Quisiera ser grande

Esta es la historia de Bienvenu Letuni, un pibe de 16 años que desde 2009 cambió el calor natal de Bandundu, a 260 kilómetros de Kinshasa, por el calor social que lo abrazó en Badalona, a 10 kilómetros de Barcelona. El centro de Africa por las olas del Mediterráneo. La República Democrática del Congo por España. Un futuro con riesgo de vida a una vida con sabor a felicidad. Esta es la historia de un basquetbolista de 16 años que llega fácil al aro porque ya mide 2,27 metros y usa zapatillas número 55.

El Club Joventut de Badalona, fundado en 1930, tiene un prestigio ganado por su trabajo en la cantera, además de ser uno de los tres equipos en haber participado de todas las ligas españolas. Su trabajo de contención para los juveniles es bien reconocido, además de contar con entrenadores especializados en categorías formativas. Ellos son hoy los responsables de enseñarle los fundamentos a este congoleño que hoy disputará el partido por el quinto puesto en el torneo juvenil “Ciutat de L’Hospitalet”.

Letuni creció en lo que hasta 1997 fue Zaire. Hijo de padres agricultores, Bienvenu no paró de crecer hasta que lo enviaron a Kinshasa en camión.

El viaje duró dos días.
Le esperaba un incierto futuro...
hasta que el básquetbol le cambió la vida .

Había comenzado a jugar a los 15 años en Onatra, equipo de su legendario compatriota Dikembe Mutombo, cuando a pocos meses de descubrir el básquetbol, del 17 al 20 de junio de 2009, llegó a Kinshasa un campus de Serge Ibaka, de Oklahoma City (NBA).

Los reclutadores no tardaron en encontrar a este joven que podía volcar la pelota sin saltar. Laminé Savané y Anicet Lavodrama, olímpico en Seúl 1988 con la República Centroafricana, caras visibles en Africa de U1st, empresa de representación de jugadores y marketing deportivo, lo convencieron de viajar a España.

Más que como club, Joventut se portó como el segundo hogar de Letuni. Enseguida comenzó a trabajar fundamentos con Jordi Martí, el director de la cantera, lo alojaron en una especia de pensión, lo hicieron tomar clases de español y, lo más importante, intervinieron en su salud.

El crecimiento extraordinario de Letuni se debía a que padecía acromegalia, una enfermedad crónica causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento, producida en la glándula pituitaria. Como es una patología que puede ser mortal, hubo que operarlo. Y Joventut le pagó la intervención quirúrgica en el hospital Can Ruti. Una vida nueva.

En abril pasado comenzó su experiencia deportiva formal . En mayo debutó en el torneo de Terrassa. En junio convivió con el plantel de Joventut que disputó el Campeonato de cadetes de España, en Durango. Y hoy su evolución asombra.

“Los rivales primero lo ven inmenso, pero poco a poco le van perdiendo el miedo porque hay aspectos del reglamento y tácticos que aún no conoce y que el contrario aprovecha. Es un jugador que tiene muy buena edad para que con este físico se pueda trabajar sin prisas a un plazo de cuatro años”, describió el entrenador Martí en el diario Marca .

En 1988, Josh Bashkin le pidió a una máquina de un parque de diversiones que lo hiciera crecer. Al otro día, el niño de 12 años despertó en un cuerpo de adulto, con un trabajo en una fábrica de juguetes de Nueva York. Josh era Tom Hanks en“Quisiera ser grande” . Bienvenu Letuni sabe lo que es ser grande de talla y el tiempo dirá si se destaca en el básquetbol.

Lo concreto es que su vida ya es de película...

Hernán Sartori - Clarin.com