A Los Angeles por la gloria

De un momento a otro volvieron a aparecer los fantasmas de 2008 para sobrevolar por el techo del TD Garden de Boston rememorando aquellas finales en la que los Celtics le dieron a sus archirivales una muestra de carácter a la hora de encarar una definición. Esta vez no pudieron marcar la diferencia en el tablero electrónico, que siempre mostraba a los Lakers en partido; Sin embargo en el juego la diferencia fue muy notoria.

Los Celtics ganaron anoche el quinto punto de la serie por 92 a 86 para poner las finales 3-2 a su favor y viajar nuevamente a Los Angeles con el objetivo de definir la historia y consagrarse campeones por decimaoctava vez en su rica historia. Tendrán dos oportunidades, mañana o el jueves, ambas en Staples Center; El regreso a Boston los verá vencedores o vencidos.

El equipo de Doc Rivers fue superior a los Lakers en todos los aspectos del juego: Los maniató en defensa al permitirles solo 39.7% de cancha, y en ataque fueron incontrolables para las huestes del gran Phil Jackson, quien nunca logró meter a los suyos en clima de partido. Boston encontró en ofensiva cada una de las variantes que posee, todas funcionaron. Paul Pierce fue la cara visible del trío, que otra vez se transformó en cuarteto. Al contrario de los anteriores cuatro partidos, fue ingobernable para la defensa angelina de principio a fin. Terminó como el goleador del juego con 27 puntos, producto de 10/17 en dobles, 2/4 en triples y 1/2 en libres.

En la primera mitad se jugó a gusto del local, aunque no se puede afirmar que se trató de un trámite perfecto para Boston. Desde el inicio del partido lograron imponer el ritmo que más les convenía: Provocaron que Los Angeles lanzara rápido y sin buscar la mejor opción para luego correr una vez que caía la pelota en manos de Rajon Rondo (10 pts y 3 asit).

De esta manera, rápidamente se adelantó 6-0 en el marcador. Sin embargo L.A pudo bajarle el ritmo al juego y meter un parcial de 8-0 para pasar al frente 8-6; El partido ya predecía un trámite parejo.

Los Celtics dominaban ambos sectores de la cancha sin poder plasmar dicha diferencia en el marcador. En el primer cuarto dejó a los Lakers con 7/21 en tiros de campo, mientras que a la hora de atacar lo hacían sin piedad: De la mano de un inspirado Pierce (8 pts) y un perfecto Kevin Garnett (6, 3/3) Boston se fue al primer descanso ganando 22-20 con un 58% de cancha.

Las cosas no cambiarían durante el segundo período pese a que los Lakers, con 8 rebotes ofensivos en total, lograran pasar al frente 37-36. Los Celtics mantenían la mano caliente aunque comenzaron a estar imprecisos en el manejo del balón (8 pérdidas) y flojos en su tablero. No obstante, cerraron la primer mitad con un parcial de 9-2 y se fueron al intermedio arriba 45 a 39 con Pierce ya imparable a esa altura de la noche (15 pts, y 7/10 de cancha). Kobe Bryant incómodo, con 4/12 y 10 tantos en su haber.

Pero el tercer cuarto fue totalmente distinto para Kobe. Comenzó a jugar como una leyenda, hizo recordar aquellas noches en las que Michael Jordan invitaba a propios y ajenos a contemplar la belleza de su juego, sin otra cosa más que hacer para los defensores que admirarlo. El escolta de los Lakers brilló y sacó la cara para su equipo: Anotó los primeros 19 puntos de Los Angeles en el cuarto (llegó a estar 6/6 ) y lo mantuvo en juego.

Pero sus compañeros lo miraban, hicieron solo 7 puntos en el cuarto, al tiempo que Boston no perdonaba del otro lado. Llegó a sacar una máxima de 13 tantos (71-58) a falta de 3 minutos para el cierre del período. Pierce continuó su faena (9 pts) mientras que Garnett seguía “de paseo” con Gasol (terminó con 18, 10 rebotes, y 5 tapas), Ray Allen metió 6 puntos importantes (finalizó la noche con 12) y Rondo aportó 5 asistencias, 2 puntos y un tablero.

El base fue protagonista en las jugadas más importantes de la noche, durante el último cuarto. Robó dos balones consecutivos, y con otro de Allen estableció una diferencia de 87-75 con dos dobles seguidos, uno memorable tras un gigantesco rebote ofensivo por encima de todos con su metro ochenta y cinco de altura.

Cuando parecía que el encuentro estaba liquidado, Bryant - autor de 38 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias - dejó a los Lakers a cinco (87-82) con tres libres tras una falta de Allen cuando lanzaba un triple a falta de 1:30. Luego, Ron Artest tuvo la posibilidad de achicar la brecha a tres, pero increíblemente falló los dos libres con 43,3 segundos en el reloj. El encuentro terminó definido por Rondo con una bandeja en contraataque.

Pau Gasol terminó el encuentro con 12 puntos y 12 rebotes, aunque tiró 5/12 de cancha y fue siempre dominado por Garnett. Ningún otro Laker alcanzó las 10 unidades.

Los Boston Celtics están a tan solo un triunfo de consagrarse campeón una vez más y sacarle aún más ventaja a los Lakers en el historia de anillos (quedarían 18-15) y en finales (10-2). Pero antes deberán ganar una vez más en Los Angeles, en donde los Lakers venderán muy cara su derrota.


Foto: Gentileza ESPN.com

Sebastián Ciano
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