28/08/2010 20:50 | Campeonato Mundial Turquía 2010
La sorpresa de la jornada inicial: la derrota de España
España recordó su mal inicio del pasado Eurobasket y abrió el Mundial con una inesperada derrota (72-66). Inesperado tropiezo no porque el rival no pudiera batir a los hombres de Scariolo. Francia demostró que es capaz de hacer grandes cosas en Turquía, pero lo que todos esperaban es que España demostrara mucho más del juego que desplegó en el partido. Brasil superó con facilidad a Irán 81-65. Turquía comenzó con todo su mundial triturndo a Costa de Marfil 86-47
La derrota llegó desde el triunfo, porque el primer problema de España fue no cerrar el choque cuando llegó a ir venciendo de 12 puntos (11-23) al poco de comenzar el segundo cuarto y Francia parecía perdida. Durante los 40 minutos España nunca pudo conectarse al partido y no encadenó tres acciones ofensivas consecutivas. No lo consiguió gracias al despliegue físico y mental de una Francia que entendió que el duelo no podía transcurrir por cauces normales y que tenía que espesarlo para cortar el habitual juego ofensivo de España.
La victoria de Francia tiene muchos nombres pero tres destacan por encima del resto. Nicolas Batum tuvo impactos emocionales brutales en el partido y dos acciones suyas (un brutal mate al comenzar y un tapón en el último cuarto) conectaron al equipo en dos momentos bajos de ánimo. Mickael Gelabale fue el gran estandarte anotador del equipo galo, más allá de los 14 puntos conseguidos, su mérito estuvo en hacerlo en momentos puntuales y con siete puntos en el último cuarto fue el hombre que desequilibró el resultado final. Sin embargo, por encima de los jugadores hay que destacar el despliegue táctico y psicológico de Vincent Collet. Francia estuvo espléndida en todas las facetas tácticas (quizá un pero, sus 20 pérdidas de balón), superó las trampas zonales de España y sus cambios (Albicy desquició a los bases españoles) le dio al equipo el punto que necesitaba para ganar.
Por el contrario, España reunió todos los factores negativos que podía sumar para perder el partido: Desconexión interior (ni Marc ni Felipe llegaron a los 10 puntos), precipitación desde el perímetro y, por si no fuera poco, un total desacierto desde la línea de tiros libres. Y con todo ello se pudo ganar.
Felipe Reyes logró empatar el partido a 53 a tres minutos del final, pero entonces toda la tensión emocional estalló en España y dentro de un parcial negativo de 1-12, Rudy Fernández fue castigado con una técnica que acabó por resolver el encuentro.
Lo que bien empieza…
El final del partido fue un calco del inicio pues hasta cinco oportunidades tuvo España para sumar sus primeros puntos en el mundial y tuvo que ser desde la personal que Felipe Reyes abriera el marcador para España. El partido era muy frío, pero por suerte Francia había salido al mismo directamente desde el congelador. Hasta 4:20 minutos después de iniciar el encuentro no anotó su primera canasta y por entonces España ya sabía que el camino de la victoria debía ser el que no se aleja de los tableros. Allí, cerca de la canasta Felipe castigaba la dejadez gala y Batum sumaba su segunda falta personal.
El inicio no era malo, pero tampoco bueno, demasiadas pérdidas de balón y desacierto en el tiro exterior para marcar diferencia alguna. El primer triple llegaba de la mano de Rudy Fernández y eso era una noticia buena por partida doble. Primero porque despertaba al equipo (4-10) y segundo porque animaba a Rudy (13 puntos) el único que hasta ese momento no se había animado a lanzar a canasta.
… Batum lo “arregla”
Impulsada por esa acción puntual, España conectó otros ataques productivos y marcó la primera diferencia significativa del choque. Francia debía meter el partido en la nevera, el único lugar donde parecía que podía competir (5-15). Más que de palabras, Collet, técnico francés, fue un hombre de acción y metió a la dupla Bokolo-Albicy. Fue un destelló que permitió sumar cuatro puntos casi consecutivos pero eso apenas sirvió para no perder distancia en el encuentro. El primer cuarto terminaba y la defensa española marcaba la diferencia (9-18).
El choque estaba para que lo rompiera España con su habitual chispa ofensiva. Chispa que quería encender Sergio Llull, metido a protagonista de los primeros ataques españoles del segundo cuarto. Sin embargo no parecía ser ni su día ni el día de España. La Selección, tantas veces asentada en la excelencia ofensiva, debía bajar a la tierra y lo hacía con la dignidad necesaria para ponerse el mono de faena y currarse el partido.
Por momentos el choque se espesaba y se entorpecía con protestas e interrupciones galas. Ese no era el juego de España, no se sentía cómodo pero al menos un triple de Mumbrú rompía la barrera de los 10 puntos (11-23). Y mientras, Francia empeñada en probar la calidad acústica de la bocina y hasta en tres ataques agotaba sus posesiones. Sólo un mate de concurso rompía el bloqueo mental francés. Batum (14 puntos), que sumó un horroroso -5 de valoración en el primer cuarto, levantó el espíritu de sus compañeros y ajustó el marcador (20-25).
Sergio Scariolo quiso cortar la reacción del rival con un tiempo muerto, pero no lo consiguió y el incendió provocado por el NBA logró poner a su país por delante en el marcador por primera vez en el partido (27-26). Un parcial de 16-3 dejaba en entredicho la buena defensa española y evidenciaba el colapso ofensivo del equipo. Sin Marc Gasol, España no encontraba el camino del aro como en el inicio de la noche y sólo sumó tres canastas en juego en el segundo cuarto. Escaso bagaje para un equipo de la calidad de España aunque al menos salvaba la primera parte con una ventaja mínima.
Sin duda que el marcador era la mejor noticia que dejó la primera parte en espera de que el paso por el vestuario aclarará las ideas ofensivas españolas y nos devolviera al encuentro la España de siempre. En el segundo cuarto el equipo no había sumado ningún punto de contraataque y eso no era normal… pero es que poco lo fue en todo el encuentro.
España le tenía ganas al partido y más que le tuvo cuando se encontró que Ricky Rubio fue pitado por el público tras recibir una dura falta de Pietrus. Incomprensiblemente fueron a por pero sólo encontraron la reacción del animal herido. La respuesta a la ofensa estuvo a la altura de la ofensa y España despertaba con un parcial de 7-0 (27-35). El orgullo hispano lanzaba al equipo y hacía buena la zona de Scariolo. Francia volvía a ahogarse en un inicio de cuarto y tardaba 4:46 en anotar su primera canasta de la segunda parte. Faltaba muy poco para decantar la balanza de España, pero no se conseguía encadenar las tres acciones en ataque necesarias y cuando estuvo 36-44 Francia volvió a agarrarse al encuentro. Lo volvió a parar y le devolvió el parcial… todo se resolvería en el último cuarto.
Los nervios y los tiros libres condenan a España
Parecía que éste podía ser positivo porque de buenas a primera se abría con un triple de Raül López, sin embargo se seguía pecando de irregularidad. Durante 30 minutos no se había encontrado la fluidez necesaria para ganar a un rival tan duro e incomodo como Francia y ahora no iba a ser el momento de hacerlo. El segundo tapón de Batum en un claro contraataque español evidenciaba las ganas de un equipo y el desatino del otro.
Por si esto no fuera suficiente, Gelabale mataba desde el triple cualquier atisbo de cambio en el guión del partido. Un triple del alero ex del Real Madrid abrió las hostilidades en el primer cuarto y, ahora, ponía por delante a Francia muchos minutos después (51-50). Problemas urgentes necesitan soluciones urgentes Y cuando Ali Traore dio tres puntos de diferencia a Francia había que hacer algo fuera del guión para remediar el gris panorama.
Que Felipe meta triples ya no es raro, incluso es una sana costumbre, pero en ese momento el arrojo del pívot fue digno de mención. España empataba el choque y éste entraba en el carrusel de tiros libres del que saldría muy mal parado.
Mala noticia para España que llegó a estar al 50% (12/24) tres minutos del final. No se recordaba nada igual desde la final del Eurobasket de 2007 y aquella vez se perdió. Cuando Batum anotó un nuevo triple todo hizo indicar que también se haría en el debut del 2010 (58-53). El partido se le iba de las manos a España cada vez que iba a la línea de tiros libres y primero Rudy y luego Felipe hacían más grande la maldición del 4,70. Los nervios estaban a flor de piel… Francia había ganado el partido tácticamente y lo remataba desde el plano psicológico. 38 minutos buscando desquiciar al rival lograron su propósito cuando Rudy Fernández protestó airadamente una falta y fue castigado con una técnica.
Desde que Felipe igualara el marcador a 53, Francia logró un parcial de 12-1 que ahora sí cerraba el triunfo. Daba igual que Ricky anotara, ahora sí, sus dos tiros libres o que Navarro conectara dos triples, la victoria tenía el color de la bandera de Francia. En Esmirna, como en Varsovia, España comienza un torneo perdiendo… todos esperan que como hace un año, aquí también se acabe ganando la final.
Brasil ha comenzado el Mundial con sobriedad, ganando por 65-81 a Irán en un partido que no tuvo color y en el que los sudamericanos fueron netamente superiores.
Por momentos, incluso pareció que pudieron ganar por una brecha mucho mayor, especialmente tras lograr contener a Hamed Haddadi, el eje de Irán en la primera mitad y que acabó “sólo” con 16 puntos y 9 rebotes, además de cuatro faltas.
Los persas lucharon por volver al partido y llegaron a ponerse a 13 en los albores del último periodo (48-61). Entonces, por si acaso, Brasil volvió a apretar y en un momento hizo un parcial 4-13 para devolver una ventaja superior a los 20 puntos y acabar ganando con claridad.
Giovannoni fue el máximo anotador brasileño con 17 puntos, destacando también las 9 asistencias de un inmenso Marcelinho Huertas.
El conjunto anfitrión no necesitó emplearse a fondo para deshacerse cómodamente de Costa de Marfil. El 0-14 inicial es un buen reflejo del guión del partido, en el que el máximo anotador fue Onan, con 18 tantos
Encuentro de rachas para una inconstante Turquía, sobrada en sus posibilidades de victoria sobre Costa de Marfil, pero que ha optado por un encuentro de vaivenes. Sin problemas para abrir importantes brechas, dormitaba el resto del partido, dando alas a unos africanos incapaces de llegar. Todo, sin un buen partido de la estrella Hidayet Türkoglu, desacertado en el tiro (0/6 en tiros de campo), pero, como siempre, importante en tareas de creación (6 asistencias).
El inicio era de ensueño en el Mundial de ensueño para Turquía. Encarriló el partido ya desde buen comienzo, con un 14-0 rápido y fácil. Jugadas rápidas, un par de triples de Onan y superioridad palpable ante unos costamarfileños sin argumento. El segundo cuarto vino a calmar el estallido turco. Y es que Costa de Marfil se recortó hasta un marcador más digno (19-26). Con los africanos poniendo algunos problemas, Turquía saca buen partido del trabajo de su juego interior, con Gönlum y Asik. Aunque la diferencia de talento es tan grande, que a Turquía apenas le cuesta esfuerzo enlazar varios ataques seguidos e irse al descanso 18 arriba (22-40), con un gran acierto en el triple.
El partido había dejado de tener historia. Costa de Marfil se dedicaba a capear el temporal, a sabiendas de que todavía podría ser peor. Tanjevic rotó a todos sus jugadores, no necesitó enseñar nada, con lo puesto bastaba. Omer Onan se dedicó a engrosar su cuenta particular, con 18 puntos a partir de triples y contraataques, sus dos mejores armas. Ilyasova llegó hasta los 17; Asik, coloso bajo tableros con 12 rebotes.