El último que apague la luz

No tiene más plazos. Mientras se desmiembra su plantel, con un entrenador a mil kilómetros y sin noticias, Independiente debe decidir en las próximas horas si afronta el resto de la temporada del Torneo Nacional de Ascenso de básquet o si renuncia, en medio de una crisis económica de la que nunca pudo salir. El presidente Gastón Sobisch ya aceptó la rescisión de contrato de Martín Melo y Mauro Bulchi y hoy firmaría los papeles para que dos de los titulares del equipo neuquino dejen el plantel. Pero, además, junto a la dirigencia del Rojo, tendrá que resolver si está en condiciones de estirar la presencia del equipo en la segunda categoría nacional o si dice basta.

Las bajas de Melo, el goleador, y Bulchi, el único pívot que le quedaba tras la salida el mes pasado de Sebastián Chaine (firmó con Ciudad de Bragado) y Jervaughn Scales (pasó a El Nacional), generaron un panorama que se preveía antes de las Fiestas, pero que asoma mucho más duro ahora que está a la vista. Encima, Juan Pablo Boadaz, el técnico, sigue en Buenos Aires y es muy probable que recorra el mismo camino que sus jugadores y deje el club.

El DT nunca tuvo novedades de los dirigentes y su representante está encargado de manejar su salida. Con o sin entrenador, el Rojo hoy no junta seis fichas mayores (el mínimo que impone la ADC) y el tiempo apremia. Es que el miércoles a las 21.30 debe enfrentar a su homónimo de Tandil. Es una carrera contrarreloj si afronta las dos fechas finales de la Zona Sur de la fase inicial, con un equipo que debe rearmarse en menos de 48 horas y viajar hasta la ciudad serrana.

“Era lo mejor”

Melo se va de Independiente con promedios esta temporada de 17.4 puntos, 5 rebotes y 1.2 asistencias. Se sumará a Sportivo 9 de Julio de Río III, equipo de su ciudad natal. Deja un vacío enorme si el Rojo decide continuar, a los tumbos, en el TNA. Y un deseo. “Ojalá siga”.

“La posibilidad de irme surgió hace un tiempo y ahora, después de que no se concretara el apoyo, se reactivó. No quería seguir otro año a los tirones, Gastón tuvo muy buena predisposición y me llevaré firmado todo lo que me prometieron, no me va a faltar nada”, dijo el cordobés, que hoy sellará su salida para volver a Córdoba y buscar el ascenso con 9 de Julio.
“Cuando viajé no esperaba esto. Sabía que las cosas estaban bastante mal, pero uno nunca quiere irse así de un club. Es lo mejor para las dos partes, aunque no sé cómo va a seguir”, dijo Melo, para quien la idea de la dirigencia del Rojo es “terminar el año. Gastón nos liberó a Mauro (Bulchi) y a mí porque así le alcanzaba justo para llegar al final de la temporada. Aunque ahora tendría que sumar dos fichas mayores del ámbito local”.

El goleador del Rojo dijo que se lleva “muy buenos recuerdos” de su paso por el equipo con el que logró el ascenso a la Liga Nacional y que en “lo deportivo las cosas fueron bien, pero a la cancha cada vez iba menos gente y los dirigentes siempre fueron los mismos, no se pudo sumar a nadie y cuando aumentaron los costos se hizo imposible”. Un término que define la misión que hoy intentará resolver Independiente.

Fuente: Diario La Mañana de Neuquén.

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