Como por arte de “magia”

Dicen que solo el 8% de los equipos que perdía 1-3 una serie de playoff pudieron dar vuelta la historia. Haciendo oídos sordos a esta estadística, los Dallas Mavericks salieron a todo o nada, con la presión de quien enfrenta a la eliminación. Anoche lograron mantenerse con vida luego de un contundente triunfo frente a los Spurs por 103 a 81, que ahora dejó la serie 3-2 para a favor de San Antonio.

Los Mavericks nunca soltaron las riendas del partido, se jugó a lo que ellos propusieron: Rebote y salida rápida en contraataque para degastar a un equipo veterano como San Antonio. Todos les salió bien: Cinco jugadores terminaron en doble dígitos, liderados por Caron Butler, máxima figura de la cancha con 35 puntos y 11 rebotes. Dirk Nowitzki aportó su cuota goleadora con 15 tantos, Jason Tarry sumó 12 desde el banco, mientras que Shawn Marion y Kidd anotaron 10. Párrafo aparte para Brendan Haywood, otro ex Washington Wizards, que tuvo un rendimiento clave bajo las tablas con 8 tantos, 8 tableros y 4 tapas, y generándoles faltas a todos los internos rivales.

San Antonio fue una sombra. Ni Manu Ginóbili ni Tim Duncan fueron gravitantes: Terminaron con 7 y 4 puntos respectivamente y un combinado 4/11 de cancha. Los Spurs tiraron para un 35,9% y perdieron 18 balones.

Dallas impuso su ritmo durante toda la primera mitad. Los dirigidos por Rick Carlisle, con una media cancha “chiquita” y rápida (Kidd, Barea y Terry) logró correr, penetrar y sacarles faltas a los Spurs, quienes rápidamente tuvieron problemas con los foules en DeJuan Blair (4 en 14 minutos y medio) y Manu (2).

Caron Butler guió a los Mavs en el primer cuarto con 12 puntos, y así el local tomó una venta de 76 puntos (27-21) luego de los primeros 12 minutos de acción. Asimismo, provocaron 4 pérdidas de los Spurs, quienes encontraron en Matt Bonner una vía de gol que los acercó (6 pts, 2/3 en triples).

En la primera mitad del segundo cuarto Dallas comenzó a florearse. Brandan Haywood se hizo dueño de la zona pintada propia, con 3 rebotes y tres tapas, y en la ajena generando faltas, aunque con mala puntaría desde la línea (2/6). Kidd, por su parte, manejó bien los hilos en los contraataques (4 asistencias) y Nowitzki aportó su cuota infaltable de gol, con 4 tantos. De esta manera, los Mavericks sacaron una máxima de 17 (29-46)

Pero así como Dallas provocó 4 errores de balón en San Antonio en el inicio del segundo período, luego fueron ellos los que comenzaron con las equivocaciones, especialmente Nowitzki (3 pérdidas consecutivas). De esta manera, con una ráfaga de siete puntos al hilo de Tony Parker (terminó con 18 y 6 asistencias), que incluyó otra falta flagrante de Eduardo Nájera, los Spurs achicaron el margen a 10 (53-43). Los de Gregg Popovich cerraron el primer tiempo con un parcial de 13-4 y se fueron al vestuario con un esperanzador 53-46.

Sin embargo la esperanza se esfumaría rápidamente; En un abrir y cerrar de ojos, los Mavericks ya ganaban por 17 en el comienzo del tercer cuarto gracias a un parcial de 10-0 que resultó demoledor para las aspiraciones de los Spurs, que sintieron el “mazazo” y nunca más pudieron levantarse. Fue el peor momento del encuentro, y en consecuencia el mejor de Dallas, que jugó al ritmo de Jason Kidd. El base, que cerró su planilla con 10 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 2 recuperos, sumó 7 tantos, 3 tableros y 2 pases gol en el cuarto para guiar a su equipo.

El último período, si bien se podría llegar a esperar una remontada épica de San Antonio, estuvo de más. “Pop” comenzó y terminó con suplentes los 12 minutos finales, hasta hizo ingresar a Ian Mahinmi y Temple Garret, absolutos debutantes en postemporada. El pivot tuvo un promedio de 6.3 min en 26 partidos durante la fase regular, mientras que el rookie de 12.4 en 27.

Es muy probable que los Mavericks hayan ganado una dosis de confianza con este contundente triunfo, sobre todo luego de verse en la cornisa. Si embargo, mañana la serie retornará al AT&T CEnter de San Antonio, en donde los Spurs contarán con otra chance de sentenciar a sus viejos rivales de Estado.


Foto: Gentileza ESPN.com

Sebastián Ciano
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