En el marco de un partido durísimo los Heat logaron prevalecer en el suplementario y así derrotar a los Bulls 101 a 93 para poner la serie 3-1 a su favor y quedar a solo un triunfo de alcanzar la gran final. LeBron James luchó toda la noche pero terminó con 35 puntos mientras que un errático Derrick Rose sumó 23. Mañana volverán a verse las caras en Chicago.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Pasó otra durísima batalla entre Miami y Chicago en la que las defensas y el juego físico se impusieron ante la espectacularidad del talento de los protagonistas. Una vez más el duelo fue para los Miami Heat, que se llevaron el cuarto punto de la serie por 101 a 93 - en suplementario - y así obtuvieron una ventaja de 3-1 que los deja a un paso de la final de la NBA.
Cada equipo tuvo su momento en el juego, aunque siempre reinó la paridad. Arrancó mejor la visita. A falta de 4:22 para el cierre del prime cuarto se adelantó 19-8. Pero los de Erik Spoelstra se recuperaron, y en el segundo fueron ellos los que impusieron una ventaja de 9 puntos (37-28) cuando promediaba dicho parcial.
Fueron ráfagas en las que ambos equipos lograban sacar provecho, porque ninguno de los dos logró jugar cómodo a lo largo de la noche. LeBron James estuvo muy bien marcado en el primer tiempo por Luol Deng. Los Bulls lograban “frenar” a la estrella de Miami tanto en el uno contra uno como así también con las eficientes ayudas de los internos cuando el “Rey” atacaba el canasto. Así fue que el ex Cleveland terminó los primeros dos cuartos con 12 tantos y 3/11 de cancha.
Toda la serie se estuvo jugando de la misma manera. Incluido el partido de anoche, solo dos veces ambos equipos lograron superar los 100 puntos: Miami ayer y Chicago en el primer juego, que ganó 103-82. En ninguno de los dos casos pudieron alcanzar el 45% de cancha.
Dwyane Wade no lo ayudaba, tuvo una noche mala (14 pts, 5/16) y hasta el suplementario no dio muestras de su talento. Mientras tanto Bosh brilló por su ausencia durante los primeo dos cuartos.
Los Bulls cerraron mejor la primera mitad (se fueron al vestuario ganando 46-44), y ese buen momento se prolongó hasta los primeros minutos del tercer cuarto, cuando de la mano de Deng (7 pts) lograron volver a despegarse por nueve, 57-48, a falta de 7:41 para el final del parcial. Con Boozer y Rose la visita lograba mantener la distancia, al tiempo que del otro lado era James el que sostenía a Miami: Cerró el período con 10 puntos y 4/6 de cancha.
En el cuarto chico daba la sensación de que se llevaría la victoria el equipo que menos se equivocaba. Apareció un protagonista inesperado por el lado de los Heat. Mike Miller surgió desde el banco, y con cinco puntos consecutivos suyos el local pasó al frente 70 a 69 (marcó 9 de sus 12 puntos en el parcial); Luego volvió a empatar el juego en 80 y robó un balón que podría haber sido clave con menos de dos minutos en el reloj.
En la última jugada del tiempo regular, LeBron James tuvo el balón en sus manos, pero se llevó por delante a Ronnie Brewer, quien había quedado con él en un cambio de defensas con Deng. Con 8 segundos en el reloj, Rose fue quien tuvo el triunfo, pero ensayo un disparo desbalanceado y fueron a suplementario.
En la prórroga fue todo de Miami. Apareció Wade, con 6 de sus 14 puntos, quien hasta ese momento tenía “ausente sin aviso”; Asimismo, le permitieron apenas dos conversiones de campo a los Bulls. Miami se adueñó del juego y se llevó el partido.
La serie continuará mañana y se trasladará una vez más al United Center de la ciudad de Chicago. Para los Bulls no existe la posibilidad de una derrota, ya que un paso el falto los dejará afuera. En cambio, Miami sabe que ha logrado una gran ventaja y siente que el objetivo está cada vez más cerca.