El premio a un equipo comprometido

Salta. Hubo varios denominadores en común en las entusiastas declaraciones de los campeones. Hubo emoción porque Córdoba por fin pudo “sacarse la espina” y alzar la copa después de ocho años, y hubo orgullo, mucho orgullo, porque se logró con un equipo nuevo, con varios debutantes en la categoría.

“Nos armamos para ser un equipo, no para ser campeones, pero afortunadamente pudimos terminar con final feliz. Estoy muy contento de haber disfrutado el día a día con este equipo, que se comprometió desde el inicio y se propuso lograr el desafío”, expresó el debutante entrenador Gustavo Miravet.

En tanto, Lucas Barlasina subrayó: “Nos pudimos sacar la espina. Teníamos ocho años de sequía y haciendo un muy buen torneo de punta a punta, logramos el título”.

Con él coincidió Germán Bernhardt. “Hacía muchos años que nos quedábamos en la puerta del título. Se armó un equipo hermoso, y pudimos llevarnos el premio siendo casi imbatibles. Pero perdimos en el momento justo, aprendimos que éramos vulnerables y eso nos sirvió”, señaló el base.

José Artaza - Enviado especial a Salta de La Voz del Interior