El pivote transmite confianza, pese a la desazón tras la dura caída con Venezuela: “Esto se va a cortar, no hay que dramatizar”
SAN JUAN DE PUERTO RICO.– Si nos dejamos llevar por las sensaciones que transmitieron ayer los jugadores antes y después del entrenamiento, o por los comentarios de gente cercana a la selección, hay que decir que los ánimos parecen maltrechos y se intuyen cierta desazón y malestar. Podría aceptarse que es lógico, después de una dura derrota frente a un rival de poco prestigio, como Venezuela, pero también convengamos en que es peligroso, porque corre serio riesgo la clasificación. Mucho más si hoy se suma otra derrota ante el máximo candidato al título, Brasil, en el choque de las 14.30, que abrirá la 3ra jornada del Premundial, que clasificará a cuatro países para Turquía 2010.
Conseguir una entrevista ayer con los jugadores no fue tarea fácil. Hubo que montar guardias de varias horas; pero fue entendible porque se supone lógico que no tuvieran ganas de hablar con la prensa. De todos modos, si se logra una conversación tranquila, como lo fue con Luis Scola, las cosas no parecen estar tan mal. Aunque, claro, el pivote de Houston jamás se alarma y siempre transmite una notoria confianza. “No hay que dramatizar. Se perdió un partido, nada más”, repite Scola.
–¿Cómo están los ánimos, Luis?
–Ahora bien. Hay que olvidarse de lo que pasó. Ganando o perdiendo siempre hay que olvidar el partido anterior y seguir trabajando.
–¿Qué le pasa al equipo?
–Nos está costando jugar. Nos cuesta meterla, nos cuesta ejecutar bien la defensa; pero confío en que tarde o temprano vamos a empezar a jugar bien. Ojalá sea contra Brasil. Nos vendría bárbaro jugar bien más allá de que se pierda. Creo que en algún momento vamos a hacer un clic y empezaremos a jugar bien.
–¿Aunque se pierda?
–Sí, seguro. Aunque prefiero jugar mal y ganar, pero va a ser difícil que eso ocurra contra Brasil. Y si se pierde, bueno…
–¿Cuánto los perjudicó en la clasificación la derrota ante Venezuela?
–Mucho o nada. El torneo puede dar mil vueltas. Podemos ganarle a Brasil y después a Panamá y va a estar todo mejor. O puede Panamá ganarle a Venezuela, que quedaría afuera y nos beneficiaría si le ganamos a Panamá. Pero también puede darse que quedemos quintos y fuera de la clasificación si hay triple empate y no nos beneficia la diferencia de puntos. En realidad, hoy no nos interesa pensar en eso. No es momento de hacer cuentas. Lo importante es volver a jugar bien.
–No parece que juegan tan mal, sino que perdieron confianza con el aro, que no encuentran eficacia en los tiros.
–Coincido con tu análisis, da la sensación de que no jugamos mal. Es algo raro. Cuando el aro se cierra, todo se hace más difícil. A veces pasa, pero no es algo que dure para siempre. Esto se va a cortar y vamos a empezar a meterla. Confío en eso.
–¿Se reunieron entre ustedes para encontrar una solución?
–No, para nada. Es un torneo de diez partidos. No podemos volvernos locos porque se perdió uno. Hay que corregir errores. Hay que mejorar y después ver qué potencial tenemos y hasta dónde podemos llegar.
–¿Pasaste por una crisis parecida en la selección?
–Sí, claro, en el Preolímpico 2003 perdimos con México y después con Venezuela un partido que ganábamos por 20 puntos faltando 5 minutos, y también había que clasificar entre los cuatro semifinalistas para ganar una plaza en el cruce. No hay que decir que esto nunca pasó en la historia.
–Ustedes no sólo perdieron con Venezuela, vienen de perder los tres juegos de la Copa Tuto Marchand también.
–Pero el que cuenta es uno solo, los otros eran de preparación. No hay que tirarse de los pelos ni enloquecerse, porque si entrás en eso, ¿cómo hacés para ganar después?
–¿Por dónde creés que pasa toda esta traba que tienen, por lo anímico, lo moral, lo psicológico o por lo táctico?