Consuelo mutuo

Pablo, el mismo que apareció en todas las imágenes televisivas llorando desconsoladamente mientras atendían a su amigo en la noche del domingo, ayer por la tarde hizo las veces de portero. El trayecto que incluyó pasillo y escaleras conducentes al departamento del primer piso estuvo enmarcado por el silencio.
La rivalidad había quedado en la cancha. Era momento de reencuentro. Pedro Franco, que venía de ser local, esta vez le tocaba “jugar” de visitante. Incluso, con mayor presión que si afrontara un partido a estadio lleno. Lo esperaba Fabián Sahdi.
Se abrió la puerta del primero A. Había poca luz y, apoyado en sus muletas, el propio Fabián levantó la persiana. Pedro se aproximó y se unieron en un abrazo con sentimiento. Invadió el silencio.
Franco: --¿Cómo andás?
--Un poco dolorido. Anoche me latía un poco la pierna, pero mejor.
Tenerlo enfrente significó un cable a tierra para Franco. Aún con el pantalón corto del partido y la 32 de los Lakers, “Fabi” ocupó su silla. Una nota encuadrada de “La Nueva Provincia” , el diario del lunes sobre la mesa y las zapatillas And 1 del último partido que reposarán por un tiempo largo, eran vínculos directos con la carrera del base.
Tema no faltaba, voluntad, tampoco. Era cuestión de instalar el diálogo. Y Pedro se abrió.
“Cuando pasó no me di cuenta. Sentí el choque, pero no te vi. Sí te escuché gritar --recordó-- y a Holmes que hablaba. Ahí le grité al árbitro y le hice señas porque no había visto. Es más, el médico entró corriendo y enseguida te agarró”.
--Incluso en la foto del diario --y la miró Franco-- se ve que Olmedo te contiene la mano. ¿Qué se acuerdan de la jugada?
Sahdi : --La pelota quedó dando vueltas, me agaché, vi que él (por Franco) se tiró y cuando giró me enganché. No tenía forma de sacar la pierna.
--Si no girabas, ¿tal vez no pasaba nada?
--No, porque la lesión se produjo con en el golpe. Cuando me miré, tenía el tobillo para cualquier lado.
--Pedro, jugando no fuiste el mismo. ¿Te afectó directamente?
--Me sentía muy mal. Obviamente por la situación y porque no podía hablarle a él.
--Se te notaba más pendiente de las noticias que llegaran del vestuario que del juego mismo.
--Sí, estaba pendiente de lo que había pasado. El único momento que me quedé más tranquilo fue cuando fuimos al vestuario y Facundo Venturini me dijo que era una luxación. Me fui hasta el vestuario, no lo vi y volví a preocuparme. Sinceramente nunca me había pasado algo así. No me importaba la jugada ni el resultado. Incluso, Marcelo (Richotti, el DT) me retó en varias oportunidades por situaciones que ni registraba.
--Había sido un partido cargado de expectativa. Y, de repente, se pinchó el juego y la gente. En el estadio quedó un ambiente raro.
Franco : --No era para menos. Recién hoy (por ayer) vi por tele la jugada. Sentí un golpe, pero me pareció normal. Quedé shockeado cuando él gritaba.
--¿Te tiraste por instinto?
--Sí, a la pelota. En ningún momento sentí el ruido. Es más, recién hoy (por ayer) en tele ví que me quedé del otro lado. El americano, en su idioma decía que no lo podía creer, y le decíamos que se callara la boca, que se iba a dar cuenta de la lesión.
Sahdi : --Fue instantáneo, me vi la pierna, apareció Holmes, me miró y señalaba desesperado. Me quedó grabada esa imagen.

Franco: “En el vestuario no hubo festejos”

Graciela, la mamá de Fabián, en medio de la rueda de mate tuvo ese instinto materno, se acercó a Pedro y lo abrazó. No lo venía bien: “No seas tontito, son cosas que pasan”, lo alentó.
--Pedro, ¿queda sentimiento de culpa o estás tratando de despejar rápido la cabeza?
--Nunca me había pasado algo similar. Mis familiares me llamában por teléfono y en vez de felicitarme, me decían que estuviera tranquilo. Mi novia me vino a visitar y realmente me sentía mal. Si bien no somos amigos con él, ni bien llegué acá vivíamos juntos (en calle Sarmiento junto a otros reclutados por El Nacional). Fue una situación fea. Incluso, en el vestuario no hubo festejos.
--¿Repercutió en el propio equipo de Estudiantes?
--No sé, pero sí en mi. No sabía cómo iba a tomarlo él.
--Fabián, ¿cómo lo tomás?
--Fue una jugada de m... Lo mismo me pasó cuando me lesioné la cadera. Pasa una de 500 y me tocó a mi. Yo te vi (dirigiéndose a Franco) que en el vestuario no sabías cómo disculparte, pero le podría haber pasado a cualquiera. Son cosas de partido.
--A losa 19 años, ¿tenés claro que dos lesiones importantes menos de dos años también son cosas que pueden pasarle a los deportistas?
--Sí. Nosotros vivimos de nuestro cuerpo, es un juego de contacto y si bien tratamos de cuidarnos, siempre vamos a tirarnos de cabeza como si fuera la última pelota. Siento un poco de impotencia porque la lesión anterior la sufrí estando bien con el equipo, como ahora, y otra vez tengo que parar y arrancar de cero.
--¿Qué enseñanzas te dejó aquella lesión?
--Esta vez, cuando me dijeron lo que había pasado, me consolé pensando que fue lo menos malo, porque no se rompió nada y no es necesario cirugía. Voy a tratar de curarme bien, porque la vez anterior me apuré un poco y tuve que estar un mes más parado.
--Físicamente dejaste de ser el gordito, ¿cómo hacés para mantenerte en una situación así?
--Dejé de ser gordito, pero lo llevo adentro, je. Me puedo llegar a comer una docena de facturas acompañadas con mate. Me cuido con las comidas. Y cuando pueda, voy a empezar a hacer algunos ejercicios para mantenerme en ritmo.
--Pedro, ¿necesitás exteriorizar esta procesión que estás viviendo desde anoche (por el domingo)?
--Estoy pendiente de la recuperación de él. Encima, somos vecinos, algo que no sabíamos. Ya le dije que no tengo problemas de nada, estoy deseoso de que salga todo bien. Estoy tranquilo porque salió de una peor y es muy joven. También me da bronca porque está en un momento brillante. Mientras él me lo permita voy a estar cerca.
--No traigas facturas.
--No, galletitas de agua, ja, ja.

Sahdi iría mañana al Casanova

--Más allá de esta situación, estaba el marco ideal para un partido de estas características. ¿Notan que aumentó la expectativa por Estudiantes y El Nacional?
Sahdi : --Sí. Incluso cuando jugamos en Monte se vio mucho movimiento de gente y después de los últimos tiempos, que la tuvieron difícil, fue lindo ver que tienen el apoyo que siempre merecieron. Ayer (por el domingo) fue muy lindo jugar a cancha llena. Se hicieron fuertes de local y eso los ayuda.
--Pedro, ¿se asustan cuando se ven tan arriba en la tabla?
--La Liga pasada nos asustábamos porque estábamos abajo. Ahora se disfruta, porque es otro ambiente, la semana, los viajes. Si le preguntában a 100 personas antes de la Liga ninguna iba a ponernos en esta posición. De todos modos, falta muchísimo y si perdés dos o tres partidos te vas para abajo.
--Fabián, aunque están lejos del decimotercero, ¿eso es lo que hoy por hoy tiene más preocupado a El Nacional?
--Seguro. Hace cuatro o cinco fechas Sionista estaba complicadísimo y ahora está arriba. No hay tanta diferencia. Ganás te vas para arriba y si perdés tenés que mirar de reojo al resto. Somos conscientes de que en Monte no podemos dejar escapar más partidos. En esta salida de cuatro ya perdimos dos y habrá que buscar uno o si se puede, de los dos que quedan.
--Pedro, ya metieron dos de los cuatro seguidos de local. ¿De repetir el triunfo en los próximos dos definitivamente estarían consolidados entre los de arriba?
--Cuando llegamos del receso el objetivo era ganar los seis de local que teníamos durante enero. Se está cumpliendo. Creo que si repetimos los próximos dos, vamos a estar tranquilos y nos alejaremos del puesto 13, pero en ningún momento nos pusimos a pensar en los ocho o los cuatro primeros. Antes hay que sacarse de encima la permanencia.
Un poco más distendidos, los dos volvieron a saludarse, se estrecharon en un abrazo y hasta hubo promesa de visita.
“El miércoles capaz que voy a verlos”, le adelantó Fabián. Seguramente será bienvenido en el Casanova. La gente sabrá reconocer a un buen jugador y mejor pibe.

Momento de quiebre

2m34

para el cierre del primer tiempo restaban cuando se lesionó Fabián Sahdi. Ganaba Estudiantes 35 a 34. A partir de ahí, su equipo sufrió un parcial de 19-2.

Lesión I

El sábado 30 de marzo de 2007, El Nacional enfrentaba a Peñarol y Sahdi sufrió desprendimiento de la cabeza del fémur del lateral izquierdo. Volvió a jugar oficialmente después de 154 días.

Lesión II

El último domingo, Fabián sufrió una luxofractura de tobillo derecho (luxación de tobillo y fractura de peroné). Deberá tener yeso aproximadamente un mes y después le colocarán una férula. Se estiman unos 60 días de recuperación.

Mañana, a las
21.45, el albo ante Peñarol

Sin pausa, la Liga Nacional de Básquetbol tendrá continuidad mañana en nuestra ciudad, cuando Bahía Blanca Estudiantes reciba a Peñarol, desde las 21.45, contralor de Pablo Estévez y Oscar Brítez, por la decimoquinta fecha.
Ayer los dirigidos por Marcelo Richotti tuvieron jornada de descanso y hoy por la mañana vuelve a trabajar.
Mientras que el viernes, el albo esperará a Lanús, también en el Casanova, dirigiendo Diego Rougier y Sergio Tarifeño.

Nota: Fernando Rodríguez -  La Nueva Provincia