Primero hay que saber sufrir

Pasó el debut. Pasaron los nervios y luego del partido chivo el vaso se puede ver medio lleno: a pesar de las complicaciones se ganó. Paraguay fue un durísimo rival, se mantuvo al frente del tanteador por más de tres cuartos, y las nuestras tuvieron que esforzarse mucho para poder volcar la balanza a su favor.

Como le mencionó a Pick and Roll en la previa el entrenador Roberto Santin, el equipo en su mayoría no contaba con experiencia internacional, y las más rodadas justamente eran las más chicas. Como un cálculo matemático exacto, fueron ellas las que no se achicaron ante la adversidad, y mancomunadamente entre Cabrera, de buena tarea bajo los cristales, y Gretter desde la conducción, Argentina salió a flote y revirtió una complicada situación.

El cotejo había iniciado torcido para las nuestras, las cuales tuvieron una sequía de más de cinco minutos, la cual hizo que el conjunto guaraní logre sacar ocho unidades de ventaja (10 a 2). Vía Malena Jaime las criollas lograron romper el hechizo, y mejorando un poco la imagen cerraron el primer chico abajo, 7 a 12.

La historia no cambiaría en el segundo periodo. Si bien la celeste y blanca estampó un parcial de 7 a 0 en menos de tres minutos, que la catapultó al frente 14 a 12, las paraguayas de la mano de Astrid Huttemann encontraron efectividad perimetral, y en el mismo margen de tiempo contestaron la remontada nacional con un guarismo favorable de 12 a 3, para ponerse 24 a 17. Finalmente vía María Caraves el rival sacó diez de luz (31 a 21) en la recta final de la primera mitad, aunque la máxima distancia entre ambos llegó a ser de 13 (35 a 22 y 37 a 24).

Ya en el tercer cuarto las nuestras salieron con otra actitud. Por primera vez en el juego tuvieron un mejor segmento que su contrincante, y a través de un parcial general de 21 a 12, acortaron la distancia a tan solo tres unidades (46 a 49) al momento de ingresar a los últimos diez minutos. Para que esto ocurra Argentina debió tocar fondo (perdía por 16, 25 a 41 en el inicio de la segunda parte).

En poco más de cuatro minutos, a través de la manija de Diana Cabrera, la escuadra nacional se colocó a tan solo seis puntos (37 a 43), y si bien Paraguay volvió a estirar la brecha a nueve (39 a 48), la arremetida Argentina sobre los dos minutos finales del tercer acto pudo más, y con una marca de 7 a 1, quedó al acecho, 46 a 49.

Fue allí donde la defensa criolla volvió a mostrar su corazón, a pesar de los nervios y la tensión que revestía ese momento. En conjunto, la celeste y blanca resguardó de buena forma su cilindro, o en el más raso de los elogios, esgrimió una protección mejor que la pudo sostener su par paraguayo, y de esa manera construyó el vuelco a su favor del resultado.

Mientras en el terreno propio el quinteto en sí se llevó la medalla al coraje, en ataque hubo nombres propios que pesaron, más allá de la dinámica que propuso el equipo. Cabrera marcó presencia cerca de los aros, Gretter a través de la base tomó las decisiones, y tanto Fiorotto como Llorente realizaron aportes claves en el inicio y en el cierre del periodo.

Paraguay se vio desbordado, y tan solo pudo mantener el marcador a su favor hasta promediar el acto final, donde a través de la línea Melisa Gretter marcó uno de dos, e igualó las acciones en 53. En los seis minutos que le quedaron al partido, Argentina se hizo de las riendas del juego, y marcando un parcial de 9 a 2, se llevó la victoria, trabajosa y desgastante, pero triunfo al fin y al cabo

Síntesis

Argentina (62): Melisa Gretter 16, Natalia Teodori 0, Natasha Spiatta 3, Florencia Llorente 7 y Diana Cabrera 18 (inicial); María Santos 0, Malena Jaime 6, Carolina Martínez 2, Brenda Schmidt 2, Celia Fiorotto 8 y Munay Martínez 0. DT: Roberto Santin.

Paraguay (55): Marta Peralta 7, Astrid Huttemann 22, María Caraves 21, Ana Vallejos 0 y Noelia Torres 0 (inicial); Francesca Toñadez 0, Rocío Britez 2 y María Abente 3.

Parciales: 7 – 12 / 25 - 37 / 46 – 49.

Emanuel Niel
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