Otro retiro para la nostalgia

Para gran parte de los fanáticos del básquetbol alrededor de la Argentina la NBA ya no es lo que era antes. Los más “antiguos” recuerdan las primeras emisiones de partidos en la década del ochenta con aquellos maravillosos e inolvidables duelos entre Magic Johnson y Larry Bird, cuando los Lakers y los Celtics dominaban la escena.

A otros algo menos crecidos, seguramente se les forma un nudo en la garganta cuando en su cabeza vuelven las imágenes de los noventa con un Michael Jordan dueño del mundo compitiendo y liderando una generación de “monstruos” del baloncesto que lograron que la marca NBA llegara a todas partes del mundo.

La nostalgia está a flor de piel para los argentinos cuando de “ene-be-a” se trata, y aunque hoy existan estrellas de la magnitud de Kobe Bryant, LeBron James o Kevin Durant - solo por nombrar algunos - nadie se anima a llenar con ellos los lugares que dejaron vacantes los héroes de antaño.

Pues esta semana asistimos a una situación idéntica, que nos retrotrae en el tiempo e inyecta con la misma sensación de nostalgia a los seguidores de la NBA de toda la vida. Shaquille O’Neal fue (cuesta hablar en pasado), quizás, el pivot más dominante de todos los tiempos, además de un carisma sin igual en el mundo del deporte. Su estilo fue la potencia, la fuerza bruta y la mentalidad ultra ganadora. Lejos estaba de la belleza despilfarrada por Hakeem Olajuwon, pero nunca nadie se lo pidió. Simplemente porque nadie lo podía parar.

A lo largo de sus 18 años compitiendo en la mejor liga del mundo, Shaq siempre ha sido un factor determinante y fue contratado por equipos como Phoenix, Cleveland o Miami para ser el complemento necesario en búsqueda del campeonato. Con los Heat dio resultados, ya que obtuvo el anillo de 2006 junto a Dwyane Wade. Con los Suns y Cavaliers no corrió la misma suerte. Al margen se encuentran sus días en Los Angeles, en donde mostró su mejor nivel y logró el tri campeonato 2000- 2002.

Otro dato que arroja la importancia de O’Neal dentro de un equipo es que recién en su última temporada (Boston) fue contratado con como un jugador de rol, para aportar experiencia y liderazgo con pocos minutos en cancha.

Shaquille será recordado para toda la vida por su capacidad anotadora y su intimidatoria defensa. Ahora que ya no brillará sobre el flotante ha dejado una gran nostalgia en todos los que disfrutamos de su talento.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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