La bomba Fisher

Es probable que en Orlando haya quedado una sensación muy amarga luego de la derrota de anoche por 99 a 91 en tiempo suplementario: Primero y principal, porque los Lakers se adelantaron 3-1 y quedaron a las puertas del decimoquinto título de su historia, pero también porque desperdiciaron 12 puntos de ventaja, dos libres a falta de 11 segundos con el partido 87-84 a su favor y una gran oportunidad de quedar 2-2.

Una de las características de un gran equipo es que es muy difícil de vencer aún cuando tiene que enfrentar adversidades y esas noches en el que las cosas no salen del todo bien. Y los Lakers han tenido varias en la temporada, e incluso también en las finales, justamente en ambas victorias en suplementario (juego 2).

A su vez, es muy complicado jugar contra el destino y hacerle frente a esas pequeñas cosas que hacen de este deporte tan frío desde los números, uno de los más emocionantes en su desarrollo.

Si el encuentro de anoche su hubiese quedado en manos de los Magic estaríamos hablando de otro paso en falso de Bryant. La prensa Angelina hubiese vuelto a publicar otra nota cuestionando a su “héroe” y haciendo referencia - una vez más - a que no puede ganar un campeonato solo. Sin embargo, Kobe volvió a hacer lo que todos sabían que iba a hacer, y se salió con la suya. Durante todo el encuentro se lo notó incómodo, fastidioso y muy irregular. Se vio absorbido por la fuerte pero leal marca de Mikael Pietrus, pero sin embargo cerró su planilla con 32 puntos (11/31), 7 rebotes y 8 asistencias.

Fue clave, aunque no le dio directamente la victoria a los Lakers: Ahí apareció Derek Fisher, quien estaba 0/5 en triples hasta que clavó el del empate 87-87 a falta de cuatro segundos y medio. Luego, en la prórroga, su segunda y última bomba (terminó 2 de 7) fue la que adelantó a Los Angeles 94-91 con 31 segundos para el final.

Durante la primera mitad Orlando cambio los porcentajes del tercer encuentro por una defensa fuerte, que no dejaba jugar a su rival. Hedo Turkoglu tenía el control de los Magic en ataque. El turco encabezaba a los suyos co 15 puntos, producto de 5/6 en dobles y 5/6 desde la línea. Con un Dwight Howard nuevamente más protagonista en su propio aro que en el del enfrente - tomó 14 rebotes, dio 5 tapas y metió 6 puntos – el equipo de Stan Van Gundy sacó la máxima para irse al descanso largo (49-37).

Los Angeles fue reducido a su mínima expresión. Con Kobe Bryant como eje en el goleo pero muy errático (16 pts, 5/12), la visita quedó atada por su poca claridad en ofensiva y los problemas de faltas, seguramente un punto a tratar con Andrew Bynum en la próxima pretemporada. El pivot del conjunto californiano no volvió a ser el mismo tras la lesión, pero comete errores claves, quizás dignos de un jugador de 21 años.

El tercer cuarto fue el detonante para los campeones del Oeste. Metieron una ráfaga de 16-3 con un Trevor Ariza impresionante (11 pts, 4/4 de cancha) y pasaron al frente 55-54. El alero se adueñó del partido, clavó 13 de sus 16 puntos en el período, en el que también sumó 2 rebotes y un robo. Los Lakers ganaron el parcial 30 a 14 y se fueron arriba por 4 al cuarto chico.

Con mucho empuje y sin jugar bien, los de Stan Van Gundy comenzaron a sumar puntos en la pintura mediante Howard (7). “Superman” terminó la noche con 16 tantos, 21 rebotes, 9 tapas y 7 pérdidas de balón. El pivot tiró 5/12 de cancha y un determinante 6/14 desde la línea: Falló dos cuando ganaban 87-84 a falta de 11 segundos. En general no ha sido una buena serie para ninguno de los des equipos en ese aspecto.

Turkoglu fue el líder espiritual de su equipo, al tiempo que Pietrus aportó una buena cantidad de puntos (9 en el cuarto) además de la defensa. Pero luego de la “daga” de Fisher en el regular, no ejecutaron bien su ofensiva y fueron a tiempo extra.

En el suplementario los Magic volvieron a quedarse sin respuestas, perdieron 12 a 4 con 1/7 de cancha, mientras que del otro lado Kobe tomó todas las responsabilidades, Gasol metió 5 puntos de contraataque (falta descalificadora de Pietrus en al última) y Fisher clavó su segunda bomba del partido, que hizo explotar la alegría Laker.

Foto: Gentileza NBA.com

Sebastián Ciano
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