Estimula y sienta bien

Cuanto olor a gorda resentida que lo único que hace es criar culo delante de un monitor. Motivos por los cuales podes estar SOLO detrás de un monitor y no en la cancha:

Por complotar en contra de la selección (y por eso te rajaron).

Por ir a menos jugando con la celeste y blanca.

Por bajarte cuando estabas adentro, pensando que con eso sacabas al DT, y claramente perjudicando a la selección de tu país.

Por poner excusas cuando te llamaron, pensando que con eso sacabas al DT, y claramente (en su momento, hoy no tenes nivel) perjudicaste a la selección de tu país.

Por priorizar la guita antes que la camiseta. Aunque en ese sentido te banco... si lo que te mueven son los mangos, te prefiero lejos del corazón argentino.

De todas formas no sos solo vos. También están:

Los que solo pueden ver su clubsucho de capital federal pensando que ahí esta el Chicago Bulls de los ´90.

Los que creen que la liga metropolitana es lo mejor que hay.

Los que creen que no entrenar y verse solo para jugar es un ejemplo para las camadas futuras (Central Entrerriano fuiste el mejor de la temporada pasada, FELICITACIONES, pero eso no es ejemplo a seguir).

Los que por amiguismo pegan por pegar, sin siquiera argumentar o saber alguito de básquet.

Conclusión:

Si realmente queres que el femenino crezca, aportá, no tires mierda por tirar. O en su defecto, si consideras que tenes LA VERDAD, argumentá.

Si realmente queres que el femenino crezca, no te contradigas. Si pedis recambio en la selección, no pidas que integren el elenco mayor pibas que ya pasaron los 26 o 27 años.

Si realmente queres que el femenino crezca, no pidas que esté en la selección mayor gente que en su momento fue para atrás, se bajó cuando estuvo citada, priorizó la guita, o intentó convencer a otras jugadoras para que no vayan al equipo. Eso no es querer que crezca la disciplina.

Si realmente queres que el femenino crezca, honrá a las 14 BRONCEADAS DE ORO que salieron terceras en el Mundial U19 de Tailandia. Ahí no pudiste tirar maldad... ¿Por qué habrá sido? Opciones:

A- No sabes nada de básquet menor nacional.
B- No sabes otra cosa que tirar mierda cuando se pierde.

Si queres que el femenino crezca, apoyá a la Liga Nacional. Así creció el masculino. Tenés el camino hecho, caminalo.

Si queres que el femenino crezca, peleá en tu club por más horas de cancha para las divisiones formativas.

Si queres que el femenino crezca, pelea en tu provincia por formar una asociación para sumarte a FFBRA y de esa manera participar de la Liga Nacional.

Si queres que el femenino crezca, capacitá a tus entrenadores a la altura del básquetbol masculino, para de esa forma (ya que te jode tanto el DT), poder poner a alguien en su lugar, que este a la altura de las circunstancias, y no a un 4 de copas que no sabe lo que es una defensa combinada.

(En mi opinión, hoy, sacando a Cristian Santander, no hay DT en el femenino que esté a la altura de Eduardo. Repito para que ninguno de Gchu salte: Comer asados y juntarse solo para jugar no es motivo de admiración. Ojo, no tengo nada en contra de Danilo, pero con eso no vamos a ningún lado. Lo ideal es poder entrenar todos los días, con eso empezamos la lista de cosas).

Si queres que el femenino crezca, capacitate vos también. Mirá básquet. Salí un rato del femenino y nutrite de buen básquet. Hablá con entrenadores de Liga Nacional o TNA. Aprendé. Escuchar es más sano que escupir veneno.

Saludos a todos. A ver si levantamos un poco el nivel de comentarios (no cambien las opiniones si quieren, denle altura), porque en el femenino son 3 pelagatos y hay un conventillo de la ostia. Eso déjenlo para los torneos de cabotaje, pero no ensuciemos con resentimiento a la liga nacional y a la selección.

“El periodista del equipo ahí (y acá) está, ahí (y acá) está, el periodista del equipo” (8).

BIENNNNNNNNNNNN FLAQUITA!!!!! BESOSSS

Con esos comentarios desubicados solo logras restar. Empañando los sacrificios de las jugadoras que luchan por estar.
Lamentable

Me parece genial el comentario. Era necesario que alguien se tome el tiempo de escribir lo que tantos pensamos.