Los Oklahoma City Thunder son una realidad. Ayer se dio a conocer en sociedad la nueva franquicia de la mejor liga del mundo que no es otra que los antiguos Supersonics, cuyo dueño los trasladó desde Seattle hasta esta nueva ciudad.
Autor:Sebastián Ciano (Especial para Pick and Roll)
Dicen que la palabra “Thunder” (trueno) fue escogida con el fin de demostrar energía y poder. Lo cierto es que la misma todavía tendrán que plasmarla en la cancha. Finalmente se terminó el misterio, y los viejos Sonics quedaron sepultados ¿para siempre? en el fantástico mundo de la NBA. Los Oklahoma Thunder cobraron vida ayer, cuando mediante una conferencia de prensa, se develaron el logo y los colores de la franquicia, que hacen referencia a la puesta del sol de dicha ciudad estadounidense.
Las discusiones y negociaciones sobre el traspaso de una franquicia con la historia de los Seattle Supersonics no fueron de un día para el otro, sino que contó de asuntos legales entre medio. Clay Bennett es el dueño de la franquicia desde 2006; Según el empresario, el Key Arena (estadio donde jugaban los Supersonics) ocasionaba pérdida de dinero, su intención era la de reformarlo o construir uno nuevo en la ciudad, algo que el Alcalde de Seattle (Greg Nickels) prohibió. Fue por esta razón que el propietario del equipo informó - en 2007 - que se trasladarían, aunque luego de un juicio que duró 6 días, debió pagarle a Seattle 45 millones de dólares, y 30 más si la ciudad decide construir una nueva cancha y la NBA aprueba la formación de otro equipo.
Ahora el sueño ya está cumplido. Una de las franquicias más añejas de la NBA no existe más y le dio paso a estos nuevos Thunder, quienes poseen en mismo plantel y las mismas necesidades que cuando estaban en la tierra del “Grunge”.