Philadelphia tuvo un partido muy malo en ataque y lo pagó caro. Perdió 94-73 ante los Miami Heat y ahora está 0-2 en la serie, que se trasladará hasta Pennsylvania a partir del jueves. Andrés Nocioni no jugó a pesar de la gran diferencia. Los Sixers terminaron 34% de cancha.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Cuando en frente hay un equipo con la jerarquía de los Miami Heat, por lo que general se trata de bajar el nivel de error hasta la menor cantidad posible. Cuando esto no solo no se logra, sino que se alcanza el otro extremo todo termina muy mal.
Los Sixers tuvieron una noche para el olvido y cayeron sin atenuantes ante Miami por 94 a 73 en el American Airlines Arena, y ahora se encuentran abajo 2 a 0 en la serie al mejor de siete encuentros que continuará el próximo jueves en el Wells Fargo Center de la ciudad de Philadelphia.
Desde el primer cuarto, los dirigidos por Doug Collins comenzaron mal el encuentro y nunca más lograron encarrilarse: Anotaron solo 13 puntos, y finalizaron con apenas 31 la primer mitad y con un espantoso 9 de 41 en tiros de campo (21%). La idea de progresar en defensa con respecto al primer punto de la serie de la que habló Collins en la previa quedará para el tercero.
El DT también había mencionado la posibilidad de darle más minutos a Evan Turner, por lo que se achicaban las chances para Andrés Nocioni, quien a pesar de la abultada diferencia en contra no vio acción en toda la noche.
LeBron James fue el máximo anotador de Miami y el partido con 29 puntos, producto de 9/18 en dobles, 1/1 en triples y 8/10 desde la línea. Asimismo, sumó 7 rebotes y 6 asistencias en 39 minutos de juego. Chris Bosh lo siguió con 21 y 11 tableros, al tiempo que Dwyane Wade, quien estuvo en duda hasta último momento por padecer migraña, fue autor de 14 tantos (4/11) en 34 minutos.
Para los Sixers las respuestas estuvieron desde el banco. Thaddeus Young encabezó al equipo con 18 puntos, al tiempo que Turner sumó 15 y 6 rebotes. Por su parte, Jrue Holiday terminó con 12 tantos.
La serie se la puesto muy cuesta arriba a Philadelphia, quien nunca pudo derrotar a los Heat en todo el año y ahora deberá hacerlo cuatro de cinco juegos si es que pretende continuar con vida.