cinco horas de diferencia que existen entre España y Argentina hacen que acomodar el reloj corporal no sea fácil en las primeras horas. Siendo conciente que debería tener un sueño atroz ya que aquí es la 1:30 de la mañana, y estoy bastante lejos de ello, voy cerrando la primera hoja del diario de viaje “Madrid”.

Antes que pregunten y se preocupen: Fui precavido, vine con adaptadores (mala experiencia en Chile por desconocimiento) y para mi alegría todos andan. Cosas que se aprenden.

Foto: Emanuel Niel.

Emanuel Niel
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