Con un soberbio último cuarto de Derek Fisher los Lakers volvieron a obtener la ventaja de localía tras su victoria por 91 a 84 en el TD Garden de Boston. Los de Phil Jackson no jugaron bien y perdieron el control del juego en el segundo tiempo pero los Celtics no supieron ganarlo. Los Angeles está 2 a 1 en la serie, que continuará mañana.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Todavía queda mucha tela para cortar en estas finales, pero si los Lakers logran alcanzar la gloria muy probablemente se acuerden de este tercer juego que ganaron en Boston por 91 a 84, con el que retomaron la ventaja de localia y en la serie (2-1).
Sin haber jugado para nada bien y con un Kobe Bryant aplacado por la buena defensa Celta en la segunda mitad, los dirigidos por Phil Jackson se alzaron con un triunfo que también se sentirá desde lo psicológico; En primer lugar porque consiguieron levantarse tras haber cedido un juego en casa, y en un contexto desfavorable durante el complemento, en el que se mantuvieron a la fuerza y con el aporte de un gladiador como Dereck Fisher.
El base se probó la “pilcha” de héroe perteneciente a Kobe, y le quedó muy bien. Convirtió 11 de sus 16 puntos en el último cuarto, con 5/7 en tiros de campo, incluido la jugada que terminó por definir el partido con un doble y falta en contraataque a 48 segundos del cierre. Los Celtics no supieron ganar el partido cuando lo tuvieron en sus manos.
Durante los primeros dos cuartos Boston fue muy poco claro en ataque, y en consecuencia no encontró buenos tiros y falló mucho. Al término de los mismos, los dirigidos por Doc Rivers estaban en un 40% de cancha y con solo dos jugadores concentrando la mayor cantidad de puntos: Kevin Garnett (15) y Rajon Rondo (9). Entre ambos lanzaron 11/18, pero sus compañeros lo acompañaron con tan solo 5 de 22 (Paul Pierce 5 pts y Allen 0).
La poca eficacia por parte de los Celtics fue muy bien aprovechada por los Lakers, quienes lograron alejarse 37-20 en el inicio del segundo cuarto sin muchodesgaste. Seguían predominando en la lucha por los rebotes (27-21), mientras que la eficacia desde la línea también ofició a su favor: Metieron 13 de 15, al tiempo que el local tenía solo 6 de 12.
Cuando Boston se mostraba perdido en el rectángulo de juego encontró una ráfaga de 9-0 para devolverle la vitalidad a su gente y achicar la brecha a ocho puntos (37-29). Pero Kobe, con más mañas que básquet, tomó la manija de su equipo y sostuvo la diferencia para irse al descanso largo 52-40.
En la segunda mitad el partido cambiaría de manos. Los Angeles, que encestó 45% de sus tiros en, dejó de estar cómodo, y todo gracias a que los Celtics comenzaron a defender. El dueño de casa cortó definitivamente los circuitos ofensivos de su rival, y le dejó lugar solo para arrestos individuales. Los Lakers cayeron en la trampa y comenzaron a meterse en un embudo del cual les costó salir.
Fue en el tercer cuarto que pudo apreciarse el peor momento del juego (y la serie). Ambos equipos carecían de una correcta selección de tiro, al tiempo que tiraban tras el primer pase. Si bien Boston llevó el trámite del juego a su conveniencia, nunca pudo acercarse a más de 7 puntos en el tercer período.
Ray Allen, hombre récord en el juego dos, anoche estuvo totalmente desconocido: Cerró su planilla sin goles de campo, producto de 0/5 en dobles y 0/8 en triples. Insólito. Anotó solo 2 puntos con 2/2 en libres. Paul Pierce volvió a tener problemas para involucrase en el juego; Metió 15 tantos, pero llevaba 8 en los primeros tres cuartos.
Quien sacó la cara para Boston esta vez fue Kevin Garnett, uno de los jugadores más criticados en los anteriores dos encuentros. El ex Minnesota lideró a su equipo con 25 puntos y 11/16 de cancha, aunque solo no pudo. Glenn Davis se destacó desde el banco con 12 tantos, y Rajon Rondo sumó 11 más 8 asistencias, aunque se apagó en el último cuarto.
En dicho período los Celtics, que terminaron con 10 pérdidas, contaron con más de una oportunidad de pasar al frente, pero todas fueron desaprovechadas. Habían logrado poner nerviosos a los Lakers, sin embargo seis de esos errores sucedieron en los doce minutos finales y resultaron claves. Tres faltas ofensivas y un fallo que los árbitros cambiaron vía repetición instantánea (se la habían otorgado a Boston, pero corroboraron que fue Garnett el último en tocarla antes de salir) le dieron aire a Los Angeles.
Bryant fue el goleador de los Lakers y del juego con 29 puntos, aunque lanzó 10/29 de cancha. Asimismo, Pau Gasol no fue tan decisivo pero cumplió con 13 puntos y 10 rebotes, al tiempo que Lamar Odom aportó 12 desde el banco sin errar (5/5).
El TD Garden volverá a ser el escenario para el cuarto punto de la serie. El mismo estadio que anoche se enmudeció al ver cómo su equipo dejó escapar una gran oportunidad y cómo su más acérrimo enemigo ganó un partido que vale doble.