Después de la caída frente a Boca, el viernes, fue cortado el pívot Aarón Eneas por indisciplina. Sus producciones fueron opacas y a eso le sumó actitudes poco profesionales, inclusive para el entrenador Horacio Seguí.
Por otra parte, antes del corte de Eneas estaba todo acordado para que Sebastián Uranga pase a jugar la etapa final del TNA en Unión de Sunchales, aunque esto ahora podría reverse. Y el boletín de complicaciones se cerró con una negativa a entrenar sábado y domingo de Jair Peralta, porque no se le había firmado el contrato. Finalmente jugó anoche (su nivel no ha convencido hasta ahora), con una promesa de solución.
Con los problemas económicos siempre presentes, la dirigencia tiene cinco días para encontrar un pívot confiable -se cayó por lesión un jugador que estuvo disputando las finales en Uruguay- y un tirador (se descartó a Stalin Ortíz). Anoche hubo “cumbre” con algunos ex dirigentes que conversaron con los miembros de la actual Subcomisión.
Habrá que esperar cuál es la última ficha que se juega para ver si en Corrientes y Paraná ya está de una vez por todas el equipo definitivo para soñar con la permanencia, posiblemente ante El Nacional Monte Hermoso o el propio Quilmes.