Entender el objetivo

“La meta es Brasil 2016” le expresó Flor Meléndez a Pick and Roll. Apostar a futuro, en muchas oportunidades, implica perder hoy para triunfar mañana. Es una explicación que habrá que tener en cuenta si los resultados son adversos en algún momento de este nuevo proceso. Entender que la meta no está aquí y ahora, sino en una proyección a tiempo venidero.

Nadie juega a perder, y menos en su debut como entrenador en una selección nacional. De allí que quizás el preolímpico de Neiva 2011 (del 23/9 al 1/10) sea el último torneo para algunas jugadoras, si se tiene en cuenta la primera enmienda emitida en la flamante era Meléndez: “La meta es Brasil 2016”.

La chance de clasificar a los primeros juegos olímpicos en la historia del básquetbol femenino nacional no es una quijoteada, ya que el Premundial de Cuiabá 2009 así lo dejó demostrado, pero quizás a partir del Panamericano de Guadalajara (del 14/10 al 30/10) la plantilla mayor de la selección femenina vaya teniendo el recambio necesario para preparar al equipo de cara al objetivo ya mencionado.

Si se tiene en cuenta la plantilla que afrontó el mundial de la especialidad en la República Checa durante el 2010, se puede encontrar a cuatro jugadoras por encima de los 30 años y una cerca de tenerlos al momento de disputarse el venidero Panamericano: Alejandra Chesta (29), Noelia Mendoza y Marcela Paoletta (32); Paula Gatti (33), y Carolina Sánchez (35).

Incluso a esta nómina se le pueden agregar Gisela Vega (29) y Natalia Ríos (31), quienes por diversos motivos no han sido de la partida junto con la selección desde el mundial de Brasil 2006.

Continuando con la incursión dentro del resto de la nómina que jugó el último mundial, y trazando una línea de tiempo, encontramos que sus edades en el 2016 serán: Débora González (26), Agostina Burani (25), Paula Reggiardo (32), Marina Cava (31), Sandra Pavón (31), y Melisa Cejas (32).

Se podrían sumar a este grupo comparativo a futuro otras jugadoras que ya vistieron la camiseta del seleccionado mayor, pero que no asistieron al mundial, como por ejemplo, Andrea Boquete (26), Nadia Flores (26), Sthefany Thomas (27) y Cecilia Liñeira (33), por nombrar algunos casos.

Lo cierto es que el objetivo ya está trazado: “La meta es Brasil 2016”. Como todo proceso, tendrá buenas y malas, pero dependerá del convencimiento del cuerpo técnico y dirigentes, sumado al esfuerzo de las jugadoras, para llevarlo adelante y que de sus frutos. Apostar a futuro, en muchas oportunidades, implica perder hoy para triunfar mañana.

Emanuel Niel
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