(Opinión) La casi segura ausencia de Carlos Delfino en la selección nacional que disputará el premundial de Puerto Rico es una noticia devastadora para nuestras intenciones. Recambio de los aleros. En tanto Manu Ginóbili reconoció que “me parece que es decisivo que Pablo (Prigioni) pueda estar porque con su conducción y su liderazgo desde la base le va a quitar presión al resto”.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
El optimismo es una buena condición de la psicología pero las dudas y las precauciones que debemos tomar nos hacen más fuertes. Apostando a ganador, siempre pensamos que a la Argentina le irá bien, teniendo en cuenta que en la última década nunca bajó de los 4 primeros. Pero las circunstancias también juegan y esta vez hacen que seamos menos optimistas o si se quiere mas prudentes.
Luis Scola brilló en Las Vegas 2007 para la clasificación a Beijing 2008. Detrás del Dream Team de Kobe y Lebron no hubo ningún equipo tan sólido como el argentino y el Luifa fue un vendaval de básquetbol aplicado, indetenible hasta para los propios estadounidenses. Pero junto a él estaban Carlos Delfino llevándose atención plena del perímetro rival y Pablo Prigioni manejando de modo excelente los tiempos del equipo.
Ese equipo del preolímpico de Las Vegas 2007 fue la que mejor jugó desde que Sergio Hernández es técnico de la selección nacional.
Hoy la ausencia de Delfino otra vez desnuda un problema importante de nuestro perímetro. Argentina tiene buenos aleros, de gran contextura atlética pero poco ofensivos. El mismo día que dio la lista (5 de junio) Pick and Roll radio charló con Sergio Hernández y la pregunta tras la conferencia fue única: Quien sería el alero del equipo. El técnico no anduvo con muchas vueltas ni rodeos, frontal sostuvo “Yo en esa posición estoy tranquilo porque lo tengo a Delfino”.
Con Paolo Quinteros o Diego García de escoltas, Delfino corrido de alero, se forma una media cancha con explosión y gol, que se vuelve diferente cuando en la lista aparecen Sebastián Vega, Matías Sandes, Axel Weigand y Federico Kammerichs, todos ellos con 30% o menos al tiro de tres puntos y con escaso poder de gol en las manos. Pueden tener actuaciones de 15 o 20 puntos porque son buenos jugadores pero no serán la principal atención defensiva del rival como si lo es Delfino.
De tal modo Argentina se ve supeditada a jugar en el ataque estacionado con Scola siempre como opción inicial y mirando todo el tiempo el poder de fuego de Paolo Quinteros, mientras el resto deberá encontrar sus momentos para atacar el aro. Con Quinteros y Delfino juntos la historia es bien diferente. Hernández deberá trabajar en Sandes (a quien considera una garantía) para que sea más agresivo con el aro, siendo que Sandes es un jugador de rol que aporta en todos los rubros, de contracción defensiva.
Teniendo a Román González en el mejor momento de su carrera es posible que Argentina pueda usar el tandem de internos jugando el poste bajo-poste medio (que usaron primero Oberto y Wolkowyski y luego Oberto con Scola). Este tandem no funcionó en Las Vegas y en Beijing Román González no sumo muchos minutos. Al no estar Estados Unidos en la competencia tampoco deberemos soportar aleros de 2.05 todo el tiempo y pivotes de enorme contextura física, pero Brasil, Dominicana, Puerto Rico serán rivales que para superarlos hará falta no solo defender bien, sino tener una ofensiva con muchas variantes.
Finalmente en el rubro “problemas” aparece la dilatada situación del base Pablo Prigioni. El cordobés quiere integrar la selección y ya hablo con Sergio Hernández para sumarse el 1 de agosto en Rosario, para comenzar desde allí la gira con el equipo. Pero esta situación aún no es segura.
El propio Manu Ginóbili pone su cuota de atención al tema desde su columna en el diario La Nación “Sin dos jugadores clave será difícil clasificarse para el Mundial de Turquía. Según me dijeron, Pablo se incorporaría el 1° de agosto si arregla todas sus cosas con el Real Madrid. Espero que así sea. Para mi Delfino es un jugador fundamental, de mucha jerarquía y muy desequilibrante; pero en esta situación, con un equipo renovado, me parece que es decisivo que Pablo pueda estar porque con su conducción y su liderazgo desde la base le va a quitar presión al resto. Por suerte son cuatro los equipos que se clasifican. Si la selección va con Pablo y Carlitos, no tengo dudas de que estaremos en Turquía”, sostuvo el bahiense,
Hay más chances que Prigioni pueda integrar el equipo, toda vez que solucione su pase al Real Madrid a que Delfino haga una buena preparación con la selección recuperando su hombro operado. De todos modos tanto la ausencia de uno como la de otro son fundamentales y dos problemas que Sergio Hernández debe resolver.
Pregunto, porque no esta convocado Locatelli? No entiendo porque estaba en un nivel muy superrior a Vega, de Sandes y Weingand no se nada, pero Locatelli esta en su mejor momento. ¿Sera cuestion de representantes? Pregunto porque no se y no encuentro explicaciones deportivas