Ya es oficial ¿Y ahora qué?

Emanuel Ginóbili obtuvo lo que quería, estaba buscando y, porqué no, se merecía: Extendió por tres temporadas más su contrato con los San Antonio Spurs, equipo en el que ya lleva 8 temporadas, todas que las que jugó en la NBA.

Se tomó casi como una cuestión de orgullo que a Manu le ofrezcan el mismo trato de estrella que anteriormente habían recibido Tim Duncan y Tony Parker, las otras dos cabezas del “monstruo” texano, con sus respectivas extensiones. Asimismo, en medio de la controversia acerca de que si los Spurs debían firmar o no al bahiense, Kobe Bryant ponía el gancho por tres temporada más con los Lakers. La presión mediática hervía.

Pero todo se resolvió a favor de Ginóbili; Los directivos de la franquicia decidieron que era lo mejor contar con el bahiense y dejaron atrás eso del “viejo Manu”, ese que no podía contra las lesiones. Ahora que la continuidad es un hecho y que el contrato está delineado ¿qué ofrece San Antonio en el plano deportivo?

Al hablar de contratos en el mundo NBA, enseguida comienzan a “volar” los millones de dólares por doquier. Es sabido que en el fantástico mundo de la mejor liga del planeta se amasan fortunas que hasta parecen obscenas si se las traslada al plano de la vida cotidiana, pero esas son las características de este mercado. Por lo general, en las tapas de los diarios (que van dirigidas a un público que no está inmerso de lleno en el básquetbol) resalta la cantidad de dinero que ganará el jugador en cuestión – algo lógico quizás – pero poco se habló hasta el momento de qué puede pasar en la cancha en las próximas temporadas.

A Duncan todavía les restan dos años más de contrato luego de la 09/10, aunque a Parker solo uno, el de la 2010/2011, por lo que a priori seguirán juntos una temporada más. No es esta la primera vez que se habló de la veteranía del equipo, sobre todo de las estrellas, y de las lesiones que éstos han soportado en los últimos años. Se sabe que el factor tiempo es irremediable, lo que significa que los cuerpos contarán con más batallas con el correr de los partidos, es decir que las columnas de opinión acerca del aspecto físico del equipo de cara a los playoff seguirán existiendo en diarios, webs y blogs.

Otro aspecto a tener en cuenta, el más importante, es cómo estará rodeado el tridente de los Spurs. Este año la dirigencia optó por sobrepasar la línea del impuesto de lujo por primera vez en mucho tiempo con el fin de jerarquizar el plantel, pero no le salió bien. Llegó Richard Jefferson y está teniendo su peor temporada desde su legada a la liga, en la 01/02; De hecho se pensó en su traspaso en el pasado mes de Febrero, cuando vencía el tiempo para realizar transacciones. Asimismo, Antonio McDyess no pudo aportar las soluciones que daba en Detroit.

Es difícil de imaginarse a estos dos jugadores en el futuro del equipo, al igual que a Roger Mason Jr, quien está muy por debajo de lo que supo mostrar en la 08/09 (solo 6.3 ppp y 39.1% de cancha en 18.8 minutos) y además atraviesa el último año de su contrato. Lo mismo que Matt Bonner, otro jugador al que se le vence el vínculo y que estuvo asediado por las lesiones (jugó solo 63 partidos).

Michael Finley se fue a Boston para tratar tener ese lugar que perdió en San Antonio, cuando antes era toda una garantía para Gregg Popovich. Quienes sí son una fija en el futuro de la franquicia son George Hill, quien está realizando una gran temporada en el quinteto titular, y el rookie DeJuan Blair, otro hallazgo de la dirigencia texana. Pero es poco para proyectar los años que vendrán, y es por eso que una vez terminada esta temporada - en la que tendrá nuevamente una parada muy brava en primera ronda – será hora de meter mano en el plantel.

En una nota publicada en la página Fanhouse.com, Jefferson puso en duda su continuidad en San Antonio, ya que dejó entrever la posibilidad de salirse de su contrato, que será nada menos que de 15 millones en el 2010/2011 (es el segundo mejor pago del plantel, detrás de Duncan). “Probablemente no gane ese dinero en otro lugar, pero de alguna manera se puede recupera algo en un contrato ‘multi-anual’”, declaró el es New Jersey y Milwaukee.

A la hora de hablar de números es imposible de soslayar una situación de que a se está hablando y que tendrá lugar recién dentro de dos temporadas: En 2011 se vence el Acuerdo Colectivo de Trabajo de la NBA con la NBPA (Asociación Nacional de Jugadores de Básquetbol), y a simple vista no se vislumbra una solución y se especula con una huelga, como en la 98/99, temporada en la que se jugaron solo 50 partidos.

Esto será sin dudas un condimento para futuras negociaciones, ya que con lo que en Estados Unidos se conoce como tope salarial “duro”, las franquicias son reticentes a romper el chanchito, lo que hace complicado el armado del plantel.

De alguna u otra manera, Emanuel Ginóbili continuará siendo jugador de los San Antonio Spurs y líder de un plantel que tiene el objetivo de recuperar la gloria perdida, esa gloria que nada sabe de números y que solo se obtiene en la cancha.

Sebastián Ciano
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