29/08/2010 21:22 | Campeonato Mundial Turquía 2010
España recupera la sonrisa
Aunque sufrió durante dos cuartos, España se repuso de la derrota inicial con una buena victoria ante Nueva Zelanda 101 - 84. Los capitanes, Navarro (18) y Garbajosa (14), sacaron el carácter de la España campeona en el tercer cuarto y Marc Gasol resultó demoledor (22) en la zona. Francia también se rehizo de la derrota inicial y superó a Líbano. También ganaron Grecia sobre Puerto Rico y Croacia a Irán.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
España derrotó a la siempre peligrosa Nueva Zelanda por 101-84 y recuperó la alegría de su juego gracias al carácter de los hombres importantes del equipo. Con esta victoria, la selección recuperó la sonrisa de su juego y logró minimizar el impacto cuantitativo y emocional de la derrota del debut.
El equipo demostró que está en Turquía para grandes cosas y con cinco extraordinarios minutos donde anotó 21 puntos pudo romper el encuentro en el primer cuarto. Sin embargo, no va a ser fácil y todavía el mejor nivel de la selección está por llegar.
Quizá por ello el control del partido se le fue de la mano y con él permitió meterse dentro del choque a unos neocelandeses que pusieron muchas ganas y efectividad desde el triple pero, poco más. Eso bastó para complicar el partido durante dos cuartos porque Kirk Penney y Thomas Abercrombie salieron respondones (29 de los 44 puntos de Nueva Zelanda al descanso) y porque a España le costó dominar los biorritmos emocionales del duelo.
Por suerte, cuando alguna duda podía salir y fantasmas del pasado aparecer, el carácter que este equipo tiene marcado en su cuerpo salió para ofrecer lo mejor de sí mismo. Como no podía ser de otra forma los dos capitanes del equipo, Juan Carlos Navarro (18 puntos) y Jorge Garbajosa (14 puntos) fueron los encargados de levantar los ánimos de sus compañeros a base de triples.
Ellos abrieron la lata neozelandesas en el tercer cuarto (14 puntos y cuatro triples entre los dos) para luego dar paso al maestro Ricky Rubio (11 asistencias), un colosal Rudy Fernández en defensa (12 rebotes) y la dupla Fran Vázquez-Marc Gasol (genial con 22 puntos), metida en el papel de punisher. Todos ellos solventaron el partido con solvencia y con tiempo para disfrutar y gustarse.
El partido comenzó a ritmo de triple, de un lado Juan Carlos Navarro y de otro Phill Jones (15 puntos) querían alegrar sus caras y prometían un partido abierto. Esto para España era una bendición y como tal la aprovechó para correr desde el primer momento e hizo ocho puntos en un visto y no visto. Dos contraataques donde Marc Gasol sacaba dos faltas noqueaban a una Nueva Zelanda desconocida, con dos suplentes como Alex Pledger y Jeremy Kench en el cinco titular (¿Por qué?) El regalo era perfectamente aprovechado por una selección española que volaba tan alto como Rudy Fernández lo hizo para coger del techo del Halkapinar Arena un pase de Ricky Rubio y culminar un espectacular alley-oop (15-5).
España purgaba sus pecados a base de puntos y Navarro seguía entonado sumando de tres en tres. Esa era la clave y Jorge Garbajosa hacía que en cinco minutos maravillosos España ya alcanzara la veintena de puntos. En el pabellón más de uno seguro que pensaría que ya podía haber tenido el equipo este acierto un día de antes, pero así es el baloncesto…imprevisible. Un día estás en el infierno del desacierto y al día siguiente te instalas en la excelencia anotadora.
A Nueva Zelanda sólo le quedaba que ponerse el chubasquero y aguantar el diluvió que le estaba cayendo encima (21-8). Tenía que esperar un resquicio en la defensa del rival y ésta llegó a través de la pareja Kirk Penney – Thomas Abercrombie. De Penney todos sabían sus cualidades anotadoras (de los 16 primeros puntos él llevaba 11), pero sorprendió el atlético Abercrombie (19 puntos) y sus mates obligaron a pedir un tiempo muerto, Nueva Zelanda tomaba aire y España frenaba su frenética salida. Al término del primer cuarto sólo se vencía por nueve puntos (28-19).
Con el tiempo entre cuartos España recompuso filas y se pudo la novedad táctica de colocar a Sergio Llull como base y Raül López de dos. El marcador y el ritmo de partido daba para probar cosas pero tampoco había que olvidarse de lo más importante: ganar. Y es que los cambios no acabaron de sentar bien al equipo y de eso se beneficiaron unos Tall Blacks que a base de tres triples (Fitchett, Penney y Cameron) se llegaron a poner a cinco puntos (45-40).
La velocidad del comienzo se había esfumado y con ella parte de la alegría del juego ofensivo de España. En estático el equipo seguía teniendo problemas (se tiró sólo 12 veces a canasta cuando en el primer cuarto se llegó a lanzar hasta en 26 ocasiones) para llevar el balón a la pintura y con cuatro jugadores abiertos facilitaba que Nueva Zelanda pudiera esconder su escasez de centímetros. Además, Navarro, Ricky y Rudy sólo eran capaces de lanzar cuatro tiros en este período. Por el contrario, el equipo neozelandés se iba encontrando cada vez más cómodo en la pista, sus jugadores evidenciaban una mayor velocidad en sus acciones y atrevimiento a la hora de ir directos al aro lo cual se traducía en una mayor igualdad. Al descanso no había rastro de la exuberante España del inicio y la teoría diferencia entre los dos equipos ni mucho menos era la que el marcador reflejaba (48-44).
Después de dos cuartos tan diferentes como el sol y la luna quedaba por saber como el equipo podría encajar el golpe anímico del resultado. En Turquía nadie quería tener en su mente la posibilidad de la derrota y para ello había que actuar rápido.
El tercer cuarto comenzó con el propósito de cambiar muchas cosas y la primera fue la del tiro. Navarro asumió la responsabilidad del primer ataque, cierto lo falló pero la jerarquía en el baloncesto es muy importante y el líder de este equipo está para estas cosas y más si Garbajosa seguía instalado en la perfección triplista y anotaba sus primeros cuatro intentos de tres puntos. Lo segundo que cambió fue la actitud defensiva, más agresiva y adelantando líneas de presión hasta medio el campo. Si presionas a tu rival seguro que descubres sus errores y así fue. Parcial de 13-2 y rabia en los ojos de Marc Gasol tras su mate. El pívot completó un partido demoledor en la anotación y, además, la circulación de balón volvía al juego de España, le permitía anotar tiros librados y, todo ello en conjunto, daba la tranquilidad en el marcador (61-46).
Nueva Zelanda tenía que parar el partido. Otra vez quería cortarle su ritmo y en parte lo conseguía porque con sudor lograba minimizar el efecto de los triples españoles con acciones de 2+1 pero le pesaba el tener a Kirk Penney (21 puntos) sin anotar una canasta durante seis minutos. Cuando lo hizo (cinco puntos seguidos) Nueva Zelanda volvía a asomarse a la puerta (69-58) del marcador, pero Fran se la cerraba con dos canastas consecutivas y al final del tercer cuarto alcanzaba una máxima de 16 puntos (77-63).
El partido estaba para romperse, no iba a ser fácil y el mal comienzo de cuarto así lo indicaba, Nueva Zelanda baja de los 10 puntos de desventaja y otra vez tenía que aparecer Fran Vázquez para destrozar con un potente mate las ilusiones kiwis. El gallego se crecía en la zona, pero hoy el auténtico gigante fue Rudy Fernández, muy activo en defensa sacrificado en sus esfuerzos y portentoso en el rebote (máximo reboteador del partido con ¡12 rebotes!).
Con el postrero parcial 12-0 el partido quedaba visto para sentencia y la única emoción que quedaba estaba en saber cual sería la diferencia final. Fueron 17 puntos (101-84), pudieron ser más pero lo mejor es que España volvía a sentirse cómoda jugando a baloncesto… jugando como campeones.
Grecia resiste a base de tiros libres frente a Puerto Rico
El conjunto heleno remontó un partido que tenía muy complicado con 13 tiros libres finales frente a la Selección de Puerto Rico (80-83), que tras jugar un encuentro muy serio, acabó desquiciada por las faltas y por la magia de Spanoulis, que concluyó con 28 puntos
Les ha vuelto a pasar. Al igual que frente a Rusia, Puerto Rico volvió a mostrar una cara muy seria pero acabó con una nueva derrota ajustada, esta aún con peor sabor de boca, por haber tuteado a Grecia durante tantos minutos y por su enfado con las decisiones arbitrales en el cuarto decisivo.
Los de Cintrón comenzaron muy inspirados el primer periodo, guiados por un PJ Ramos imparable. Sin embargo, Grecia despertó de la mano de Tsartsaris y Spanoulis, que anotaron 17 de los 21 puntos del equipo heleno en el acto inicial, lo que no les valió para impedir que su rival terminase con ventaja: 23-21. Cuando a Puerto Rico se le acabó la inspiración exterior, el cuadro heleno tomó ventaja (24-28), aunque pronto la situación volvió a invertirse gracias al resurgir de Barea, eléctrico y decisivo. Sus puntos desesperaban por momentos a una Grecia demasiado obsesionada con el triple (4/18), llegándose al descanso con 40-35 para los portorriqueños.
El choque, uno de los más intensos vistos en el Mundial hasta el momento, era un toma y daca constante y el tercer cuarto no fue una excepción. Otro 3-13 parecía cambiar la historia del partido, y Borousis reafirmaba esa reacción helena con una canasta de tres para cerrar el periodo con ventaja: 56-59. Pero Puerto Rico no iba a tirar la toalla, como demostró Peavy con un in your face para abrir el último cuarto. Vasallo aparecía, PJ Ramos funcionaba y la victoria parecía al alcance de la mano. Sin embargo, en las dos ocasiones en las que los portorriqueños tomaron tres puntos de ventaja, apareció Spanoulis con un triple para empatar el partido (70-70, min.36).
Puerto Rico llevaba la iniciativa, con un juego más valiente y una propuesta más equilibrada que la de su rival, pero Grecia sobrevivía a base de tiros libres, con faltas personales un tanto rigurosas que terminaron por desquiciar a su rival, que vio cómo, al igual que contra Rusia, el encuentro se le escapó en los momentos clave por la falta de sangre fría. Sin ninguna canasta de juego en los últimos minutos y a base de 13 puntos desde la línea de personal (mágico Spanoulis), el cuadro griego le dio la vuelta al choque y ni los triples finales a la desesperada de Puerto Rico cambiaron el signo del partido: 80-83.
Francia se lució ante Líbano (59-86) en un partido que quedó marcado por la rotura de un aro y el parón de 20 minutos
Francia se llevó el triunfo en un partido accidentado en donde Nicolas Batum rompió un aro y se tuvo que esperar más de 20 minutos para volver a la acción. Con el triunfo por 86 a 59, Francia camina con paso seguro al sumar dos victorias en un fin de semana estelar para los galos.
El Líbano demostró ser una selección voluntariosa pero la voluntad sólo dura un instante y para los asiáticos ese momento fue en el que Matt Freije y Jackson Vroman pudieron dominar la pintura. La pareja de pivots (15 puntos en el primer cuarto), daba una ligera de cinco puntos y parecía que la resistencia sería mayor. Sin embargo, Collet volvió a acertar con los cambios y tanto Bokolo como Gelabale (18 puntos) reactivaron a Francia. Ellos dos lanzaron al equipo y provocaron un parcial de 17-4 que comenzó a resolverle partido... los galos querían romper pronto el partido, pero Batum sólo pudo romper el aro.
Con 22-34, el choque estuvo detenido más de 20 minutos, un tiempo que podía haber afectado negativamente a Francia pero eso nunca pasó y, sin excesivos agobios, dominó toda la segunda mitad e incluso tuvo tiempo para recrearse con nuevo mates… eso sí la canasta aguantó bien.
Croacia supera con claridad a Irán, que enseña a un nuevo talento
Croacia ha superado con claridad a Irán, ganando por 75-54 en un partido en el que los persas han enseñado el talento de Ehadadi (27 puntos y 9 rebotes)... y las posibilidades del jovencísimo Arsalan Kazemi, de 20 años
Croacia ha logrado su primera victoria del Mundial 2010 al derrotar por un contundente 75-54 a Irán, que aguantó lo que pudo pero acabó sucumbiendo con estrépito.
El partido comenzó con igualdad y un precioso duelo entre el madridista Ante Tomic y el iraní Hamed Ehadadi y los iraníes pusieron en apuros a su rival (11-12), pero entraron en acción Tomas, Bogdanovic y demás exteriores para comandar un particla 11-0 (22-12).
Croacia voló hasta llegar al descanso 20 arriba (44-24) tras otro parcial 11-0 en los minutos finales del segundo periodo, pero Irán salió con ganas tras el intermedio y firmó un parcial 0-10 en el tercer cuarto para colocarse 50-40 abajo con un precioso mate del joven prodigio Arsalan Kazemi.
Hamed Ehadadi firmó una gran estadística con 27 puntos y 9 rebotes, pero no encontró más compañeros que Kazemi (12) y el irregular Kamrany (7), mientras que Croacia pudo sacar el rodillo de sus exteriores para firmar un buen último cuarto y ganar por un claro 75-54.