El calor aprieta en San Juan de Puerto Rico y obliga a ser muy cuidadoso a la hora de planificar actividades que requieran un cierto desgaste físico. Por eso, la Selección argentina, que durante la Copa Tuto Marchand había disfrutado a pleno las bondades del sistema de refrigeración del Coliseo José Miguel Agrelot y el sábado terminó abrumado por el calor en el estadio Saint Francis, optó por el Coliseo Toa Baja a unos 30 minutos en auto del centro de San Juan, siempre que a uno no lo agarre el “tapón”, como le dicen por acá a los congestionamientos de tránsito.
Clarín, único medio presente en la práctica, sólo pudo observar los primeros 20 minutos del ensayo. Después, el jefe de equipo le comunicó a este enviado, en nombre del técnico, que ya no podía seguir observando la práctica. En ese rato, hubo 10 minutos de entrada en calor que también sirvieron para refrescar conceptos de ataque y luego el plantel se separó en dos grupos para trabajar los sistemas ofensivos. Luego, algunos jugadores se quejaron porque el piso estaba sucio y corrían algún riesgo de lesionarse. Minutos después, se lo pudo ver al médico de la delegación limpiando la cancha. ¿Solidaridad o desprolijidad? Eso se sumó a que el bolsón de pelotas del equipo llegó cuando había pasado buena parte de la práctica, en la que tuvieron que usar balones que les prestaron en el estadio.
El ensayo terminó con un partido que el técnico interrumpió bastante seguido. De un lado, con camiseta roja, Prigioni, Diego García, Sandes, Scola y Juan Gutiérrez. Del otro, con verde, Cantero, Quinteros, Kammerichs, Leo Gutiérrez y González. Después hubo algunos cambios, pero el eje Prigioni-Scola nunca se rompió. Román siempre jugó para los verdes y tuvo la misión de marcar a Scola, y fue un duelo a cara de perro. La delegación argentina dejará hoy el Hotel Marriot y se mudará al Caribe Hilton, donde se alojarán todos los equipos. El clima de Premundial, está cada vez más caliente.