Eslovenia se lleva un duelo que interesa a la Argentina

El duelo se convirtió en un desenfundar continuo desde 6,25. Primero se apuntó Eslovenia con cinco triples seguidos, contestó Croacia con cuatro más. Eslovenia llegó al tramo final con ventaja y no se puso nerviosa. Croacia encomendada a su trío exterior (Popovic, Ukic y Tomas, 54 puntos entre los tres) no pudo remontar, acusando en exceso los errores en tiros libres clave y los problemas de faltas de los hombres interiores.

Y eso que empezó pensando en Ante Tomic como clave, aunque no conseguía culminar sus propias jugadas de ataque. Pese al mal inicio del pívot madridista (y mal final, sólo 4 puntos, con malos porcentajes), los exteriores anotaban para mantener con ventaja a su equipo (16-18, fin del primer cuarto), pese a que Goran Dragic ya empezaba a mover el equipo, aunque el que anotaba era Slokar. Ukic y Marko Tomas se enchufaron en la creación y la resolución, más Banic haciéndose sitio, lo que ampliaba las ventajas croatas.

El partido se enfangaba en rigurosas faltas señaladas por los colegiados, con problemas para Croacia. En el minuto 17, sus interiores tenían problemas: Luksa Andric con 4, Tomic con 3 y Luka Zoric 2. Aun así, Eslovenia apenas podía aprovecharlo, y debían ser Lakovic y un inconstante Becirovic los que llevaran la responsabilidad. El triple sobre la bocina de Tomas (13 puntos al descanso) dejaba un 39-44 al descanso que reflejaba las mejores impresiones croatas.

Cuando Gasper Vidmar empezaba a mostrar el nivel que le ha consolidado como el interior más útil de Eslovenia, su equipo se ponía por delante (48-47). El partido se calentaba, especialmente a partir de protestadas decisiones arbitrales, y Eslovenia lo rompía todo con ¡cinco triples consecutivos! para 64-55. Al iniciar último cuarto tocaba darle la vuelta. Ahora eran los croatas los que clavaban cuatro triples seguidos y volvía a tomar ventaja (67-68). El partido acogía la belleza clásica de un partido de cruce.

Un toma y daca constante, con hombres enchufados como Lakovic y el microondas Marko Popovic. Croacia naufragaba desde la línea de tiros libres, desde donde su porcentaje era... ¡peor que en triples! Y hombres del talento de Dragic aprovechan oportunidades como esta. Con una preciosa canasta pone el 80-71 a falta de cuatro minutos. Croacia se encomendaba al dúo Ukic-Popovic sin suerte. Eslovenia supo controlar el partido, Croacia se mutilaba desde el 4,60 y Eslovenia se acababa haciendo con una victoria (91-84) que no tenían subrayada en el guión.

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Serbia se disfraza de Estados Unidos contra Jordania

Con un básquetbol ofensivo y arrollador, todos sus piezas anotando y sus jugadores ACB muy destacados, Serbia se olvidó de su derrota de ayer y celebró el regreso de Teodosic con una exhibición frente a una Jordania (69-112) impotente

Serbia se disfrazó de Estados Unidos para aniquilar a una Jordania que, en estos últimos dos días, poco tuvo que ver con aquel equipo descarado que se atrevió a poner contra las cuerdas a Australia. En la mayor exhibición ofensiva vista hasta ahora en el Mundial, los serbios establecieron un nuevo récord de anotación, con puntos de todos sus jugadores, destacando Keselj, Perovic y Savanovic, por encima de la veintena.

El fichaje del Power Electronics ACB se salió, con 21 puntos en 23 minutos y sólo dos fallos en el tiro. Suya fue la primera canasta del partido, un triple, que alejó a los jordanos desde el primer minuto. El buen inicio de Perovic abrió distancias, aunque fue realmente la salida a la pista de Bjelica la que terminó por romper el choque. El nuevo jugador del Caja Laboral anotó dos canastas consecutivas tras saltar a la pista. A la siguiente jugada, asistencia a Tepic, en la posesión posterior un triple y, poco después, un 2+1. 12-27 y a dormir. Quedaban 33 minutos para el final del partido pero cualquier tipo de emoción se había esfumado.

Tocaba espectáculo. Daghles hacía que su equipo mantuviera el tipo en ataque, pero en defensa era un auténtico coladero. Un 0-7 con Keselj de protagonista permitió que Serbia alcanzase los 20 de diferencia (20-44), una diferencia que se mantuvo al descanso (37-57). Los de Ivkovic, ya sin presión, jugaron un baloncesto rápido, atractivo y ofensivo, con el retornado Teodosic y Rasic (¡8 asistencias!) como cerebros.

Tras el descanso, otro 1-16 con Savanovic infalible para convertir en escandalosa la diferencia (42-76), aunque Abbas consiguió con sus puntos estabilizar la diferencia en la treintena en los primeros compases del último cuarto. Otro espejismo. Los serbios, que finalizaron con un increíble 72% en tiros de 2, no frenaron su rodillo para endosar otro 7-22 final a los jordanos y alcanzar la máxima con un triple de Rasic justo antes del bocinazo final: 69-112.

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