Ahora por el quinto puesto

Ahora la historia es menos adrenalínica, pero hay que seguir. Esta selección se merece terminar lo más arriba posible y eso hoy significa ser quintos y no octavos. A las 15 de Argentina la selección se mide con Rusia, que cayó a manos de Estados Unidos. De ganar, el domingo juega por el quinto puesto (9 AM de la Argentina), de lo contrario, el sábado lo hará por el séptimo (9 AM de la Argentina). El otro partido de esta reclasificación será España – Eslovenia.

Con el mal humor a cuestas, con la bronca de haber sido derrota con las manos atadas, Argentina piensa en una revancha con la joven Lituania y no en Rusia. Sucede que todavía cuesta entender como una selección que fue invitada al mundial con la Wild Card, que no clasificó directamente, se metió de repente en la semifinal, con 8 jugadores de enorme talla fuera de su equipo.

Este mundial tiene lógica. En las semifinales están los mejores cuatro equipos del mundial, tres invictos (USA, Turquía y Lituania), más Serbia que perdió en el debut con Alemania pero sin Teodosic ni Krstic.

España que tiene mejor material, pedió dos partidos de fases y no se merecía la semifinal, Brasil, también fue irregular y Argentina, lamentablemente también entra en este grupo. Argentina no estaba para salir campeón dependiendo de un solo jugador y con tantos problemas que tuvo el grupo. Se puede sobreponer en un partido por coraje y actitud, pero no en todos.

En cada partido de básquet hay dos aspectos a tener en cuenta: El desarrollo y el tanteador. No siempre estos dos hechos coinciden ni uno es consecuencia de otro. Argentina fue dominada en pasajes del partido contra Alemania, Australia, Serbia y Brasil, pero cada uno de ellos, en los momentos en que pudieron dominarnos, no pudieron hacer lo que Lituania si: matarnos.

Lituania dominó tácticamente a la Argentina de modo tan claro que cuesta entenderlo. Pero a su dominio táctico (el desarrollo) le agregó lo que otros no pudieron: 8/8 en triples (el tanteador), con la complicidad de nuestra selección de lanzar 0/9 en triples en el mismo momento. Esos 20 minutos tan desiguales marcaron el resto del partido. Le inflaron el pecho y le calentó la cabeza a los lituanos y definitivamente mató a los argentinos.

Decíamos en la previa del partido del partido con Lituania que Argentina le ganó a Brasil con 89 puntos en contra. Y tanto el técnico como los jugadores declararon que se ganó utilizando el plan táctico. ¿Cuántos puntos hubiese hecho Brasil entonces si se salía del plan defensivo?. Es hora de preocuparse por la defensa, que de acuerdo a mi punto de vista es natural que le conviertan más, en virtud que tiene cada vez menos energía a partir de la gran cantidad de minutos de piezas claves. Sino para que hablamos de equipos largos y equipos cortos. Bueno, Argentina es un equipo corto y lo paga.

Tampoco es que Lituania tuvo la receta mágica contra Scola. ¿Uds pueden pensar que Brasil no marcó?. Lamentablemente Luis fue más terrenal que nunca y él también tiene derecho a errar. Lo marcaron muy bien, lo obligaron a girar incómodo, caminó, perdió balones, debió forzar. Nada que no le haya pasado antes.

Tomó tiros forzados y también los habituales. Esta vez erró más. Punto. Fueron 5 conversiones sobre 16 intentos (31%). Lituania no tiene recetas mágicas. Los partidos a veces salen así y te cuestan caro cuando son instancias decisivas que no perdonan errores. También esta claro el grado de dependencia que tenemos de Scola. Muy alto.

Contra Rusia la situación táctica será importante, como todas, pero antes que eso hay que pensar en el estado anímico. Levantar un grupo que hoy todavía no debe poder dormir.

Argentina recibió un cachetazo brutal, no solo por perder el partido, sino por cómo lo perdió. Por primera vez en la historia de la generación dorada, un equipo que no sea Estados Unidos puso de rodillas a nuestra selección. Eso no se digiere en un día. Bueno, Argentina tendrá que hacerlo. En cambio Rusia sabía desde un primer momento que perder por 10 con Estados Unidos estaba bien. Su estado anímico es otro.

Esta selección de hombres fue rindiendo pruebas sobre pruebas. Renace, se recompone, se reinventa. Sigue, no baja los brazos, pelea. Son ejemplo. Habrá que verlos mañana ante Rusia para seguir viendo la historia de esta Generación, después de una tormenta inolvidable.

Desde Estambul – Pablo Tosal
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