El que ríe último ríe mejor

No importa ya qué es lo que puede llega a pasar en esta final de conferencia, quien será el que avance a la gran final de la NBA, ambos equipo se están disputando ese privilegio de una manera extraordinaria, sin quedarse con nada, y por sobre todas la cosas jugando un buen básquetbol y brindando un gran espectáculo.

El partido de anoche, que terminó en victoria Angelina por 103 a 94, no podía haber sido más parejo. El primer cuarto terminó 25-25, el segundo 31-31 y el tercero 20-20, algo que solo ocurrió cuatro veces en la historia de los playoff. Solo en el último y definitivo período los Lakers lograron sacar una pequeña luz con respecto a los Nuggets, en base a defensa y juego solidario, y les alcanzó para quedar en la puerta de otra final, la trigésima de su historia.

La primera mitad terminó lógicamente igualada en 53 puntos por equipo. Los Lakers tomaron nota de lo ocurrido en el cuarto punto de la serie, disputado en Denver, y pusieron énfasis en los rebotes: Tomaron 9 en ataque ante los 8 de los Nuggets, al tiempo que solo perdieron en este rubro por 24 a 20 durante los dos cuartos iniciales.

Tanto Los Angeles como el conjunto visitante apostaron al juego en la pintura, en el que el dueño de casa logró sacar una minima ventaja, sobre todo cuando el balón iba al poste bajo y, mediante una buena lectura de cancha, se producían asistencias ante el corte de algún trailer (Odom) o de jugadores provenientes del lado débil.

Pero ni siquiera imponiendo su poderío interior los Lakers lograron tomar el control del partido. Ante las dos faltas tempraneras de Chauncey Billups, los Nuggets se volvieron un equipo más previsible, al que le costaba anotar con naturalidad. El ex base de Detroit se fue al banco con 9 puntos y 3/3 de cancha, mientras que los de George Karl terminaron el primer cuarto con 9 de 22 de cancha (40,9%).

Sin embargo, los Lakers, pese a encestar el 52,4% de sus intentos al aro en los primeros 12 minutos, sufrieron los embistes de Denver en su propio aro (6 reb ofensivos) y no pudieron aprovechar dicha falta de puntería. Anthony creció en el segundo período (10 pts) para mantener a su equipo. La máxima ventaja entre ambos la tuvo Denver: Fue de 6 cuando el encuentro estaba 10-4; Luego, a falta de 1:58 y 1 minuto sacó 5, pero solo le duró una transición defensiva.

El partido no contó con un dominador hasta el cuarto período, en el que Los Angeles se impuso 27-18. Allí, la dupla interior formada por Pau Gasol y Lamar Odom finalmente hizo la diferencia. El español sumó 8 puntos, 4 rebotes y 2 tapas en el último chico, al tiempo que terminó el partido con 14 tantos, 10 tableros, 5 bloqueos y 4 asisitencias. Odom hizo 8 y 6 rebotes de los 19 y 14 con los que cerró su planilla. Mientras tanto los de George Karl ya no pudieron lastimar con sus penetraciones, y se les secó la pólvora (5/21).

Kobe Bryan dejó atrás su planilla, no necesitó hacerse cargo él solo de la ofensiva de los Lakers y se dedicó a hacer jugar. Terminó el partido con 22 puntos (6/13), cortando una racha de cuatro partidos consecutivos con al menos 30. También sumó 8 asisitencias, 5 rebotes, un robo y 7 pérdidas de balón en 45 minutos de juego.

Derek Fisher, por su parte, sumó 12 tantos, la misma cantidad que Trevor Ariza. Los suplentes de Los Angles les ganaron el duelo a los visitantes 34 a 26.

En Denver, Carmelo Anthony se despertó en el último cuarto y terminó con 31 puntos, aunque tiró 9 de 23 de cancha. Chauncey Billups y Kenyon Martin sumaron 12 cada uno, y Linas Kleiza aportó 10 tantos como suplente.

Dicen que el ganador del quinto juego en una serie al mejor de 7 ha avanzado en el 85 % de las veces, creer o reventar. Los Lakers harán lo imposible por no dejar pasar esta oportunidad de tomarse revancha del mal gusto que le dejó Boston el año pasado.

Foto: Gentileza ESPN.com

Sebastián Ciano
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