Inédita y brillante protesta de la gente de Quilmes

Cuando terminó el primer tiempo hubo lugar para el asombro. Desde que sucedieron los incidentes en Olavarría el COPROSEDE determina que para Quilmes y Peñarol jugando de local hacen falta 80 policías.

Como si fuera un chiste de mal gusto, cuando termina el primer tiempo 28 uniformados ingresan al rectángulo de juego y forman un cordón perimetral para impedir que alguien ingrese al campo, demostrando que si no lo hicieron en Olavarría y ahora si, hubo un error por omisión importante en el operativo del clásico. Esto lo hacen tanto para Quilmes como para Peñarol.

Anoche la gente de Quilmes, por cansancio y hastío originó una de las protestas más originales y significativas de las que se tenga memoria.

Cuando la policía se desplegó sobre el campo de juego, la gente abandonó sus asientos y los 1200 espectadores, rápidamente vaciaron la cancha. Se fueron desde la platea y la popular afuera del gimnasio.

La postal de los policías cuidando tribunas vacías acaso hable más que cualquier insulto o cantito que puedan inferir algunos hinchas.

Lamentablemente nadie sabe si servirá de mucho, porque el alto grado de estupidez no se termina con protestas originales. Acaso sirva como muestra que el primer jugador en regresar de los vestuarios fue Maximiliano Maciel, a quien no lo querían dejar entrar al campo a tirar al aro, porque la orden era “que no pasara nadie”.

Para los que custodian la seguridad de todos, esto significa NI LOS PROPIOS JUGADORES DEL PARTIDO.

Si no fuera tan triste sería apenas una anécdota para festejar. Y como si faltara poco, el operativo policial dentro de Once Unidos concluyó 5 minutos después de finalizado el partido. Los jugadores de Boca abandonaron Once Unidos pasando por el medio de la gente de Quilmes que se quedó esperando la salida de sus jugadores. Durante el juego hubo mal clima entre la gente y Fernando Calvi que indebidamente respondió con señas a los insultos y podría haber pasado cualquier cosa (¿otra zona liberada para que ocurran disturbios?).

Por suerte la gente de Boca se retiró sin problemas (sobre todo Calvi) y algunos jugadores xeneizes se quedaron sacándose fotos con los hinchas. Pero de seguridad no había nadie. Ya era demasiado tarde para seguir con el bochorno.

Pablo Tosal
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