Nuestra selección aprovechó el día libre, y sin perder el tiempo se focalizó en el juego de mañana. La parada ante República Checa no será sencilla, como ocurrió ante Francia y Corea, y por ello el entrenamiento era necesario. Si bien en un primer momento, por cronograma, nuestras chicas deberían haber movido en una de las canchas auxiliares, finalmente y a último momento la organización decidió que las criollas lo hagan en el mismo estadio donde desarrollaron la primera fase.
Luego de ello, fue momento de ir a uno de los tantos shoppings que tiene esta ciudad, para finalizar el día formando parte de la fiesta de amistad que organizó FIBA en el noveno piso del Maxx Hotel, “segunda casa” de todos los elencos.