Los Lakers ni se dieron cuenta que enfrentan estaban los Celtics. Continuaron desplegando un buen básquetbol y se llevaron el primer punto de las finales por 102 a 89 con una gran performance de Kobe Bryant y Pau Gasol. Boston logró contener a L.A en el último cuarto pero fue demasiado tarde. Los Angeles ganó la lucha de los rebotes 42 a 31. El domingo se jugará el segundo juego.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Ya se dijo hasta el hartazgo que se trata de clásico histórico y famoso. Pero dentro de esta “locura” bien entendida en la que se han transformado las finales la prensa tomó su parte. Además de la rivalidad entre hinchas, los diarios lanzaron munición pesada desde sus redacciones. Tanto que ayer el Boston Globe afirmaba que si “Kobe Bryant no le ganaba a los Celtics nunca iba ser el mejor del mundo”.
El gran Kobe parece haber tomado nota o recortado el artículo para llevarlo a su casillero, porque hizo muy bien los deberes si es que la frase tiene valor. Anoche volvió a ser ese ícono que necesita todo equipo ganador y sus Lakers derrotaron a Boston en el primer partido de las finales por 102 a 89.
En realidad, para no ingresar en la zona de la injusticia, fue el líder y guía dentro de un contexto parejo, con más de una arista sobresaliente, en donde también sobresalió un jugador que siempre está en la mira de todos: Pau Gasol. La dupla Angelina se combinó en su máxima expresión para darle el primer punto a Los Angeles, que gozó como nunca este año en el Staples Center.
Los dirigidos por Phil Jackson impusieron su estilo ante la férrea defensa bostoniana, que anoche no fue tal. Contó con una abrumadora superioridad en los tableros - sobre todo en el cristal ajeno – y de no ser por un último cuarto en el que los Celtics lograron apaciguar el ritmo local, hubiese sido goleada /(llegó a ganar por veinte, 84 a 64). Los Lakers terminaron el tercer período en un 53% de cancha.
El partido ofreció todo lo que se le podía reclamar y evidenció que cada palabra pronunciada o escrita durante la semana previa no fue en vano. A los 27 segundos del inicio ya había una falta técnica para cada lado, una para Paul Pierce y otra para Ron Artest.
Todo fue muy físico desde el primer cuarto. Los Lakers comenzaron como si enfrente todavía estuvieran los Phoenix Suns y se adelantaron 16 a 10 con 8/13 de cancha. Ninguno de los dos entrenadores se mostró cauto a la hora de sacar a relucir sus cartas: El partido se convirtió en un escenario de estrategias de ajedrez, con muchos cambios en defensa, sobre todo ante la rápida acumulación de faltas personales.
Kobe lideró a su equipo en el primer cuarto con 8 puntos, pero entre los dos Allen - Ray y Tony - se encargaron de que se los tuviera que ganar desde la línea (2/5 de cancha). No obstante, de a poco los Celtics lograron acomodarse en el juego y bajarle la “efervescencia” al conjunto angelino. Así, el juego se trabó y empezó a desarrollarse en el terreno que más le convenía a la visita. De hecho dejó al local sin goles de campo durante cinco minutos, hasta que anotaron dos bandejas seguidas (Farmar y Brown) para llevarse el primero 26-21.
El segundo cuarto continuó de la misma manera, con la rudeza como premisa, las faltas se sucedían con frecuencia. Boston aprovechó la poca fluidez en el juego y un buen pasaje de Rasheed Wallace, quien con 5 puntos consecutivos (un doble y un triple) más una gran tapa sobre Gasol, acercó a su equipo 26-28.
Sin embargo, de a poco comenzó a perder la manija del juego, si es que alguna vez la tuvo. Los Angeles metió un parcial de 9-2 (5 de Artest), se escapó 44-35 y mantuvo la diferencia hasta el descanso largo (50-41) gracias a que Rajon Rondo clavó un largo doble al cierre de la primera mitad.
En el tercer cuarto fue tan bueno lo de los Lakers que tapó el rendimiento de Boston, que no era para nada malo. Los de Doc Rivers terminaron lanzaron APRA un 50% de cancha en el parcial, liderados por la presencia de Kevin Garnett, quizás en el único pasaje del encuentro en el que tuvo un buen rendimiento (8 pts). “KG” terminó con 16 tantos y solo 4 rebotes.
Bryant “encendió la máquina” y nadie encontró respuestas para él: Clavó 14 de los 30 puntos con los que terminó la velada. Asimismo, el astro de los Lakers sumó 7 rebotes y 6 asistencias. Jackson dispuso que las ofensivas comiencen en sus manos, y él respondió. Con una ráfaga de 10-2, Los Angeles sacó 17 de luz (81-64) sobre el final del cuarto. A esa altura, Gasol ya era imparable. El español cerró su planilla con 23 puntos (8/14 de cancha, 7/10 en libres), 14 tableros y 3 tapas. Por su parte, Andrew Bynum - con su rodilla hinchada - también fue factor, sobre todo en el primer tiempo (10 pts y 6 reb).
Boston necesitó (y necesitará) más participación por parte de Pierce, quien de todas maneras anotó 13 puntos en el último cuarto y encabezó a Boston con 24. Rondo metió 13, al tiempo que repartió 8 asistencias y tomó 6 rebotes, mientras que Allen finalizó con 12. Además de mostrarse endebles en la primera línea defensiva y perder en las pinturas, los Celtics tiraron 1/10 en triples y finalizaron con un 43% de cancha, condiciones que deberá mejorar urgente si quiere permanecer vivo en estas finales.
Existe un dato que no deja de ser una simple estadística, pero que de alguna manera llama la atención: Los equipos de Phil Jackson (Lakers y Bulls) poseen un récord de 47-0 en series de playoff cada vez que ganaron el primer juego. Sin embargo, esto recién comienza; Lo que anoche brilló, el domingo podrá quedar a un lado y ser derribado por el talento y las situaciones que el básquetbol plantea noche a noche. Los Lakers solo dieron el primer paso.