El último cambio

Las derrotas obran como dagas tanto en Santiago del Estero como en China. Un equipo que se armó para ganador y que naufraga en la intrascendencia pone de mal humor a mucha gente, pero sobre todo gestiona culpas en diferentes personas. Así primero se culpa al entrenador Fernando Duró, luego Jaule y ahora Romano, los extranjeros, los naciones y finalmente los dirigentes.

Es natural y lógico que haya disidencias de ideas. Para algunos la culpa está en un sector y para otros enfrente. Pero la diferencia de ideas bajo el peso de las derrotas provoca fracturas. Hoy los dirigentes saldrán a decir que está todo bien, algo que es correcto que se haga, pero en la realidad la fusión, puertas adentro, tiene su dirigencia divida. ¿Alcanzarán un par de victorias para soldar diferencias? Y en todo caso ¿en cuánto incidirá en el trabajo del plantel?

Desde adentro dicen: El corte de Nakiea Miller no fue por problemas de pasajes, el corte estaba decidido antes. Otra fuente asegura que Wanderson Camargo no tiene el sustento de los dirigentes y que se comete un error al dejarlo, presión que asume el entrenador al elegirlo. Otro cuenta que Ramel Allen no quería quedarse en el equipo, que debieron hablar con el agente para pedirle por favor que no se vaya de Santiago mientras esperaban que el equipo vuelva de México. De todos modos Allen no tenía intenciones de seguir. Para condimentar este guío novelesco, otro dirigente le apunta directamente a los nacionales.

Lo único cierto es que Quimsa ha generado el último corte de extranjero que tenia a disposición por reglamento. Que el equipo en la Liga Nacional con récord 4-10 en la segunda fase, marcha anteúltimo, a cuatro puntos de salir de la zona de Play off por el descenso, aunque tiene dos partidos menos y esto lo pondría (de ganarlos) al menos en el puesto 12. Viene de caer ante los dos equipos de México en la Liga de las Américas de manera abultada y ahora será anfitrión en uno de los cuadrangulares de la Liga Sudamericana.

Para salir del pozo aún le queda saldo en lo único que no se compra: tiempo. Debe 16 partidos en la liga nacional antes de los play off y tiene una participación internacional más. Desde febrero Romano podrá construir su imperio. ¿Podrá con todo este panorama?.

Pablo Tosal
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