¿Gana la banca?

El nuevo equipo yanqui se roba todo el favoritismo (aunque se enojen los españoles). El nuevo Dream Team ha tenido desde las declaraciones de prensa una postura diferente al sus históricos predecesores (más estrictamente a los últimos).

Nunca bajarán el copete (no tienen porque hacerlo) pero han bajado del atril para declarar que “Estamos haces tres años juntos en este proyecto, sabemos como jugar el basquetbol FIBA” según declaró Wade y luego “Cualquier otro resultado que no sea el Oro es un fracaso” según confesó Lebron James. No le escapan a la responsabilidad y han trabajo en consecuencia.

Estados Unidos terminó la preparación con un récord 5-0 y a diferencia de España lo hizo jugando en cualquier lugar y viajando seguido, cambiando de rutinas, horarios y ciudades. Esto también debe haber provocado un lógico desgaste a pesar de la larga rotación del plantel y lo bien que reparte los minutos el técnico Mike Krzyzewski.

En principio es bueno aclarar lo más básico. Estados Unidos jamás quiso cambiar su forma de jugar por el juego del mundo FIBA, ni tampoco jamás lo hará. Lo que está haciendo es corrigiendo errores pero no cambiando su forma que son dos cosas distintas.

Por naturaleza utilizarán el ataque rápido como arma predilecta para generar partidos de alta cantidad de posesiones, situación que con los valores ofensivos que poseen establecen amplias ventajas.

Con inteligencia parecen haber aceptado dos situaciones que antes no: defender con más energías, con pretensiones y jugar en equipo en el ataque estacionado. No como se acostumbra a ver en Europa (o la selección nacional) pero si muchos más que las selecciones anteriores, pero el origen y espíritu de su juego jamás cambió. Serán una maquina de correr y esta situación solo dependerá de la inteligencia del rival para impedirlo.

La variante: al defender con mayor capacidad atlética y conciencia de equipo, su ataque rápido es más fluido y ordenado. A cancha abierta son imbatibles. Esta vez van en serio, desde atrás hacia adelante se construye un campeón.

El mayor problema que encuentran es de concepto: en la NBA los jugadores aceptan sin restricciones las situaciones de juego de rol. Pero al juntar doce mega estrellas (en realidad 6 el resto no lo son) la situación del juego de rol se dificulta.

Los ejemplos más claro son Argentina y España donde las estrellas se ponen al servicio del equipo sin preguntar nada. Manu Ginóbili tiene cero problemas que el que tome la posta ofensiva sea Scola y viceversa. Mientras el equipo gane hacen lo que sea necesario. A los técnicos del Dream Team les fue difícil convencer a las estrellas que hagan algo para el equipo sin el lucimiento personal. Ahora parece que van por el camino del entendimiento. Esto no los hace peligrosos sino imbatibles.

En la NBA la aceptación del rol es sencilla. Por el salario que se le paga tienen que hacer situaciones muy específicas. Se ganan la vida de la manera que el técnico les indica. En la selección es diferente: lo tienen que hacer por el bien común del equipo, lo tiene que hacer por orgullo, tienen que aceptar que otro brille para ser campeón, tienen que ser humildes.

Uno de los primeros puntos que un técnico toma para realizar un scouting es hacerse la pregunta: ¿Qué cosas hace infeliz a mi rival?. En Estados Unidos eso significa un partido de baja cantidad de posesiones, que estén todo el juego obligados a defender y pasarse el balón. Obviamente no es sencillo, solo es la clave.

De todos modos es muy visible que caen fácilmente en la anarquía de juego cuando los obligan a jugar cinco contra cinco. Toman decisiones individuales (brutales talentos) pero facilitan las gestiones defensivas del rival.

Contra Canadá tomaron 67 tiros de campo y 28 tiros libres (120 puntos a favot) , contra Turquía fueron 59 lanzamientos de campo y 32 TL (hizo 114 puntos). Ante Lituania fueron 75 y 21 (120 puntos) mientras que en los dos últimos partidos no superó los 90 puntos (56 y 26 ante Rusia (89 puntos) finalmente 63 y 33 ante Australia (87 puntos).

El básquetbol es un juego de porcentajes y si Estados Unidos con todas sus estrellas lanza 3/18 en triples como contra Australia se vuelve un equipo mas humano y por ende ganable. No sucederá muy a menudo.

Carlos Boozer, Michae Redd, Tayshaun Prince sumarán menos de 10 minutos de juego por partido. Pero con una rotación confiable de 9 jugadores tienen material de sobra para ser muy dinámicos y agresivos en defensa.

Son los candidatos si demuestran, cuando estén en problemas poder resolverlos como equipo. Si algún rival logra meterse en el último cuarto en situación de paridad en el tanteador, es posible que los haga caer en la anarquía mencionada. Es el objetivo. El mundo se acostumbró a verlos sin la medalla de oro ¿Cuánto durará esto?.

Pablo Tosal
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