Resurgió de sus cenizas

El comienzo de partido encontró mejor perfilado al dueño de casa. Sacando réditos de sus repetidos contraataques, los juninenses se aprovecharon del flojo balance defensivo que presentó el gaucho cordobés, y de su llamativa quietud en ambos costados de la cancha.

En poco más de dos minutos los locales se escaparon por 10 a 2, con el plus que en la vereda de enfrente, una de sus principales vías de gol (Francis Nwankwo) sumó dos faltas personales en ese corto lapso de tiempo y debió ir al banco de relevos. La supremacía continuó extendiéndose promediando ese primer cuarto, cuando Ciclista se encontró 16 a 5 arriba.

Con un par de aciertos en ataque, y un cambió en la defensa, comenzando por la actitud para llevarla acabo, San Martín entró en el partido y beneficiado por un par de equivocaciones de su rival logró limar la distancia para cerrar los primeros diez minutos abajo por seis, 23 a 17.

A base de triples, y manteniendo la presión con doblaje en el traslado, el elenco que orienta técnicamente Gustavo Miravet terminó de encuadrarse en escena y le entregó al partido la paridad que hasta allí no había tenido. Con la persistencia de Belvedere y el aporte en los cristales de Brezzo y Bulchi, el visitante se fue al descanso largo con otra cara, pese a seguir perdiendo, aunque por menos diferencia: 39 a 37.

Hernán Laginestra encontró entre sus relevos la clave para producir una ruptura en el esquema defensivo de San Martín. Hasta allí el celeste le había hecho daño con la presión con doblaje sobre el traslado, pero con el ingreso del base juvenil Alejandro Konsztadt el tricolor pudo sanear, al menos en parte, ese problema primario.

Facundo Ortega sacó la cara por los huéspedes ante un Ciclista que con poco encontró oportunidades en ataque, al menos, como para sacar un pequeña luz e ingresar al epílogo con una brecha de cinco unidades a su favor, 53 a 48.

Dos aspectos fueron claves para que el cuadro de Junín se quede con los dos puntos. Por un lado, las faltas personales que tanto complicaron al elenco de Marcos Juárez desde el inicio del partido, lo terminaron de herir de muerte. Con más de medio periodo por desarrollarse, la escuadra gaucha perdió a Facundo Ortega y a Gastón Sieiro, y con esto, una merma tanto en el goleo, como en la presencia cerca de los canastos y en una rotación necesaria para llegar entero al final.

Por el otro, los lanzamientos de larga distancia que hasta allí no habían ingresado, se hicieron presentes en ese cierre. El tricolor encestó las bombas justas en los momentos indicados, y con eso suplió una sequía de puntos que de haber llegado antes a través de este camino, le hubiesen facilitado las cosas en los últimos minutos.

La última daga la clavó el escolta Fabián Elías Saad, que parado en calle derecha del ataque juninense, sobre cuarenta y cinco grados y a pie firme, acertó su intento de tres puntos y catapultó a su equipo 68 a 60, con 2:30 por jugarse.

La alegría para los dueños de casa fue doble, ya que además de lograr la victoria y colocarse momentáneamente en lo más alto de la tabla dentro de la zona sur, se quedaron con la ventaja deportiva ante San Martín en un hipotético empate en puntos, ya que en el juego de ida los gauchos habían ganado por seis (81 a 76) y anoche Ciclista triunfó con 10 unidades de luz.

Síntesis

Ciclista (75): Bruno Oprandi, Fabián Elías Saad, Byron Wilson, Hakeem Rollins y Federico Arce (inicial); Alejandro Konsztadt, Pablo Moya, Franco Balbi y Alejo Barovero. DT: Hernán Laginestra.

San Martín (MJ) (65): Pablo Bruna, Diego Belvedere, Francis Nwankwo, Facundo Ortega (X) y Diego Brezzo (inicial); David Cabezas, Gastón Sieiro (X), Mauro Bulchi y Juan Brusino. DT: Gustavo Miravet.

Parciales: 23 – 17 / 39 – 37 / 53 – 48.
Árbitros: Tosello – Hoyo.
Estadio: Raúl “Chuni” Merlo.

Emanuel Niel
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