La magia de Manu fue el motor de San Antonio

Quizás este partido no quede guardado en la memoria de muchos debido que se trataba de un rival flojo, en el medio de la temporada regular y en el marco de un partido de gran nivel por parte de todos los Spurs, pero lo que Emanuel Ginóbili hizo anoche en el AT&T Center fue descomunal. El bahiense cerró su planilla con 14 puntos, 10 asistencias y 9 rebotes para que su equipo se imponga ante los Minnesota Timberwolves por 117 a 99.

Al margen de los fríos números, Manu fue clave en todo momento para los de Gregg Popovich, que obtuvieron su novena victoria en los últimos once juegos y ascendieron a la quinta posición del Oeste con un récord de 18-11. Fue el alma del equipo, el que lo encendió cuando se veía apagado. Lo hizo todo en 28 minutos.

San Antonio jugó una estupenda primera mitad, en la que metió 66 puntos con un 59 % en tiros de campo (23-39). Sin embargo, el partido había comenzado parejo (8-8) con una leve superioridad por parte de los T’Wolves que tenía que ver con una idea más clara dentro del campo.

Mientras que los Spurs no le podía hacer llegar la pelota a Duncan (4 pts y 1/3 en el primer cuarto) Minnesota comenzaba todas las ofensivas con su pivot, Al Jefferson, que encabezaba a su equipo con 6 tantos. Los de Kurt Rambis comenzaban 7/13 de cancha y se adelantaron 14-10, pero allí Gregg Popovich pidió minuto y cambió el rumbo del juego.

Tras el “lavado de cabeza” los Spurs metieron un parcial de 14-4 con el que se adelantaron 24-18 gracias a un ajuste en la defensa (dejó a Minnesota en 3/10) y el gran ingreso al juego de Manu (6 pts, 3 asisit y 2 reb). Así, el primer cuarto terminó 29-24.

En el segundo los dueños de casa tomaron definitivamente las riendas del juego, manejaron el ritmo e impusieron su estilo a partir de la defensa, primero, y luego con un ataque muy fluido (16 asistencias en 39 tiros). Rápidamente metieron un parcial de 6-0 con el que se adelantaron 35-24, hasta allí la máxima, que seguiría creciendo hasta ser de 16 (61-45) a falta de 1:39 para el final de la primera mitad.

Manu siguió comandando a San Antonio al tiempo que Roger Mason los guiaba con 10 puntos. Los Timberwolves se mantenían con la fuerza de su dupla interior, Love-Jefferson (28 pts, con 9/17 de cancha entre ambos), pero no tenían buena compañía.

El tercer cuarto se desarrolló con los parámetros del primero, con un equipo de Minnesota que comenzó más concentrado (15-10) y con San Antonio más disperso, esta vez abasteciendo más a Duncan. Los de Rambis se acercaron a 9 (76-67), pero allí volvió a aparecer Ginóbili, y en las primeras dos que tocó metió una asistencia y un triple para darle aire a los Spurs liderando un parcial de 10-0 con el que se despegaron 86-67.

La brecha continuó acrecentándose, y llegó a ser de 24 (103-79). Gino continuó con su ballet, y lo decoró con una jugada para la historia que incluyó robo, contraataque y faja casi afuera de la cancha para la entrada de DeJuan Blair en bandeja. Un lujo para el delirio de todo el estadio. Ya con muchos asientos vacíos, Minnesota silenciosamente se fue acercando en el marcador, pero nunca más allá de los 13 puntos.

Fue una tarea grupal altísima de San Antonio, que terminó con 32 asistencias y hasta el tercer cuarto estaba con un 50 % de cancha. En defensa estuvo impecable: Dejó a su rival en 39.6%.

Seis jugadores terminaron en doble dígito. Richard Jefferson fue el goleador con 24, Mason sumó 18, Duncan terminó con 17 y 10 rebotes, Parker hizo 12 y Blair 11. Todos amparados bajo el talento de Manu.


Houston volvió a la victoria

Luego de la derrota del domingo ante los Cavaliers, y en su primer partidos tras conocer la noticia de que Tracy McGrady ya no jugará más en el equipo, los Houston Rockets volvieron a sonreír: Derrotaron a los New Orleans Hornets por 108 a 100 con un gran último cuarto, que ganaron 34 a 18. Ahora, el equipo que dirige Rick Adelman tiene un récord de 19-13 y continúa séptimo en el Oeste.

Luis Scola tuvo un muy buen desempeño al cosechar otro doble doble, producto de 13 puntos y 12 rebotes. El Luifa tiró 5/10 de cancha y 3/4 desde la línea, al tiempo que también sumó 3 asistencias y 1 recupero en 32 minutos de acción. El máximo anotador para el conjunto de texas fue su base, Aaron Brooks, quien terminó el partido con 27 tantos. Shane Battier lo siguió con 20, mientras que Carl Landry se destacó con 18 desde el banco y Trevor Ariza aportó otros 13 tantos.

Por el lado de los Hornets (13-16), no fue suficiente la gran actuación de su 2dúo dinámico”. David West terminó con los 44 puntos y 12 rebotes al tiempo que Chris Paul recolectó un triple doble de 16 tantos, 11 taleros y 10 asistencias.

Los Houston Rockets mañana protagonizarán un gran duelo ante los Dallas Mavericks en busca de descontar la diferencia en la división Southwest (3.5 juegos).


Foto: Gentileza ESPN.com

Sebastián Ciano
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