¿Alguien se acuerda que esto pasó hace un año?

La ciudad de Bangkok, ¿recuerdan? Por aquellos días no había fútbol en nuestro país por el problema económico de los clubes, y a su vez, los canales de televisión, al margen de ello, no paraban de exprimir temas como la ola polar, la gripe “A”, y alguna pelea mediática “nacida” en la ficción que aún conduce Marcelo Tinelli.

En medio de todo ello, la selección nacional femenina de básquetbol U19 se instaló en la capital de Tailandia, para hacer frente al mundial de la categoría, al cual arribaron luego de varios días de preparación en Europa, sumando partidos tanto en Francia como así también en España.

En el camino ya habían quedado las lesiones de Rocío Rojas y Macarena Rosset, las cuales pegaron duro en el plantel, y a su vez, lo ayudaron a madurar, y como resultado, el arribo a la plantilla de Nayla Kraft, gran valuarte dentro de una nómina que no desentonó, exceptuando el cotejo ante la República Checa.

Casi sin darse cuenta, nuestras chicas fueron ganando terreno dentro del certamen, cayendo en el debut ante Australia, pero dejando una buena imagen, para luego dar cuenta de Corea en un juego chivo, y obteniendo como yapa un triunfazo ante Francia en el cierre de grupo, para meterse en la segunda ronda un escalón más arriba.

Pasado el día de descanso, Argentina mostró su lado más flaco de todo el torneo, perdiendo sin atenuantes ante las checas, en un choque donde las nuestras mostraron cero corazón y entrega. Dicho hecho repercutió de tal forma en la autocrítica grupal, que a las 24 horas siguientes Brasil sufrió una verdadera paliza, que dejó a las nuestras al borde de los play off.

En otro encuentro de dientes apretados, la celeste y blanca dejó en el camino a Lituania, y de esa manera se aseguró terminar dentro de los primeros ocho equipos del mundo. Pasada la jornada libre, el rival fue Rusia, y luego de 40 minutos vibrantes, las criollas se quedaron con el triunfo en el tiempo extra, hecho que las metió en semifinales ante España.

Las ibéricas demostraron su jerarquía desde el primer minuto, y justamente se ganaron el boleto a la final donde ya las esperaba Estados Unidos. Para las nuestras la apuesta continuó siendo fuerte, ya que al día siguiente, el 2 de agosto del 2009, se consumó el hecho más significativo en la historia del básquetbol femenino nacional, debido a que esas 14 enormes jugadores (nunca olvidar dentro de la cuenta a Rosset y a Rojas, sería faltar a la verdad) se colgaron la medalla de bronce en el pecho, luego de haber superado a Canadá.

Para aquellos que disfrutan las estadísticas, acá un poco de placer:

14: Las jugadoras que integraron el equipo: Nadia Flores, Macarena Durso, Débora González, Rocío Pérez, Natacha Pérez, Melisa Pavicich, Ornella Santana, Fernanda Melo, Andrea Boquete, Agostina Burani, Paula Budini, Nayla Kraft, Rocío Rojas y Macarena Rosset.

8: Quienes completaron la delegación nacional: Eduardo Pinto, Ezequiel Vallet, Silvio Gatti, Gerardo Boccardo, Martín Olivari, Vicente Castellano, Oscar Pugliese y Marcelo López, quien retornó al país luego de finalizar la gira.

6-3: El récord final de nuestra selección. Doblegó a Corea, Francia, Brasil, Lituania, Rusia y Canadá. Perdió con Australia, República Checa y España.

1: El número de medios internacionales que presenciaron el mundial: Pick and Roll.

Escribir una vez más acerca de estas U19 genera la misma emoción que despertaron 365 días atrás. Ellas se ganaron un lugar dentro de la prensa nacional, obligando a medios como Olé, Clarín, La Nación, TyC, ESPN, Fox e incluso Disney Channel, a darles su merecido espacio.

Desde aquí nuestros más sentidos respetos y felicitaciones, a un grupo que jamás se deberá olvidar, ya que marcó un antes y un después dentro de esta rama de la disciplina.

Para todos aquellos que nos ayudaron a ser únicos testigos de aquella justa mágica, nuestro agradecimiento, ya que sin su aporte no hubiese sido posible. Para todos aquellos que nos cerraron la puerta bajo el manifiesto de que “el femenino no vale la pena”, están a tiempo de sumarse.

El sacrificio de ese grupo U19 valía la pena contarlo, más allá del magnifico resultado logrado al final. Como así también son valederos los esfuerzos que realizan las otras selecciones, las cuales tratamos de acompañar en cada paso que dan. Fieles a nuestra idea de no dormirnos en los laureles, el desafío será poder decir presente en el próximo mundial de mayores femenino a desarrollarse a fines de septiembre en la República Checa.

Ojala que podamos estar allí, para hacerlos partícipes no solo de las alternativas de un gran certamen, sino que para lograr transmitirles la pasión y el orgullo que despierta el hecho de estar, nada más ni nada menos, que en presencia de la selección nacional.

Emanuel Niel
www.pickandroll.com.ar