Traigan Reyes, coronas sobran

Preparen, apunten, fuego. En estos momentos, la prensa estadounidense debe estar afilando sus dedos para llenar páginas – digitales y las de papel – con munición pesada en contra de LeBron James y todo su aparato marketinero, el mismo que ellos vienen alimentando desde 2003.

Boston Celtics le puso fin una vez más a la ilusión de este rey sin corona con la victoria de anoche por 94 a 85 que selló la suerte de los Cleveland Cavaliers con la serie 4-2 para los de Doc Rivers, que desde el domingo comenzarán a recorrer el camino para arrebatarle el título del Este a los Orlando Magic.

La defensa de los Celtics fue la clave en la serie: Boston fue más que Cleveland, y por eso sigue en pie. Atrás quedaron las 61 victorias de la fase regular y el segundo premio consecutivo al jugador más valioso por parte de James. Nada de eso pudo con el juego asentado del local.

Boston dejó anoche a los Cavaliers en un 38% de cancha mientras que solo les permitieron un promedio de 95.2 puntos por noche, con un 44.9% en tiros de campo, incluido un 27% en triples. Los números no mienten y denotan el gran esfuerzo realizado ante quienes fueran la tercera mejor ofensiva de la NBA en cuarto a porcentaje de cancha en toda la fase regular.

En el último cuarto se vio toda la madurez de los Celtics y la falta de carácter por parte de de los de Mike Brown. El aplomo del local contrastó con la escasez de respuestas por parte de un grupo que nunca sirvió de plafón para LeBron, su estrella y niño mimado. Cuando éste los devolvió al juego con dos triples consecutivos a falta de 9:34 para el final (78-74), el resto del grupo no tuvo respuestas, algo que Boston aprovechó al máximo: Metió un parcial de 10-0 rubricado con un contraataque que finalizó en una explosiva volcada de Kevin Garnett. El TD Garden se unió en un solo grito, y el trámite parecía haberse terminado.

De allí en más, Cleveland no volvió a levantar la cabeza. No existió una segunda vía de gol que ayudara a James a mantener el rumbo. El “Rey” terminó la noche con un triple doble, producto de 27 puntos, 19 rebotes y 10 asistencias, pero lanzó 8/21 de cancha y perdió 9 balones.

En Boston, Garnett volvió a desplegar toda su jerarquía (22 pts, 12 reb) y Rajon Rondo mantuvo su nivel de estrella con 21 tantos (9/15) y 12 asistencias. Por su parte, Paul Pierce y Rasheed Wallace aportaron 13 puntos cada uno, al tiempo que Tony Allen sumó otros 10 para los Celtics, que buscarán su segunda final en tres años.

Para los Cavaliers ha pasado otra temporada más seguida de una frustración. Esta vez con Shaquille O’Neal a cuesta, con la incorporación de Antawn Jamison a finales de febrero y toda la corte que acompañó a LeBron James desde un principio y que una vez más demostró no estar a la altura para alcanzar la corona, que todavía espera dueño.


Foto: Gentileza ESPN.com

Sebastián Ciano
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