En sus manos las anfitrionas tienen un arma de doble filo. Por un lado, el apoyo de un estadio que desde el primer día, cuando se acercó mucha gente, fue aumentando noche a noche su poder de convocatoria. Hoy el estadio mostrará sin dudas un lleno absoluto. El problema radica en que todo ese apoyo se puede transformar en presión para las dueñas de casa, si por impericia propia o mérito argento, las cosas no le salen como esperan.
En los papeles Brasil se muestra como un elenco sólido en todas sus líneas. Peso en el poste bajo, lo que le genera concretar varias segundas opciones, y desde el perímetro, una efectividad que hasta anoche fue benévola con ellas. Completando el cóctel, entre Adrianinha y Helen se reparten muy bien la base, supliendo el físico que ya no tienen por sus años, con toda la experiencia que han acumulado a lo largo de su carrera.
“Imposible is nothing” reza el eslogan de una famosa línea deportiva. Después de lo realizado por las U19 en Tailandia, se sabe, que esas tres palabras tienen mucho de verdad. Lo hecho hasta aquí resulta histórico, pero no existe ninguna ley que indique, que no se puede continuar soñando.