¿Cuba teme más deserciones de sus jugadores?

Cuba acaba de anunciar que no participará del Premundial de básquetbol de Puerto Rico, que se realizará del 26 de agosto al 6 de septiembre próximos, porque sus dirigentes consideran que el equipo no tiene un nivel técnico aceptable para intervenir es dicha clasificación para el Mundial de Turquía 2010. En su lugar jugará Panamá, que ya aceptó la invitación.

La noticia acepta diferentes análisis: 1) Es muy extraño que si un equipo, que se considera de un nivel inferior, no aproveche un certamen de alta competencia para hacer experiencia y mejorar. Muchos países en diferentes deportes siempre reclaman esa posibilidad como única forma de crecer. 2) Es probable que Cuba, que hace tiempo fue una potencia en el básquetbol continental, no quiera mostrar una pobre imagen y prefiera retirarse. Una actitud de todos modos reprochable. 3) Que el régimen político de la isla considere a esta participación en territorio norteamericano como una muy probable vía de deserción de sus atletas.

Conociendo la historia del básquetbol cubano de los últimos años, la tercera opción parece la más factible. Entre el Mundial de Toronto 1994 y el Preolímpico de Puerto Rico 1999, una de las mejores camadas del básquetbol cubano desapareció de los diferentes hoteles donde se concentraron buscando su definitivo destierro y transformando a un equipo poderoso en uno débil y sin grades pretensiones deportivas Y vale recordar sus nombres: Lázaro Borrell (jugador de Obras Sanitarias), Andrés Gilbert, Richard Matienzo, Augusto Duquesne y los hermanos Ruperto y Roberto Herrera, paradójicamente hijos del presidente de la federación cubana de básquetbol que ayer anunció la renuncia y también jugadores de la Liga Nacional argentina, se escaparon de diferentes hoteles. Todos ellos ayudados por una organización de cubanos residente en los Estados Unidos.

“Serán mis hijos, pero son unos traidores a la patria”, fue la terrible frase lanzada por Ruperto Herrera padre durante una conferencia de prensa realizada en el preolímpico de 1999, cuando la selección cubana quedó destrozada por la deserciones en medio de torneo.

Muchos otros atletas, de diferentes deportes, escaparon del régimen aprovechando sus viajes al exterior en representación de Cuba. Ocurrió con dos boxeadores en los Panamericanos de Río de Janeiro 2007; siete futbolistas del seleccionado sub 23 desparecieron en Tampa, Florida, en 2008 y otros dos atletas hicieron lo mismo durante un certamen realizado en febrero de este año en Maldonado, Uruguay.

Más allá de cualquier connotación política, esta ausencia cubana y la imposibilidad de que sus basquetbolistas participen del Premundial, no deja de ser una triste y lamentable noticia.

Por Miguel Romano - Especial para cancha.com