Se esperaba una concurrencia mucho mayor, teniendo en cuenta el contexto de “final” que había adquirido el tercer juego de la serie tras un triunfo pero bando. Pero no fue así. Alrededor de 2.000 personas se hicieron presentes en el Polideportivo. Llamativamente, hubo más personas de Quilmes que de Peñarol, algo que hace rato no se veía.