A tomárselo con soda

Jugando prolijas nuestras chicas tomaron, en el inicio, las riendas del cotejo. De la mano de una defensa sobre mitad de cancha que le complicó las cosas al perímetro rival, y un juego interior que encontró superioridad sobre el adversario, la ventaja se fue tallando de atrás hacia delante.

Poniendo la bola cerca del canasto, o aprovechando las buenas irrupciones de Reggiardo, Argentina tuvo control del primer cuarto hasta su quiebre. Allí, con los recambios, aparecieron algunas complicaciones. La defensa no fue la misma, y en ataque, entre decisiones desacertadas y un par de pérdidas, Venezuela tomó la fuerza suficiente como para terminar los primeros diez a tiro, aunque aún por debajo, 25 a 19.

Otra fue la cara en el segundo acto. Sin necesidad de grandes cambios, sino pequeños ajustes, nuestro seleccionado volvió a encontrar su rumbo, para rápidamente no solo retomar su amistad con la calma y las buenas resoluciones en ataque, sino también para sacar una nueva brecha de diez unidades en el tanteador.

Con esto el cuerpo técnico pudo terminar de mover sus piezas, logrando una rotación completa de la plantilla, sin que esto influyera de forma negativa en el trámite del cotejo. Con buenos pasajes de Landra y Cejas, las criollas se impusieron una vez más cerca del cilindro, y con el ingreso de Burani y la colaboración anotadora exterior de Paoletta, la culminación de la primera mitad fue un fiel reflejo del accionar que ambas escuadras tuvieron en cancha, encontrando a las nuestras arriba 52 a 36.

Con la vuelta del descanso largo Argentina fue inteligente. Pese a que la vino tinto buscó presionar desde la salida ajena, para de esa forma recuperar mayor cantidad de balones y a través de esa vía acercarse nuevamente en el marcador, las nuestras no se pusieron nerviosas, le bajaron las revoluciones al cotejo, y a través de las pautas básicas que tiene este equipo (buena defensa y cuando se puede, correr), no corrieron sobresaltos y extendieron las diferencias.

Argentina le permitió a su rival anotar tan solo nueve unidades, y con el segmento netamente favorable (21 a 9), nuestras chicas ingresaron al epílogo con el cotejo prácticamente resuelto (73 a 45). El último acto sirvió para terminar de emparejar los minutos de juego de todo el plantel nacional y comenzar a poner la cabeza en el próximo rival, Chile; a pesar que Venezuela no dio por entregado el match y a través de una presión en toda cancha (en un cotejo que se volvió deslucido), redujo la brecha.

La parada inicial resultó positiva. Nuestra selección mostró hambre y entrega en defensa, y prolijidad, paciencia y buena elección de tiro en ataque. El primer examen se aprobó, aunque está claro y hay que tener presente, que quien estuvo enfrente no fue el más exigente de los adversarios. Mañana será una nueva final, en un torneo que prácticamente no da margen de error.

Síntesis

Argentina (87): Sandra Pavón 3, Marcela Paoletta 14, Paula Reggiardo 17, Carolina Sánchez 7 y Florencia Fernández 6 (inicial); Marina Cava 6, Constanza Landra 10, Melisa Cejas 13, Noelia Mendoza 2, Agostina Burani 2, Nadia Flores 3 y Paula Gatti 4. DT: Eduardo Pinto.

Venezuela (65): Roselis Silva 15, Dayanet Dolande 9, Enmy Blanco 5, Ofelia Villarroel 17 y María Cabrices 1 (inicial); Yoseimar Díaz 0, María Requena 0, Fanny Díaz 5, Sharol Renault 6, Cleider Blanco 4, Jofranny Guerra 2 y Ayala Ylarraza 1.

Parciales: 25 - 19 / 52 – 36 / 73 – 45.
Árbitros: Da Silva – Townsend – Martínez Báez.
Estadio: Aecim Tocantins.

Emanuel Niel – Enviado especial a Cuiabá
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