¿Qué sentiste al enfrentar a Quilmes cuando jugaste para San Martín?
- Fue muy difícil para mí. Creo que hice 3 puntos, no podía jugar. Sé que eran otros jugadores, otros directivos y otros técnicos… pero cuando vi a Quilmes perdí toda la energía que tenía. Estuve todos los días viendo el retorno a Once Unidos. Era una lucha para mí, porque era como jugar en contra de un hermano. Vos querés “matarlo”, porque esto es básquet. Pero yo pensaba: “¿Cómo haré cuando vaya a Once Unidos?”. Eso fue antes de mi salida del equipo. Si tenía que jugar en contra de Quilmes en Once Unidos, obviamente que lo hacía, pero Dios tiene un destino para todo y por algo salí del equipo. Creo que hay que sacar algo positivo de todo y lo bueno es que no tuve que jugar contra Quilmes en su casa. No quiero ni pensar en jugar contra toda esa gente. ¿Cómo puedo meter un triple contra ellos? Creo que no puedo. Lo que me pasó en Marcos Juárez nunca me pasó en la vida, porque yo siempre espero jugar contra mi ex equipo para “matarlo”. Pero esta vez me quedé pensando mucho. La gente de Quilmes fue a Marcos Juárez y me llevó una revista del hincha, justo cuando estaba preparándome para jugar en contra. Un pibe me dio la revista, con las palabras de amor de la gente, y me mató (Risas). ¡Hice tres puntos!