Día clave: 15 de febrero

El mundo de la política y el orden de las reglas FIBA se dan la mano. En la última revisión que FIBA hizo en Turquía para controlar los avances de los preparativos del Mundial 2010, encontró dos situaciones que pusieron la alerta roja en el “Bureau”: La negativa a construir un estadio moderno de acuerdo a las exigencias del campeonato mundial y la poca predisposición de los dirigentes locales a defender la sede.

Como regla un campeonato del mundo en básquetbol necesita un estadio superior a 15 mil personas, con todos los avances tecnológicos del momento. Para esto a Turquía no le basta con reciclar lo que tiene, debe construir uno nuevo. El estado turco se habría negado a tal situación y la realización del Campeonato Mundial del 2010 quedó en situación de Stand by.

El Secretario General de FIBA, Patrick Baumann, rápidamente organizó una nueva visita y un plazo máximo para confirmar o levantar la sede tras el informe. El 15 de febrero FIBA comunicará al mundo si Turquía lo realiza o no.

Inmediatamente de conocido el problema surgieron los sondeos para testear quien estaría en condiciones de organizarlo. Actualmente hay tres países que están en la fase final de las candidaturas para organizar el mundial 2014. Son España, Italia y China.

A los tres les preguntaron y sus preferencias es mantener la candidatura para dentro de 5 años y no apurar los procesos de armados de un buen mundial. Allí fue cuando surgió la chance de Argentina.

El por entonces presidente de CABB y miembro del Bureau de FIBA, Horacio Muratore, se reunió con representantes de la Secretaría de Deportes de la Nación e hizo conocer la situación. Se le acercó la propuesta a la presidenta Cristina Fernández y en principio hubo una cálida aceptación.

Para el 2010, Argentina estará decorada por los festejos del bicentenario de la revolución de Mayo. El campeonato Mundial de Básquetbol en nuestro país podría encuadrar perfecto como parte de los festejos. Por ende, hubo una rápida voluntad política ante la iniciativa.

De todos modos, no alcanzaría con solo techar el Parque Roca, estadio construido inicialmente para el tenis y el básquetbol, se debe examinar la necesidad de construir un estadio nuevo para tal ocasión (que a Buenos Aires y al básquetbol le vendría excelente). No es lo único. Si Turquía finalmente pierde la sede, en los sondeos previos, hay varios países de oriente y de Asia menor que también la pedirían, con el poder de los petrodólares es difícil competir.

Aún con desventajas económicas, hay posibilidades para soñar. Es significativo que Argentina lidera el ranking FIBA por primera vez en su historia, viene de completar 9 años de altísimo nivel internacional y sería para nosotros y para el mundo una buena manera de despedir a parte de la generación dorada. Hay que esperar, mantener la fe y llenarse de ilusión.

Pablo Tosal
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