Con un disparo del alero a décimas del final Los Angeles derrotó a los Phoenix Suns 103 a 101, quedó con la ventaja de 3-2 en la serie y está a un triunfo de las finales por tercer año consecutivo. Kobe Bryant guió a los suyos con 30 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias. Mañana se jugará el sexto punto en Arizona.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
A principios de esta 2009/2010 que de a poco esté llegando a su fin, Ron Artest se convirtió en unos de los temas principales del mercado de verano de la NBA con su llegada a los Lakers, ya que siempre fue catalogado como un jugador indisciplinado que, además, estaba arribando a un grupo que meses antes había sido nada menos que campeón.
Seguramente anoche nadie recordó aquella discusión acerca de si el equipo angelino había hecho bien en dejar partir a Trevor Ariza y, en cambio, hacerse del polémico Artest cuando éste tomó el rebote tras el incómodo triple lanzado por Kobe Bryant y selló el triunfo, por 103 a 101, con un disparo bajo el aro sobre la chicharra. En ese momento el Staples Center se unió en un estallido: Sus Lakers están nuevamente en la puerta de la gran final.
La serie había vuelto a Los Angeles luego de dos derrotas consecutivas de los Lakers en el US Airways Center de Phoenix y nadie aseguraba una victoria a pesar de llegar sin derrotas en casa en la postemporada. Fue, sin dudas, el partido más áspero de los cinco que se disputaron en la serie: Los Suns terminaron con un 46.8% en tiros de campo, al tiempo que los dueños de casa lo hicieron con un 41.8% (7/24 en triples - 29.2% -).
“Simplemente tiene el don de estar cerca de las jugadas cruciales”, contó Phil Jackson sobre Artest, quien fue el héroe de la noche pero terminó con 4 puntos y 2/9 de cancha. Kobe Bryant volvió a liderar a los Lakers con 30 puntos, producto de 8/17 en dobles, 4/10 en triples y 2/3 desde la línea, 11 rebotes y 9 asistencias en 43 minutos de juego. Por su parte, Pau Gasol convirtió 21 tantos, bajó 9 tableros y repartió 5 pases gol, al tiempo que Lamar Odom fue autor de 17 (7/11 de cancha), 13 y 4 desde el banco. El equipo angelino tiene un récord de 19-0 en los quintos partidos.
En Phoenix quedó el sabor amargo de haber estado tan cerca de robar un juego de L.A. En los últimos segundos del juego, los Suns tuvieron tres triples seguidos para tratar de empatar, y finalmente lo lograron con un bomba de Jason Richardson (12 pts) a falta de 3 segundos, luego dos yerros consecutivos, uno de Steve Nash y otro propio. Pero cuando todos estaban pensando en la prórroga, Artest hizo el milagro.
El base canadiense cerró su planilla con 29 puntos (10/14 en dobles, 2/6 en triples y 3/5 en libres) y 11 asistencias en 35 minutos; Amare Stoudemire metió 19 tantos, Channing Frye sumó 14 y 11 rebotes desde le banco, mientras que Grant Hill y Pared Dudley metieron 10 cada uno.
Mañana la serie volverá a Phoenix para disputar el sexto punto que podrá consagrar a los Lakers como los campeones del Oeste por tercera vez en forma consecutiva. Los Suns, por su parte, intentarán tener la misma suerte de los juegos tres y cuatro y así forzar un séptimo partido que se llevará a cabo el lunes en el Staples Center.