El motivo de la presente es agradecer, a compañeros de equipo, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas del club. Debo decir que tanto el cuerpo técnico, como los dirigentes, y por supuesto quien les escribe, hicimos todo lo posible para que me pudiera recuperar y estar en condiciones para jugar, pero desgraciadamente no pudo ser. Todos saben que jugué los últimos partidos muy disminuido físicamente, porque no me resignaba a abandonar el barco cuando habíamos llegado tan lejos y tan bien, y porque siempre he tratado de rendir al máximo de mis posibilidades en todos los estadios en los que me tocó actuar.
Cuando este tipo de cosas ocurre, el parámetro de medida que se toma son las actitudes, y una vez más, en Italiana hubo una SUMA de ESFUERZOS de todas las partes, hasta “gastar las últimas fichas” para que las cosas se solucionen en beneficio de todos. Digo actitudes, porque cuando no era necesario que nadie me acompañase a hacerme los respectivos estudios, fue el cuerpo técnico quien fue conmigo a la clínica esa mañana y demostró una comprensión y una solidaridad a toda prueba por lo que me estaba pasando, en el peor momento que le toca vivir a un deportista (el de las lesiones); digo actitudes porque fueron los dirigentes que me mandaron a Resistencia por varios días, costeando todos los gastos, aun cuando yo me ofrecí a pagarlos, porque “es lo que corresponde” según sus propias palabras y porque querían que yo me recuperara en vez de tener que llegar a un recambio de jugador; y digo actitudes porque fueron mis compañeros los que me aconsejaron sobre qué hacer al respecto para tratar de llegar entero a los playoffs, que es la instancia que a todos los basquetbolistas más nos gusta jugar.
La verdadera grandeza y estatura de las personas en funciones directivas se pone en evidencia cuando es necesario ayudar a afrontar dificultades como las que me tocaron a mí este año, y la verdad es que todos los directivos “tanos” se comportaron de una manera que siento la obligación de resaltar como un verdadero ejemplo. Me hicieron sentir muy bien, en las buenas y en las malas, por lo que estoy muy orgulloso de haber defendido esta camiseta mientras el físico me lo permitió, y confío que el futuro me ofrezca, ya restablecido de esta lesión la oportunidad de repetir, en plenitud física, esta hermosa experiencia.
En este contexto, agradezco profundamente a la gente que forma parte de esta institución, deseándoles lo mejor para lo que resta de la temporada y para las venideras, porque se lo merecen de verdad.