¿Quién será el futuro entrenador del femenino?

Luego del sacudón que generó la salida de Eduardo Pinto de la selección argentina, después de 20 años a cargo de los elencos femeninos, el correr de los días ha ido ampliando el interrogante de quién será su sucesor, y la danza de nombres comenzó a murmurarse, con mayor o menor fuerza según el caso.

Si bien la versión oficial entregada días atrás por Germán Vaccaro a Pick and Roll indica que: “Eduardo Pinto tiene vínculo hasta el 31 de diciembre, recién a mediados de enero del 2011 el Consejo Directivo se reunirá a determinar la continuidad o no”, ya es un hecho que no habría vuelta atrás. A su vez, desde la CABB no han dado indicios de posibles candidatos al máximo cargo.

Sin embargo ya se comenzaron a tejer hipótesis, y algunos nombres parecen haber picado en punta, al menos, en el clamor popular. El propio Vaccaro le señaló a Pick and Roll que “todos los colaboradores de Pinto merecen el mayor de los respetos de mi parte como profesionales y como persona. No hay ningún problema con nadie”; y aunque sin ir en contra de estos dichos, otra fuente “CABB” le indicó a este medio que sólo Hernán Amaya tendría posibilidades de continuar vinculado a la selección, pero manteniéndose en divisiones menores, descartándolo de una potencial llegada al cargo mayor.

Al margen del hermetismo protocolar de la Confederación Argentina, los rumores parecen volcarse sobre tres candidatos directos, aunque no habría que descartar potenciales “tapados”. El tridente de opciones lo conformarían Cristian Santander, Gregorio Martínez y Juan Pablo Boadaz.

Santander, quien tuvo a su cargo a Lanús y fue a la vez asistente de Eduardo Pinto en la selección hasta el 2006 inclusive, posee experiencia internacional, ya que a lo vivido junto con Argentina, se le suma el hecho de que a partir del 2007 fue el entrenador en jefe del seleccionado chileno, conjunto que ha crecido en buena forma desde su arribo. Si bien tiene un arreglo de palabra con Febachile para su potencial continuidad en el 2011, este no parecería ser motivo irreparable para que no pueda asumir como entrenador de la celeste y blanca.

Martínez por su parte es uno de los mejores entrenadores (el mejor para muchos) que tiene el femenino en la actualidad. De la mano de Unión Florida ha sabido consolidar buenos equipos, no solo en primera división, sino también en categorías formativas. A su vez se ha hecho cargo del equipo de Capital Federal logrando la primera ubicación en los últimos campeonatos argentinos de mayores que se han celebrado.

Estos dos técnicos comparten el hecho de conocer muy bien a las jugadoras, no solo de categoría mayores, y a su vez, de tener buena relación con aquellas que militan ligas extranjeras, dato no menor, si se apuesta por la vuelta de jugadoras como Cecilia Liñeira o Gisela Vega, quien ahora con el cambio de mando podría bajar incluso sus pretensiones.

Boadaz, sin perder terreno respecto de los dos antes mencionados, llega desde otro enfoque. Conocedor del básquetbol masculino, y con pasado/presente en las tres categorías nucleadas por la Asociación de Clubes (A: Obras – TNA: Pedro Echagüe e Independiente – Liga B: Pedro Echagüe y actualmente en Vélez), viene de vivir su primera experiencia en el femenino junto con Lanús.

Ávido de reclutar jugadores/as jóvenes y tener buenos rendimientos con equipos de bajo presupuesto, su pasado/presente en la liga masculina, y su mix “básquet masculino/femenino” puede ser una atrayente arista para la CABB al momento de elegir. Si bien no conoce tan minuciosamente el terreno como Santander y Martínez, y no guarda relación con las jugadoras del exterior (ni buena ni mala), podría ser el golpe de timón que busca la CABB.

Cualquiera de los tres, con sus “pro” y sus “contras”, parecen ser las opciones acordes para este momento y del gusto popular. Los tres son conocidos por su contracción hacia el trabajo, el enfoque en las categorías formativas y la búsqueda constante al momento de reclutar, abrazando la idea federal.

Consultados por Pick and Roll, los tres señalaron no haber sido sondeados aún por la CABB. Gregorio Martínez sostuvo que “para cualquiera que este en esto es un sueño, el máximo anhelo”. Aunque hizo hincapié en el hecho de que llegado el caso, “habría que ponerse de acuerdo en el proyecto a seguir, para recién allí, cerrar un vínculo”.

Algo similar a lo que manifestó Juan Pablo Boadaz: “Hoy estoy en Vélez jugando la Liga B. En caso de que llegue el ofrecimiento hay muchas cosas por evaluar. Por caso, el proyecto que se quiere llevar adelante, el periodo para realizarlo, etc.”.

Por su parte Cristian Santander afirmó que “mientras este vigente el contrato de Eduardo con la CABB, al igual que el mío con la Federación de Chile, prefiero no opinar”. En ambos casos sus vínculos expiran el 31 del corriente, y como lo señaláramos párrafos atrás, Santander tiene un acuerdo “de palabra” para continuar con la escuadra trasandina.

Una opción alternativa, o plan “B”, podría ser también la llegada de un entrenador del masculino, sin paso previo por el femenino, algo que podría dar un giro radical a los seleccionados, aunque también contaría con ribetes peligrosos, acuñados por el desconocimiento de esta rama y sus jugadoras.

Emanuel Niel
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